La noticia es cuanto menos curiosa. Blanco y Negro (ABC), días después, da la noticia con la fotografía de la superiora, dentro de la clausura y antes de abandonar su Convento, firmando la cesión del mismo. Apareció el tres de febrero de 1935:

 

Tampoco en esa foto aparece nuestro protagonista. La fotografía, aparece cortada las dos veces. En esta otra, no. Aquí se completa el número de cuatro “mártires”. Como recordábamos en la entrada anterior se trata del Vicario General de la Archidiócesis, el Siervo de Dios Agustín Rodríguez; el Siervo de Dios Alfredo van den Brule; nuestro protagonista: el Siervo de Dios Bonifacio Aguilera Gil, organista de la Catedral Primada y capellán de las Comendadoras de Santiago (con las manos sobre las rodillas); y, finalmente, de pie a la derecha el Siervo de Dios Pascual Martín de Mora, párroco del lugar.

 

Bonifacio nació el 14 de mayo de 1882 en Pedraja de San Esteban (Soria). Recibió el orden sacerdotal el 9 de junio de 1906. Logra por oposición la plaza de organista en la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Muela de Monteagudo de las Vicarías (Soria). Tras dejarla, la ocupará su hermano Flavio (18901963), también sacerdote.

En la “Relación de Maestros de Capilla y Organista de la Catedral de El Burgo de Osma” que José Ignacio Palacio Sanz publicó en 1996, en el vol. 19 de la “Revista de Musicología”, nos dice que el Siervo de Dios fue maestro de capilla de 1911 a 1924. De hecho en la obra sobre Quintín Rufiner (18711956) de Juan Luis Sáiz Virumbrales (“Quintín Rufiner. Biografía y análisis de la obra de un modesto organero vallisoletano”); en la página 90 cuando se habla de cómo el Cabildo de la Catedral de El Burgo de Osma (Soria) desea reparar el órgano del lado del Evangelio, el 12 de junio de 1923, aparece Bonifacio Aguilera en la comisión creada para ello.

Entre sus obras destacan: “Entrada, andante y salida para órgano” o la musicalización del poema de Santa Teresa “Vivo sin vivir en mí”. Aquí podemos escucharlo bajo la dirección de Luis Alberto Campos, interpretada por la Coral Corpus Christi (solista Margarita Macho), en el concierto del 19 de junio de 2011, celebrado en el templo parroquial del Corpus Christi de Málaga, en conmemoración de la festividad del Corpus Christi.