Si el otro día () hablábamos del final que el destino deparó a uno de los navíos más importantes y conocidos de la Historia, la nao Santa María, y poco después hicimos lo propio con su compañera la Pinta (), corresponde dedicar la entrada de hoy a la que fue azarosas e inseparable compañera de aventuras de las dos, la Niña, nombre bonito donde los haya para un barco.
 
            Construida en los astilleros de la Ribera de Moguer entre 1487 y 1490, en su botadura sobre el río Tinto recibe, en honor al monasterio de dicha localidad, el nombre de “Santa Clara”, aunque pasaría a la posteridad con el nombre de sus propietarios, los hermanos Niño. Fabricada con maderas de pino y chaparro, tiene 15,24 metros de eslora y 4,85 de manga. Su primitivo velamen latino es transformado a velas cuadradas en la escala que la flota descubridora realiza en las Canarias, y ya en América, en la isla de La Española, se le instala, junto a sus palos de trinquete, mayor y contramesana, un nuevo palo de mesana. La carabela carecía de castillo de proa, mientras y el alcázar era bastante pequeño.
 
            Elegida por los Pinzón por su maniobrabilidad, es capitaneada en la expedición descubridora por Vicente Yáñez Pinzón, con Juan Niño como maestre, y Sancho Ruiz de Gama como piloto.
 
            En el viaje de vuelta a España, se convierte en la nave capitana de la expedición, al mando de Cristóbal Colón. Tras la tormenta del día 14 de febrero que la separa de la Pinta, arriba al puerto de Lisboa el 4 de marzo y luego al de Palos el 15 de marzo de 1493. Traía el Almirante varias muestras de oro del Nuevo Mundo así como unos indios en número de seis o siete.
 
            La Niña, que será la más longeva de las tres embarcaciones americanas, volverá a América en el llamado Segundo Viaje de Colón, flota de nada menos que diecisiete barcos que parte de España el 25 de septiembre de 1493. Una vez en el Nuevo Mundo, capitanea el viaje que culmina con el descubrimiento de Jamaica y la costa sur de Cuba.
 
            En el verano de 1495 y en el puerto de Haití, un ciclón hunde todos los barcos amarrados a puerto, excepto la Niña, y todavía nos la encontramos en la expedición de regreso a España con la segunda expedición colombina el 11 de junio de 1496. No por casualidad, la Niña había servido de modelo al primer barco construido en América, la carabela Santa Cruz, conocida como “La India”.
 
            Gobernada por Alonso Medel, quien realiza con la carabela varios viajes comerciales, es capturada en una travesía a Roma por corsarios franceses, algunos de cuyos tripulantes naturales de El Puerto de Santa María, sobornados por Medel, ayudan al español a escapar de los corsarios.
 
            Participa también en el Tercer Viaje de Colón en 1498. En 1500 consta su presencia en Santo Domingo, y en 1501, su participación en una expedición a la Costa de las Perlas, después de la cual, no se vuelve a saber de ella.
 
 
            ©L.A.
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