En ICADE se convocó la III edición del Seminario de Investigación sobre liderazgo ético basado en el encuentro, para el año académico 2012 – 2013, que está desarrollando en ocho sesiones de dos horas de duración cada una y que tendrán lugar los siguientes jueves: 15 de noviembre, 13 de diciembre, 17 de enero, 14 de febrero y 14 de marzo, 18 de abril, 16 de mayo y 13 de junio de 18:30 a 20:30 horas.

El seminario está dirigido a empresarios y directivos de empresa con amplia experiencia en dirección y gestión de organizaciones y equipos, interesados en el desarrollo de la ética en la empresa. No tiene coste económico pero se exige compromiso de asistencia y participación activa.

El objetivo de este seminario es analizar cómo la fundamentación ética que ha desarrollado el profesor Alfonso López Quintás a lo largo de su obra puede contribuir de modo eficaz en la elaboración de procedimientos prácticos, aplicables a la gestión de la empresa, que permitan devolver a la persona a la posición de centralidad que su propia dignidad requiere, posibilitando de esta manera la creación de riqueza económica, personal y social, objetivos éstos que deberían ser inherentes a toda empresa.

Por ello he querido entrevistar al Dr. López Quintás, viejo amigo personal y profesor mío desde hace muchos años, con el que he coincidido en varias ocasiones en distintas conferencias, congresos de Filosofía,…

D. Alfonso López Quintás es sacerdote mercedario, catedrático emérito de Filosofía en la Universidad Complutense (Madrid), miembro de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, de la "Académie Internationale de l´Art" (Berna, Suiza) y de la International Society for Philosophy, fundador del proyecto educativo Escuela de Pensamiento y Creatividad y co-fundador del Seminario “Xavier Zubiri” (Madrid).

Realizó una amplia labor de investigación filosófica y la aplicó a varios temas formativos en diversas obras y numerosos cursos impartidos en España y en el extranjero. La calurosa acogida que obtuvo esa labor pedagógica le movió a crear la Escuela de Pensamiento y creatividad, proyecto formativo que cuenta con numerosos grupos de trabajo en España e Iberoamérica (sobre todo, México, Argentina y Chile). 

De sus más de 40 obras sobresalen: Estética de la creatividad (Rialp, Madrid 31998), La formación por el arte y la literatura (Rialp, Madrid 1993), La experiencia estética y su poder formativo (Ed. Verbo Divino, Estella (Navarra) 1990), El poder del diálogo y el encuentro (BAC, Madrid 21997), El encuentro y la plenitud de vida espiritual (Publicaciones Claretianas, Madrid 1990), Cuatro filósofos en busca de Dios (Rialp, Madrid 42003), Romano Guardini, maestro de vida (Ed. Palabra, Madrid 1998), Cómo formarse en ética a través de la literatura (Rialp, Madrid 1994), Literatura y formación humana (San Pablo, Madrid 1997), El libro de los valores (Planeta-Testimonio, Barcelona 102000), Descubrir la grandeza de la vida (Desclée de Brouwer, Bilbao 2009), El secreto de una vida lograda (Ed. Palabra, Madrid 2003), La defensa de la libertad en la era de la comunicación (PPC, Madrid 2004), Liderazgo creativo (Ediciones Nobel, Oviedo 2005). Estética musical (Rivera Ediciones, Valencia 2005), Cuatro personalistas en busca de sentido (Marcel, Guardini, Ebner), Rialp, Madrid 2009, Quince días con Romano Guardini, Ciudad Nueva, Madrid 2010, El descubrimiento del amor auténtico. Claves decisivas para orientar la afectividad, BAC, Madrid 2012.

D. Alfonso, ¿cuál es, para usted, la razón o el motivo principal por el que se están impartiendo estos seminarios de liderazgo empresarial? ¿Está dirigido a todo el mundo, es decir, a empresarios jóvenes y mayores, creyentes y no creyentes,...?

Hace cuatro años, el empresario Antonio García-Cruz asistió a un cursillo que impartí dentro de un master de humanidades. En él expuse las líneas maestras de mi proyecto formativo, que tiene un punto de apoyo relevante en la teoría de los niveles de realidad y de conducta en que podemos vivir las personas. Le impresionó especialmente oír las condiciones del nivel 1 -en el que le pareció que se sitúa de ordinario la actividad empresarial- y el nivel 2, en el que vio perfilado el espíritu de apertura y solidaridad que siempre había anhelado para su empresa. Esto lo movió a crear la Fundación López Quintás para el fomento de la creatividad y los valores, destinada a difundir mi pensamiento y su aplicación a la actividad empresarial. La primera actividad pública de esta Fundación fue organizar este seminario para empresarios. Es voluntario y gratuito, y abierto a todos los empresarios que deseen descubrir la fecundidad de mi proyecto formativo para la actividad empresarial. Para hacer más eficaz la labor de los cursillistas hay un numerus clausus: en torno a veinticinco.

¿Deberíamos todos ser un poco más líderes o protagonistas de lo que somos? ¿Puede decirme brevemente en qué consiste un liderazgo ético basado en el encuentro?

Sin duda, todos debemos ejercer el papel de líder o guía –sobre todo, cultural y espiritual- dentro de nuestra área de influencia. El auténtico guía no intenta dominar, sino promover; no persigue tanto el mando cuanto la autoridad. Para ello tiende a crear con las demás personas campos de juego comunes, con objeto de intensificar la creatividad de cada uno. Eso se logra sobre todo a través del encuentro. Si no son un lugar de encuentro, una familia y un centro escolar podrán informar, pero no formar, porque los hombres somos seres de encuentro –según la antropología filosófica actual más cualificada– y se desarrolla creando toda serie de encuentros: personales, artísticos, culturales en general. En la familia suele iniciarse el protoencuentro, el encuentro primero y primario. En los centros escolares debe proseguirse esa tarea en niveles progresivamente superiores.

S.S. Benedicto XVI, en su encíclica "Deus Caritas Est" dice: "No se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona, que da un nuevo horizonte a la vida y, con ello, una orientación decisiva". Esto ¿tiene que ver de alguna manera, o tiene algún punto en común con la orientación de su seminario?

Sí tiene que ver. En mi proyecto cultural voy viendo de abajo arriba cómo se desarrolla el hombre. Los puntos culminantes de este proceso de crecimiento son el encuentro y el ideal de la unidad, y, con ello, el de la bondad, la verdad, la justicia, la belleza. La idea del acontecimiento está en la base del movimiento eclesial denominado “Comunión y liberación”. Se apoya en la convicción –tan destacada por Romano Guardini‒ de que debemos volver a lo concreto, por la profunda razón de que es entre los seres concretos donde se da la creatividad. En esta línea, mi método defiende una idea de la enseñanza por vía de descubrimiento. Comenzamos, muy en concreto, descubriendo las realidades que hacen posible la creatividad. Les llamo realidades abiertas o ámbitos. Al vincularse estas realidades, se vive un tipo de experiencias sumamente fecundas, que denomino experiencias reversibles o bidireccionales. Éstas alcanzan su máxima expresión en las experiencias de encuentro. A la luz del encuentro y los espléndidos frutos que nos reporta, descubrimos el ideal de nuestra vida, que es el ideal de la unidad. Si es auténtico, el ideal nos orienta hacia la plenitud y la felicidad. Como sabemos, el ideal de la unidad –que culmina en el ideal del amor‒  se halla en el núcleo del Cristianismo. Por eso mi proyecto formativo nos dispone para penetrar en lo más hondo de las ideas expresadas en la encíclica Deus caritas est.


¿En qué aspectos la crisis que estamos padeciendo actualmente tiene sus raíces en la falta de coherencia entre práctica empresarial, financiera,... y ética?

La empresa nace en la sociedad y amparada por la sociedad. Debe actuar con vistas a promover las personas que constituyen esa sociedad. Si el empresario se orienta hacia el falso ideal del egoísmo individualista, la vida humana se desquicia, y, con ella, esa actividad compleja y sensible que es la económico-empresarial.

¿Escasean auténticos líderes en nuestra sociedad a todos los niveles, y no sólo en el tejido empresarial?

Lamentablemente, no abundan. Podía aducir numerosos ejemplos de cómo no se ejerce el papel de guía. Tal vez falte una clara conciencia en las gentes de que esta tarea no es opcional.

¿Dispone la juventud actual de líderes válidos y consistentes a todos los niveles que les hagan crecer y desarrollarse como personas logradas, cabales, verdaderamente humanas, o más bien sus modelos o referencias carecen de auténtica autoridad moral?

En el mundo católico hemos tenido escritores muy lúcidos que irradian luz en  diversos aspectos de la vida. Nombres como Newman, Guardini, Marcel, Blondel, Thibon, Guitton, Mounier, Lacroix, Zubiri…, y tantos otros son verdaderas luminarias que nos dan luz para toda la vida. Actualmente, consuela advertir que florecen diversos movimientos juveniles de gran pujanza espiritual. Esa energía procede, en buena medida, de la orientación que les marcan sus líderes o guías, personas de gran altura espiritual y buena formación. Con todo el respeto que me merecen estos movimientos, pienso que les convendría cultivar una metodología intelectual precisa, que sabe aquilatar los términos, distinguir los distintos niveles de realidad y de conducta, ajustar las palabras a las realidades expresadas, estar alerta para delatar los procedimientos manipuladores que actualmente siembran la confusión entre las gentes. Esta labor de discernimiento metodológico ayuda no poco a la tarea de dar razón de la propia fe en un momento como éste tan confuso y desorientado, en el que numerosos prejuicios y malentendidos bloquean las mentes y amenguan la fuerza de voluntad. 

Por último, para madurar la autoconciencia, es decir la conciencia de la propia conciencia y dignidad, para poder estar de pie ante cualquier circunstancia de la vida, para afrontarla de la mejor manera posible, ¿qué camino o pasos propone usted?

Los cinco métodos que he elaborado y que constituyen mi proyecto formativo tienden a facilitar el tipo de formación que hoy necesitamos para no desorientarnos en el actual torbellino de ideas y lograr elevarnos a lo mejor de nosotros mismos. El análisis que hago de la lógica de los distintos niveles nos permite clarificar toda una serie de malentendidos sumamente perniciosos.

 

·         Por ejemplo, cuando se afirma contundentemente que la libertad y las normas se oponen, podemos contestar con toda sencillez y eficacia: “Se oponen en el nivel 1, pero en el nivel 2 pasa todo lo contrario; a mayor obediencia, mayor libertad, pero se trata de un tipo de libertad superior: la libertad creativa”.

·         Si alguien pregunta –como tantos jóvenes actuales‒  si hay una garantía de que el amor perdure, sabemos contestar lo siguiente: “La única garantía es que el amor sea auténtico. Si planteamos nuestras relaciones amorosas en el nivel 1, todo se desquicia, porque el verdadero quicio de tales relaciones es el encuentro, acontecimiento que, para darse, nos plantea unas condiciones, que hemos de cumplir: la generosidad, la cordialidad, la comunicación… Estas condiciones se llaman primero valores y luego virtudes, cuando las asumimos como principio de nuestra conducta. Si actuamos de modo virtuoso, damos firmeza, solidez, alta calidad a nuestra unión amorosa”. Ya lo dijo el sabio Aristóteles, en su Ética a Nicómaco, que “la amistad es lo más importante de la vida, pero auténticos amigos sólo pueden serlo las personas virtuosas”. 

 

¡Muchas gracias, D. Alfonso!