Lo dijo el Pontífice al reunirse con los sacerdotes de San Juan de Letrán. «La santidad es más grande que los escándalos»





«La santidad es más grande que los escándalos». Este, según lo que refiere la revista de la diócesis “RomaSette”, fue el mensaje que pronunció el Papa ante sus párrocos esta mañana en San Juan de Letrán. El encuentro, que había sido solicitado después de la elección, comenzó a las 10 y terminó a las 12.30. Antes de que el Papa respondiera las respuestas de los párrocos, el vicario Agostino Vallini dirigió un saludo.

Según lo que indica “RomaSette”, Papa Francisco habló con sus párrocos y respondió a sus respuestas tomando en cuenta los «gravísimos problemas de la Iglesia» con lucidez, «pero sin pesimismo». «La Iglesia no se derrumba –dijo. La Iglesia nunca ha estado tan bien como hoy, es un momento hermoso de la Iglesia, basta leer su historia. Hay santos reconocidos incluso por los no católicos (pensemos en la Beata Teresa), pero hay una santidad cotidiana de muchos hombres y mujeres, y esto da esperanza. La santidad es más grande que los escándalos».

Un encuentro, refiere la revista de la diócesis, marcado por la narración de algunas experiencias de la vida del actual Papa en Buenos Aires y por la petición de oraciones, pues dentro de poco se acerca el aniversario de su ordenación episcopal (el 21 de septiembre). El Papa invitó a los sacerdotes que llenaban la basílica justamente a volver al «primer amor», a la primera mirada de Jesús.

«Cuando un sacerdote está en contacto con su pueblo, se fatiga», dijo Francisco, pero, explicó, ante esta fatiga la única respuesta es Jesús: ir con los pobres, anunciar el Evangelio y seguir adelante. Claro, ayuda mucho «la oración ante el tabernáculo, la cercanía con los demás sacerdotes y la cercanía del obispo». El recuerdo de momentos como el inicio de la vocación, la entrada al seminario, la ordenación sacerdotal son fundamentales: «la memoria es la sangre en la vida de la Iglesia».

Papa Francisco criticó severamente a los que en una parroquia se preocupan más por el dinero para un certificado que por el sacramento mismo. Con esta actitud solo «alejan a la gente». Se requiere, en cambio, la «acogida cordial: que los que vengan a la Iglesia se sientan en su casa. Se sientan bien. Que no sientan que los están explotando».  «Un sacerdote, una vez, no de mi diócesis, de otra diócesis –contó Bergoglio–, me decía: “Pero yo no pido que paguen nada, ni siquiera las intenciones de las Misas. Tengo ahí una caja y si ellos quieren dejar lo que quieran, pues muy bien. Pero, padre, ¡tenemos casi el doble de lo que tenía antes! Porque la gente es generosa, y Dios bendice estas cosas”». Si, en cambio, «la gente ve que hay un interés económico», entonces «se aleja».

Al responder a una de las preguntas de los sacerdotes, Bergoglio respondió que seguía sintiéndose «padre. De verdad. Yo me siento padre, sacerdote, de verdad, obispo... Me siento así, ¿no? Y agradezco al Señor por esto». «Me daría miedo –añadió el Papa– sentirme un poco más importante, ¿no? Eso sí: tengo miedo de eso, porque el diablo es listo, ¿eh? Es muy listo y hace que sientas que tienes poder, que puedes hacer esto o lo otro... pero siempre nos acecha, nos acecha como un león; ¿así dice San Pedro, no? Pero gracias a Dios, eso no lo he perdido, todavía no. Y si ven que alguna vez lo pierdo, por favor, díganmelo, díganmelo, y, si no pueden decírmelo en privado, díganmelo en público, pero díganlo: “Mira... ¡conviértete!”».

En cuanto a las indicaciones del Papa a sus párrocos, “RomaSette” indicó la «acogida» para las parejas que conviven  y la decisión valiente y creativa de dirigirse hacia las «periferias existenciales». Una acogida, subraya la revista, que se debe ejercer en la verdad. «Decir siempre la verdad», sabiendo que «la verdad no se acaba en la definición dogmática», sino que se inserta en «el amor y en la plenitud de Dios». Por ello, el sacerdote debe «acompañar».

Francisco también invitó a los sacerdotes del clero romano  a emprender «vías valientemente creativas». Y citó algunos ejemplos que vivió personalmente en Buenos Aires, como la apertura de algunas Iglesias durante todo el día y con la disponibilidad de un confesor o la creación de «cursos personales» para las parejas que quieren casarse pero que no pueden frecuentar los cursos prematrimoniales porque trabajan hasta tarde. La prioridad, sin embargo, siguen siendo «las periferias existenciales», que también son «las de las familias», sobre las que habló en muchas ocasiones Benedicto XVI, sobre todo en relación con los segundos matrimonios. Nuestra tarea, dijo el Papa, es «encontrar otro camino, en la justicia».

El obispo de Roma concluyó el encuentro con el clero de su diócesis «afrontando las cuestiones relacionadas con la nulidad del matrimonio, un tema muy importante para Benedicto XVI. Indicó que hay propuestas al respecto, estudios y análisis profundos en curso. Hablarán de ello en octubre con el grupo de los ocho cardenales y en el próximo Sínodo de los obispos». Lo indicó “L’Osservatore Romano”, que publicó una amplia síntesis de las palabras del Papa a los sacerdotes romanos.

 Fuente: vaticaninsider.lastampa.it/es/vaticano/dettagliospain/articolo/francesco-francis-francisco-27890/