Ya en otra ocasión os ofrecí la lectura del capítulo 32 de una novela histórica que titulé Toledo 1936, Ciudad mártir (Madrid, 2009). Aunque el hecho narrado sucedió realmente y además está documentado: conservamos dos folios a máquina (puede verse al final del artículo) que refieren lo que un 4 de septiembre de 1936 realizan las autoridades republicanas con la sugestiva explicación de que se “procede a recoger 61 objetos del Tesoro de la Catedral de Toledo para llevárselo a Madrid". Para desnovelar lo que verdaderamente es real, en el próximo artículo os ofrezco dos fotos de un manto que los toledanos nunca más han podido volver a ver: el manto de perlas de la Virgen del Sagrario.
 
Primero, los hechos.
 
4 de septiembre de 1936: hubo robo
 
Reunión de “notables” en la Primada 
Hoy es cuatro de septiembre. Un miliciano está sentado frente a su máquina de escribir, una Olivetti modelo MP1 ICO, que resuena estrepitosamente en las silenciosas naves de la Catedral. La reunión ha sido convocada en cumplimiento de una orden verbal del Excelentísimo Señor Don José Giral Pereira, Presidente del Consejo de Ministros, para proceder a recoger del llamado Tesoro de la Catedral, “para su traslado a Madrid”, una serie de joyas y objetos. Curiosamente, la orden fue dada hace varios días, ya que hoy mismo Giral se ve obligado a entregar el poder a Francisco Largo Caballero, tras la caída de Talavera de la Reina (Toledo) y con Madrid al alcance del ejército de Marruecos. Largo Caballero va a formar el primer gobierno de guerra, con participación de republicanos, socialistas y comunistas. Pero en el documento que se está preparando se sigue mencionando como máxima autoridad a Don José Giral.
 
            En la entrada a la Sacristía Mayor, todos se arremolinan cerca del mecanógrafo.
- Estando presente -dice, mientras levanta la mirada cada vez que repite un nombre- Don José Vega López, que es el Gobernador de Toledo; Don Emilio Palomo Aguado, diputado a Cortes; Don Manuel Aguillaume, Presidente del Frente Popular; Don Urbano Urbán, representante del Partido Comunista y Don Eusebio Rivera Navarro, Capitán de las Fuerzas de Asalto...
- ¡Vamos, vayan metiéndolo en las cajas!, se oye. Número 1. Un superhumeral de perlas. 2. El teste de Mendoza. 3. Broche de topacio, entero. 4. Broche de superhumeral. 5. San Juan de las Viñas...
- Con acento en la a, ¿verdad?, pregunta el miliciano que está haciendo listado.
- Póngalo como le parezca, le responden.
Y continúa la relación:
6. Pectoral y anillo. 7. Pectoral del cardenal Siliceo. 8. Pulsera de Isabel II. 9. Un par de pendientes. 10. Pectoral de amatistas. 11. Cruz con perlas y piedras. 12. Pectoral de amatistas. 13. Un joyero. 14. Joyero con aderezos. 15. Bandeja y jarro de plata dorada con turquesas. 16. Portapaz (plata dorada y piedras finas; faltan bastantes). 18. Atril de ágata y marfil. 19. Toisón de Carlos II. 20. Portapaz. 21. Ligno-Crucis de topacios, incompleto. 22. Una tapa de cáliz, de piedras. 23. Cruz de plata dorada con pedrería. 24. Cristo de coral. 25. Pintura del siglo XVI sobre hoja de pergamino. 26. Broche de perlas. 27. Bandeja de oficiar. 28. Base de copón con piedras. 29. Base de copón con piedras...
- Son dos, ¿no?, pregunta el mecanógrafo.
- ¡Quién ha dicho que son dos! ¡Es uno solo, uno solo!, exclama malhumorado el encargado.
- ¡Bueno, bueno…! En el número 29, pongo entre paréntesis: “repetido; no vale”. Repito el nº 29 y seguimos.
29. Corona de perlas, topacios y esmeraldas. 30. El Rapto de la Sabina (Benvenuto Cellini). 31. San Francisco (Pedro de Mena). 32. Cáliz de Mendoza. 33. Cáliz de Fonseca. 34. Cáliz de Guisasola. 35. Demostraton de plata dorada. 36. Juego de bandeja de plata y vaso de purificar. 37. 1o bandejas de plata de purificar. 38. Patena de plata dorada. 39. Naveta de plata dorada. 40. Cáliz de plata dorada. 41. Naveta en concha. 42. Vaso de asta y plata dorada. 43. Copón de plata dorada. 44. Portapaz de plata dorada. 45. Copón de Cisneros. 46. Cruz del Cardenal Mendoza, incompleta de perlas. 47. Superhumeral con piedras verdes y diamantes. 48. Manto de la Virgen del Sagrario, incompleto de perlas. 49. Una caída del manto de la Virgen del Sagrario. 50. Una caída del manto de la Virgen del Sagrario. 51. Mandil del manto anterior. 52. Broche del manto anterior. 53. Superhumeral de la Virgen del Sagrario. 54. Pectoral de la Virgen. 55. Vestido del Niño. 56. Collar con cruz. 57. Rosario de ágata, incompleto.
- Ya no entra más en esta hoja. Termino en la siguiente y así queda espacio para sus firmas, sentencia el miliciano.
En voz alta, insiste, mientras escribe:
- Página segunda. Número 58. Esmeralda en forma de cotorra. 59. Perlas sueltas (dieciocho). 60. Alfiler y pulsera. 61. Corona de la Virgen del Sagrario. Y para que conste, se levanta este acta que firman todos los que se mencionan en el encabezamiento de este documento, en la fecha arriba expresada.
 
La Biblia de San Luis
 
Los técnicos que han elaborado la lista de las cosas "para trasladar", valoran que también deben llevarse a Madrid los tres tomos de la Biblia de San Luis. Nadie duda de ello, pues se trata de una Biblia única en el mundo, que remonta su manufactura a los años 1226 y 1234. La obra ocupa uno de los lugares de preferencia dentro del rico patrimonio de la Catedral de Toledo. Cada uno de los especialistas, como si se tratara de una clase en la que se examinan, ofrece un dato para completar una decisión que resumen en una escueta cuartilla:
- A lo largo de los últimos siete siglos, los curas de la Catedral se han encargado permanentemente de conservar y de custodiar esta joya bibliográfica, que por méritos propios se puede calificar de única.
 
Con un lenguaje si cabe más técnico, otro dice, mientras abre uno de los tres tomos:
- Por cada folio hay un total de ocho historias, de suerte que los tres volúmenes comprenden unas 5.000 escenas historiadas. El texto bíblico, frecuentemente abreviado, va seguido de comentarios. Cada medallón reproduce una escena en sintonía con el pasaje bíblico de que se trata o con su explicación teológica. En su realización se emplea una enorme gama de colores: azules, verdes, rojos, amarillos, grises, anaranjados, sepias; siempre sobre un fondo de oro bruñido. Miren, miren, compruébenlo ustedes mismos. Es impresionante.
 
Un tercero, en un tono algo despectivo y lenguaraz apunta:
- Nos lo llevamos. Total, sólo son tres tomos. Y aunque de grandes dimensiones, se pueden transportar fácilmente. Lo propio del libro es estar siempre circulando en manos de las personas que lo pueden utilizar. ¡Bastante lo han tenido los curas…! Ahora lo haremos circular nosotros.
 
            Por ello, finalmente, y aun cuando el primer documento ha sido elaborado, en una cuartilla aparte escriben:
- Por la presente se hace constar que, además de la relación reseñada en documento aparte, de esta misma fecha, se envían a Madrid, procedentes de la Catedral de Toledo, los tres tomos de la Biblia de San Luis. Toledo, cuatro de septiembre de mil novecientos treinta y seis. M. Aguillaume, rubricado. Emilio Palomo, rubricado. José Vega, rubricado.
 
El día del robo finaliza con otro asesinato
 
Don Benito Florentino Garrido García trabaja como obrero de la Fábrica Nacional de Armas y ha sido Presidente del Sindicato Católico de San José. Esta Asociación siempre se ha opuesto abiertamente a las concepciones marxistas, por lo que, en cuanto las milicias se hicieron con Toledo, Don Florentino fue despedido de su trabajo.
 
El 4 de agosto fue detenido, trasladado a la Diputación Provincial y puesto en libertad. Pero hoy, un mes después, ha sido encerrado en el convento de San Clemente. Durante la noche lo torturan cruelmente. Finalmente, tras conducirlo al Paseo del Tránsito, lo fusilan.
 
El tal Renau
Josep Renau es militante del Partido Comunista de España desde 1931 y fundador de la Unión de Escritores y Artistas Proletarios (1932). Como artista, se dedica a elaborar carteles editados para apoyar a la Segunda República. Hace unos días ha sido nombrado Director General de Bellas Artes, presidente del Consejo Español del Teatro y director de propaganda gráfica del Comisariado General del Estado Mayor Central. Se le ha encomendado la tarea de salvaguardar el patrimonio artístico nacional durante el tiempo que dure la Guerra Civil.
            Recién nombrado, el Consejo de Ministros lo envía a Toledo con un triple encargo:
1. Reunir una información lo más completa posible sobre el estado actual de las obras de arte y objetos artísticos e históricos de primer orden de la ciudad de Toledo (...). 2. Considerar la posibilidad de evacuación preventiva y provisional de las más importantes de entre estas obras y objetos preciosos a lugares seguros de la retaguardia (...) [y] 3. Decidir y realizar, sin demora, medidas de protección y defensa de las obras y monumentos artísticos más amenazados por las actuales operaciones militares.
            En Toledo se topa con el responsable del Comité de Defensa de los milicianos, que le dice:
- Mire, Renau, sin rodeos: para empezar, como representante del Gobierno de Madrid, usted no tiene nada que hacer aquí, sobre todo en lo concerniente al tesoro artístico, que es cosa `de líos toledanos´; pero que, como Renau, le ayudaré en lo posible.
Por supuesto, de evacuación de obras, ni hablar. De Toledo no se sacaba "ni un alfiler". Y aunque han prometido darle toda la información que puedan, ni siquiera han querido decirle dónde y en qué estado se hallan las obras de la Casa del Greco. Sólo ha conseguido y, casi como favor personal, que le permitan descolgar el "Entierro del Conde de Orgaz" y protegerlo con una compleja estructura de mantas y tablones.
Más tarde, tras una entrevista con el Gobernador Civil, Renau ha podido verificar el estado del tesoro de la Catedral, para lo que va acompañado por un joyero que oculta su identidad y que, a hurtadillas, realiza una mínima protección de las vidrieras, quitando algunos vidrios de la parte baja para dejar circular el aire y que no resulten afectadas por la inminente explosión de las minas colocadas bajo el Alcázar. Eso ha sido todo lo que se le ha permitido hacer.
 
La Custodia de Arfe, embalada para su traslado
Tras el robo del 4 de septiembre, las ocho o nueve cajas sustraídas de la Catedral con las sesenta y dos piezas de orfebrería, la Biblia de San Luis y el San Francisco de Pedro de Mena han sido depositadas en una habitación de los sótanos del Banco de España, cuya llave tiene en su poder el nuevo Presidente del Consejo de Ministros de España, Don Francisco Largo Caballero.
En la Sacristía de la Catedral de Toledo todo queda preparado para un nuevo saqueo del tesoro catedralicio. Causa verdadero espanto contemplar las paredes de la Sacristía sin un solo cuadro… Casi todo está ya embalado: el apostolado del Greco, “El prendimiento” de Goya… “El Expolio”, arrancado de su lugar, está esperando ser empaquetado, mientras reposa apoyado en una de las rejas del Ochavo, a espaldas de la Capilla de la Virgen del Sagrario.
Todavía quedan en una de las dependencias dos obreros especializados, que están desmontando la célebre custodia de Enrique de Arfe. Hasta los más ateos conocen en la ciudad la historia del Corpus y su Custodia, definida como una de las mayores joyas de la Cristiandad. Una torre de más de dos metros de oro y plata recorre cada año las calles de Toledo durante la fiesta del Corpus. Antes de asesinar a los canónigos Don Ildefonso Montero, tesorero de la Primada, y al arcediano Don Rafael Martínez, se aseguraron de que les facilitaran el manual para desmontar la Custodia. Parece que el genial Enrique de Arfe, cual profeta, pensó que tal vez llegaría este día de infamia y sacrilegio, y cuando terminó su obra en 1524 redactó un manual para desmontar y ensamblar de nuevo las 5.600 piezas que la componen, mediante los correspondientes 12.500 tornillos.
 
- En realidad -comenta uno de los operarios que están siendo vigilados por una partida de milicianos- son dos custodias. En la parte central hay una custodia de mano, de pequeño tamaño y de estilo gótico, mandada labrar por la Reina Isabel a finales del XV a un joyero catalán,Almerique, quien utilizó 17 kilos del primer oro traído de América por Cristóbal Colón, además de pedrería y diversas figuras esmaltadas.
 
- Luego -prosigue, mientras desmontan la custodia interior de la Reina- el cardenal Cisneros mandó comprar esta pequeña custodia de Isabel la Católica regalándosela a la Catedral en 1505. El resultado final de esta nueva custodia fue un complicado conjunto de pilastras caladas unidas mediante arquillos con filigranas y agujas para formar un templete con la forma de una torre gótica.
 
- Ya, ya -contesta el segundo, entre molesto y cansado por el trabajo. Algunos comparan la Custodia con la torre de la Catedral de Toledo… Pero de momento, para desmontarla, casi hemos tenido que preparar un andamio por sus dos metros y medio de altura. Desde luego, para moverla, en los cajones y por separado irán mejor repartidos los 183 kilos de plata, los 18 de oro y las 260 estatuillas. ¡Bueno, eso si no se distrae alguna!
 
- ¡No me extraña que estén tan interesados!
- Ahora, ten por seguro que lo que no viaja es el viril, porque aquel que parece el cabecilla se lo ha echado al bolsillo del mono.
- ¡Calla y termina! Que todavía tenemos que hacer todas las fotos, para entregarlas en Madrid.