Para ser precisos, se habrá votado que la tenga: decidir dónde y dársela efectivamente será después otra cuestión. Y es que el orden del día hecho público el pasado viernes 26 del pleno del Ayuntamiento que se celebrará hoy a las 9:00 hs. así lo expone en su punto 37:
 
            “Punto 37. Proposición nº 2012/8001064, presentada por el concejal don Jaime Lissavetzky, del Grupo Municipal Socialista de Madrid, interesando que se asigne el nombre de Santiago Carrillo a una vía o espacio singular de la ciudad”.
 
 
            Llama la atención que sea el pesoísmo y no Izquierda Unida quien realiza la propuesta. Algo que alguien de Izquierda Unida tendría que explicarnos. Por parte pesoíta, un homenaje quizás a los años de militancia en el Partido Socialista Obrero Español del responsable político (si sólo fue político) de las matanzas de Paracuellos del Jarama,  y ello aún haciendo tabla rasa de la pequeña bromita que le gastó al PSOE en marzo del 36 cuando le robó las juventudes socialistas para integrarlas en masa en el Partido Comunista a través de aquel engendro que se llamó Juventudes Socialistas Unificadas.
 
            En cuanto a la decisión, se tomará con el voto favorable de todos los partidos con representación en el consistorio menos uno, el Partido Popular. ¡¿Qué va a votar en contra el PP?! No por Dios, eso sería exhibir demasiado impúdicamente los principios y valores que debería representar, entre los cuales el de que los asesinos, ora por comisión, ora por omisión, no merecen tener calle en Madrid. No, con el voto en contra, no, sino con su abstención. Con lo que ahora se va a dar la divertida situación de que un PP con una mayoría absoluta en la cámara en cuestión, se verá obligado a ejecutar una decisión que no ha votado favorablemente. ¿Maricomplejines? Maricomplejazos, diría yo, incapaz de oponerse a la izquierda ni aún cuando las circunstancias le son más favorables y la razón se torna a su favor de la manera más flagrante. ¿Pero qué clase de mayoría necesita tener el Partido Popular en una cámara cualquiera de las muchas que abarrotan la geografía patria para oponerse a los homenajes a los más impresentables personajes de la historia española, cuando la sangre de sus víctimas está aún caliente?
 
            La votación, que tendrá lugar sobre las 12:3013:00 hs. se realizará mediante un curioso sistema sobre el que también tendrá que darnos alguien una explicación y que es, según parece, el que se utiliza en el ayuntamiento de la capital para las votaciones en el pleno, a saber: no vota cada concejal, ni a mano alzada ni en secreto, sino que votan los portavoces de cada grupo (cuatro en el ayuntamiento de Madrid), y cada voto computa como el número de concejales presentes en el pleno de ese partido. Por lo que mañana, el segundo divertimento consistirá en conocer cuántos son los concejales populares que deciden abandonar el pleno para que su voto no conste ni siquiera entre los de la abstención. Deberían ser unos catorce, ninguno de ellos del equipo de gobierno, todos concejales de distrito, si mañana, finalmente, no les tiemblan las piernas y hacen honor a la posición que han mantenido sobre el tema. 

         [Pues bien, al final han sido nueve; a cinco les temblaron las piernas. He aquí sus nombres: Fernando Martínez Vidal, José Antonio González, Luis Miguel Boto, Jesús Moreno, Joaquín Martínez, Eva Durán, Almudena Maíllo, Josefa Aguado y David Erguido. Mi reconocimiento y el de todos los españoles de bien a todos ellos]

            Una posición en la que no están sólos en el PP: amén de la mayoría de sus votantes a los que una vez más el Partido Popular deja huérfanos de representación, son de la opinión manifiesta de no otorgar calle a Santiago Carrillo en Madrid dirigentes tan significados como Esperanza Aguirre, y hay cuanto menos que suponerlo de José María Alvarez del Manzano, quien de hecho, declaró en varias ocasiones que siendo él alcalde, Dolores Ibárruri, por ejemplo, no tendría calle en la capital, y así ha venido siendo hasta la fecha. Imagino que con la de Carrillo se abre la veda, y detrás de ella vendrán muchas más. Un tercer divertimento: ¿cuánto tarda la izquierda en proponer la calle para la Pasio? Yo digo que no pasa un año.
 
            Mas divertimentos, el cuarto: conocer, más allá de su voto que será el de una elegante abstención, lo que dice en su discurso Pedro Calvo, que en su calidad de portavoz del grupo Popular en el Ayuntamiento de la capital, será el que tenga que explicar las razones de su partido para no votar contrariamente (ni tampoco a favor) de otorgar una calle a Carrillo. Calvo junto con Miguel Angel Villanueva o Angel Garrido, presidente del pleno, son destacados componentes de eso que se da en llamar el PPPop, simpático grupito dentro del partido con importantes logros ya en sus pocos años de existencia, como por ejemplo, el de haber reducido la representación del PP vasco a su mínimo quasi-histórico, desde los 19 escaños de Mayor Oreja hasta los 10 actuales.
 
            Otra apuesta divertida, la quinta: y UPyD ¿qué va a hacer UPyD? Apuesto por el voto favorable, ahora bien, como vote en contra ¿con qué cara le deja al PP? Podría ser una jugada. Sra. Díez. Si llega a tiempo Vd. de leer este artículo, ¿por qué no se lo piensa? Son muchos los votos que en Madrid le quita Vd. a los votantes defraudados del PP (y eso que cuanto más la oigo a Vd. más me convenzo de que no es Vd. la persona que esos votantes están buscando), a los que, a lo mejor, hasta termina Vd. de seducir con una jugada como la de votar negativamente la calle para el consejero de orden público al que en sólo dos meses, compañeros de su partido y de otros le mataron siete mil ciudadanos.
 
            Un penúltimo divertimento: provisto que efectivamente Carrillo tendrá calle en Madrid, ¿dónde la tendrá? Más de cien personas duermen en los cajones consistoriales el sueño eterno a la espera de la calle que alguna vez les fue adjudicada: ¿dormirá también el responsable político (y eso si sólo es político) de las matanzas de Paracuellos de Jarama el sueño de los justos en un cajón de los despachos consistoriales a la espera de su callecita?

            Y un séptimo y útimo: de recibirla ¿será la calle que conduce al cementerio? ¿será la salida a Paracuellos?
 
 
            ©L.A.
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