Este es uno de los líos que nos esperan. Muchos de los que aplauden al papa Francisco ni han caído en la cuenta de este lío que el mismo nos ha mostrado. Como siempre la lamentación es lo fácil. Nosotros somos demasiado puros para contaminarnos con esa basura. El lío viene cuando intentas introducirte en la realidad política que es una de las formas más altas de la caridad