El programa de estudios de la Pontificia Universidad Gregoriana (la universidad eclesiástica de los jesuitas en Roma) presenta una novedad que no ha pasado desapercibida para el curso 2013-2014: en la página 55, como parte de los cursos propios para la licenciatura en teología fundamental aparece uno dedicado a la «Cyberteología: pensar el cristianismo al tiempo de la red». ¿El profesor titular? El ya célebre cyberteólogo y director de la conocida revista La Civiltá Cattolica, padre Antonio Spadaro, S.J.
 
El curso se presenta de la siguiente manera: «La red y la cultura del ciberespacio ponen nuevos retos a nuestra capacidad de formular y escuchar el lenguaje simbólico que habla de la posibilidad y de los signos de la trascendencia en nuestra vida. Tal vez ha llegado el momento de considerar la eventualidad de una cyberteología entendida como la inteligencia de la fe en el tiempo de la red. Esta sería el fruto de la fe que comunica desde sí un impulso cognoscitivo en un tiempo en el cual la lógica de la red determina la manera de pensar, conocer, comunicar y vivir» (p. 162).
Página 55 del programa de estudios 2013-2014 
de la Pontificia Universidad Gregoriana donde aparece la nueva disciplina.
La nueva asignatura teológica toma como base bibliográfica un libro homónimo al de la nueva disciplina y del cual también es autor el padre Spadaro. Se deducen de ahí los temas que comprensiblemente se tratarán durante el curso: «Internet: entre teología y tecnología», «El hombre decodificado y la búsqueda de Dios», «Cuerpo místico y conectivo», «Ética hacker y visión cristiana», «Liturgia, sacramentos y presencia virtual» y «Los retos teológicos de la “inteligencia colectiva”».
Descripción del curso y bibliografía.
Más allá de la novedad que supone la incursión de una nueva disciplina que dice relación con algo tan actual como la web y algo tan longevo como la teología, está el parte aguas posiblemente histórico del nacimiento de una nueva ciencia que, de ahora en adelante, deberá abrirse paso, justificando epistemológicamente su existencia, para hacerse con un lugar en la teología. De ahora en adelante habrá que mirar a la experiencia de la Pontificia Universidad Gregoriana para partir de ella ante posteriores desarrollados de la cyberteología.