D. Guzmán Carriquiry: “se requiere una nueva evangelización”

 

 

El Secretario de la Comisión Pontificia para América Latina imparte una Jornada de Formación para los sacerdotes de la Diócesis de Cartagena

El Centro de Estudios Diocesano "San Fulgencio" (CETEP) ha acogido esta mañana la Jornada de Formación Permanente para sacerdotes, impartida por el Secretario de la Comisión Pontificia para América Latina, D. Guzmán Carriquiry. La presentación ha estado a cargo del Obispo de la Diócesis de Cartagena, Mons. D. José Manuel Lorca Planes, quien ha detallado el amplio currículum de Carriquiry, que está al servicio de la Santa Sede desde hace 40 años.

La conferencia ha versado sobre “La misión del Laicado en la Nueva Evangelización”. Carriquiry ha encuadrado su reflexión en tres grandes eventos de la catolicidad: el Año Sacerdotal que, ante una situación de crisis puso de manifiesto la grandeza y dignidad del don del sacerdocio; la Nueva Evangelización y el Año de la Fe convocado por el Santo Padre Benedicto XVI.

El Secretario de la Comisión Pontificia para América Latina ha incidido en “el don más rico que ha recibido España: la tradición católica”. No obstante, ha disertado sobre el proceso de descristianización creciente en los últimos años, la disminución de prácticas religiosas y la ignorancia desde el punto de vista religioso. Además, ha precisado que “la sociedad del consumo y el espectáculo funciona como una máquina de distracción y banalización de la conciencia humana”. Asimismo, ha explicado que todo esto conlleva a una gran dificultad en la transmisión de la fe. “Pero no debemos limitarnos a los lamentos y las críticas”- ha añadido. De este modo,  ha subrayado que todas estas circunstancias  definen la misión de la Iglesia y  determinan su prioridad: "la fidelidad a Jesucristo."

D. Guzmán Carriquiry ha hecho referencia al magisterio del Pontífice Benedicto XVI, asegurando que “nos ayuda a valorar la preciosa herencia de ser cristianos”. “Se necesita que se arraigue más profundamente en el corazón, en la inteligencia y en la vida de las personas. Se requiere sin demora una nueva evangelización”- ha aseverado.  En este sentido, ha comentado que las palabras del beato Juan Pablo II de “abrir las puertas a Cristo de par en par” son el preludio de una intensa acción misionera para la Iglesia.

Ha recordado a los sacerdotes que las parroquiias NO SON "estaciones de servicio" donde se reposta cuando interesa. Han de ser comunidades vivas, donde el Pastor conoce a las ovejas, y se preocupa de la que falta. Hoy la parábola de la oveja perdida habría que invertirla, ya que muchas veces son las noventa y nueva las que se han marchado y se ha quedado solo una.
 
    No hay que despreciar la "religiosidad popular", pero hay que llenarla de contenido para que las hermandades y cofradías no se secularicen huyendo de la Iglesia. Hay que denunciar las desviaciones, pero poniendo buena cara, ya que todos necesitamos un poco de paz y amabilidad.

    Lo importante no son los planes pastorales, sino el encuentro personal con Cristo en la comunidad. Hay que imitar a Benedicto XVI, que enseña las verdades más profundas con un lenguaje y una pedagogía que todo el mundo lo entiende.