Una de las técnicas Nueva Era que más se han extendido por todo el mundo es la “meditación transcendental”. Los seguidores de esta práctica afirman que con ella se puede mejorar la salud, tener más vitalidad y desarrollar más el cerebro, mejorando así la calidad de vida del individuo. Sin embargo, ¿es este método compatible con la fe católica?

¿Quién creó esta técnica y en qué consiste?

Fue fundada en 1958 por el gurú Maharishi Yogui, en la India. A España llega en 1971 y se registra como Centro de Estudios de Rehabilitación Social.  Esta técnica está basada en la repetición de mantras que ayudan al hombre a alcanzar la iluminación. La repetición es de 15-20 minutos durante 2 veces al día, y se repiten palabras en sanscrito, lengua antigua de la India, generalmente las palabras que repiten son nombres de deidades hinduistas.

Maharishi Yogui nació en la india en 1911 y se licencia en física en 1940, tuvo un encuentro con un gurú, llamado Dev o Maestro Divino en 1941 quien le enseñará antiguas técnicas de meditación. Será en 1958 cuando experimenta un llamado divino para iniciar el movimiento. Se va a vivir a Estados Unidos en 1959 y años después describe el nombre de su técnica como: Meditación Transcendental. Desde ese momento comienza a extenderla por todo el mundo. El fallece en 2008, pero actualmente esta técnica ya es practicada en más de 140 países con un total de 1500 centros. El número de adeptos asciende a casi 1 millón en Estados Unidos.

Tienen cantidad de libros escritos todos ellos por su fundador, entre los más importantes destacan: “Meditación Transcendental”,“La Ciencia del Ser y el Arte de Vivir”, “Maharishi Yogui en el Bhagavad Gita” .

¿Cómo se divide este método?

Tiene dos vertientes, la religiosa donde analizaré los errores teológicos posteriormente y la psicotécnica que es de la que hablaré en este apartado. Con esta segunda vertiente que se centra en el ser transcendental, se busca que el hombre alcance la plena felicidad.  El hombre se mejora así mismo y eso ayuda a mejorar a los demás, cambiando su entorno y todo el universo.

Comienzan con una conferencia donde se explican lo que van a lograr: salud física, relajación, felicidad, rejuvenecerse, etc. posteriormente a ella les dan otra conferencia preparatoria y luego tienen una entrevista personal con el instructor y luego se comprueba lo aprendido,  una vez acabado todo esto que es el tiempo de iniciación ya uno puede practicarlo de manera diaria realizando los mantras personales, las posiciones y el control de la respiración como ya te enseñan el curso introductorio.

 ¿Por qué es incompatible con la fe cristiana?

Es importante conocer que esta técnica presenta una serie de problemas que la hacen ser incompatible con nuestra fe, y por tanto un cristiano no puede practicarla. Veamos cuales son estos problemas a la luz de la teología católica:

Rpta. católica:

15 El es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación.16 Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él. Col 1,15-16

Todas las cosas han sido creadas por Dios, por tanto existe una distinción enorme entre lo creado y el Creador. El Concilio Vaticano I ya nos habla de que no podemos aceptar el “panteísmo” como verdadero:

La santa Iglesia Católica, Apostólica y Romana cree y confiesa que hay un solo Dios verdadero y vivo, ,creador y señor del cielo y de la tierra, omnipotente, eterno, inmenso, incomprensible, infinito en su entendimiento y voluntad y en toda perfección; el cual, siendo una sola sustancia espiritual, singular, absolutamente simple e inmutable, debe ser predicado como distinto del mundo, real y esencialmente, felicísimo en sí y de sí, e inefablemente excelso por encima de todo lo que fuera de El mismo existe o puede ser concebido (Dezinger 1782).

Pero además de esto, el pronunciar mantras, que son repetir palabras en la lengua “sanscrito” que además son invocaciones a dioses hindúes, va contra el primer mandamiento de la ley de Dios pues fomenta el politeísmo. Recordemos que un “mantra” es una palabra o fórmula que permite a la persona estar en armonía con lo divino, y también con la humanidad. Para que esta palabra sea eficaz es muy importante que recite perfectamente (pronunciarla, postura, ritmo etc). Esto nada tiene que ver con el cristianismo pues nosotros para sentirnos en la presencia de Dios usamos la oración y la meditación, no mantras.

Rpta. católica:

Esto evidentemente nada tiene que ver con el cristianismo quien siempre ha enseñado la gracia es necesaria para la Salvación de los hombres:  porque separados de mí nada podéis hacer. Juan 15,5   y Fil 2, 13 : “Dios es el que obra en vosotros el querer y el obrar”.

Es por tanto imprescindible no renunciar a la gracia, es decir a los sacramentos para obtener la Salvación. Ya lo dijo San Agustin:  Lo mismo que el ojo corporal, aunque se halle completamente sano, no es capaz de ver si no es ayudado por el resplandor de la luz, de la misma manera el hombre, aunque se halle completamente justificado, no puede vivir rectamente si no es ayudado por la luz de la justicia eterna de Dios» (De nat. et grat. 26, 29).

Rechazan a Cristo como Redentor y también todo sufrimiento asociado a este. En su obra Meditaciones del Maharishi Mahesh Yogi (Nueva York, Editorial Bantam, 1968, p.23) se dice: “No creo que Cristo haya sufrido alguna vez o que Cristo pudiera sufrir.”

Esto es totalmente contrario a lo que nos enseña la Revelación, donde claramente vemos como el sufrimiento tiene un valor redentor y purificador:

Ahora me gozo en lo que padezco por vosotros, y cumplo en mi carne lo que falta de las aflicciones de Cristo por su cuerpo, que es la Iglesia; Col 1,24

La salvación requiere que aceptemos lo que Cristo ha merecido para nosotros y eso significa aceptar el sufrimiento que viene a nosotros en el curso de la vida nuestra vida cotidiana como cristianos en el mundo, tanto en las cosas pequeñas (molestias menores) y las cosas grandes (cáncer, la pérdida de un ser querido, un desastre económico,etc.)

Sobre Cristo, la escritura es muy clara al decir que el es Redentor: Mas por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención; 1Cor 1,30

Rpta. católica:

Evidentemente esto no es aceptable por el cristiano y el Catecismo es muy claro:

El pecado es una ofensa a Dios: “Contra ti, contra ti sólo pequé, cometí la maldad que aborreces” (Sal 51, 6). El pecado se levanta contra el amor que Dios nos tiene y aparta de Él nuestros corazones. Como el primer pecado, es una desobediencia, una rebelión contra Dios por el deseo de hacerse “como dioses”, pretendiendo conocer y determinar el bien y el mal (Gn 3, 5). El pecado es así “amor de sí hasta el desprecio de Dios” (San Agustín, De civitate Dei, 14, 28). Por esta exaltación orgullosa de sí, el pecado es diametralmente opuesto a la obediencia de Jesús que realiza la salvación (cf Flp 2, 6-9). Catecismo Iglesia Catolica Numeral 1850.

Celebridades que practican este método

Una de las caras publicitarias de este método a nivel mundial ha sido la actriz de Hollywood, Cameron Diaz, a la cual le han hecho entrevistas para contar su testimonio al utilizar esta disciplina en su vida diaria. También hay otros famoso que le han seguido son: Katy Perry, Madonna, Richard Gere, David Lynch, Mick Jager, Hugh Jackman, etc. Anteriormente a ellos, hicieron conocida esta técnica, los ex integrantes de los Beatles, Paul Maccartney y George Harrison.

Para concluir este articulo quiero dejar unas palabras del Cardenal Ratzinger sobre este tipo de meditación:

En pocas palabras, diría que lo esencial de la meditación trascendental es que el hombre se expropia del propio yo, se une con la universal esencia del mundo; por tanto, queda un poco despersonalizado. Por el contrario, en la meditación cristiana no pierdo mi personalidad, entro en una relación personal con la persona de Cristo, entro en relación con el «Tú» de Cristo, y de este modo este «yo» no se pierde, mantiene su identidad y responsabilidad. Al mismo tiempo se abre, entra en una unidad más profunda, que es la unidad del amor que no destruye. Por tanto, diría en pocas palabras, simplificando un poco, que la meditación trascendental es impersonal, y en este sentido «despersonalizante». Mientras que la meditación cristiana es «personalizante» y abre a una unidad profunda que nace del amor y no de la disolución del yo.  -Cardenal Ratzinger, 01 de Diciembre del 2002 en el Congreso Cristo Camino, Verdad y Vida.

Jesús Urones

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