Estoy a favor de las redes sociales. Han revolucionado nuestra manera de estar en contacto, uniendo a familiares y amigos que se encuentran separados por la distancia geográfica, ya sea dentro de un mismo país o en el extranjero.

Como se ha dicho en otras ocasiones, son un recurso o medio muy creativo para comunicar un mensaje constructivo, dar a conocer la fe. Pues bien, movido por el deseo de aportar algo útil para mis seguidores de Instagram, se me ocurrió subir una fotografía del Papa Pío XII, correspondiente al 19 de julio de 1943, es decir, a la visita de emergencia que realizó al barrio de San Lorenzo, tras un intenso bombardeo norteamericano sobre Roma. Afortunadamente, la imagen tuvo una buena respuesta por parte de varios de los que me siguen, sin embargo, hubo uno que realmente me sorprendió. Le pareció bien la fotografía, sin embargo, criticó lo que él llamó “la pose del Papa”. ¿No es esto un síntoma de la extraña obsesión cultural de descalificar hasta los gestos más nobles por parte de la Iglesia? Lo anterior, sin olvidar que la “pose”, fue más bien el momento que la cámara captó, mientras el Papa oraba por las personas que habían sido brutalmente afectadas, al tiempo que se ponía en la línea de fuego para evitar un nuevo ataque.

Sigamos haciéndonos presentes en las redes sociales, pues aunque nunca nos faltarán detalles como el que les acabo de platicar, es un hecho que la mayoría de las personas lo reciben con gusto, con agrado, pues el Espíritu Santo está impreso en el ser humano, lo cual, a su vez, provoca que haya un renovado interés y entusiasmo por la fe. No hay que desanimarse, sino seguir adelante con una buena actitud.

  Les dejo la fotografía en cuestión. En lo personal, me llena de emoción, pues me parece un acto sincero, valiente e histórico de parte de un Papa que ha sido mal interpretado y sobre el que ya habrá tiempo de publicar un nuevo post. Por ahora, centrémonos en el hecho de la fe en las redes sociales.