Lo publicó Intereconomía en un documental televisivo y no tengo motivos para dudar de que se trate efectivamente de una investigación minuciosa y rigurosa. Ahí van algunos datitos, para que sepa Vd. lo que nos cuesta a los contribuyentes españoles, que no a los militantes que voluntariamente así lo deseen y lo decidan, los sindicatos españoles. Unos datos que a lo mejor sirven para explicar algunos pormenores sin ninguna importancia de los que inspiraron la huelga general del pasado 29 de marzo.

 
            Los sindicatos españoles UGT y Comisiones Obreras cobran de la Administración Central casi 16 millones de euros (2.662 millones de pesetas). Que ni siquiera es más de lo que reciben de algunas administraciones regionales: de 2004 a 2009 esos mismos sindicatos han recibido de la Administración autonómica andaluza 265 millones de euros, una media de casi 42 millones de euros (6.988 millones de pesetas) por año.
 
            Un sindicato como LAB, de simpatías bien conocidas que no hace falta ni comentar, recibe del estado la friolera de 231.000 euros.
 
            Las sedes que ocupan los sindicatos españoles, unos 600.000 metros cuadrados, pertenecen al estado, el cual se las cede gratuitamente, lo que representa grosso modo, un ahorro de 180 millones de euros.
 
            Amén de ello, reciben (junto con la CEOE) para lo que se da en llamar formación continua de trabajadores una cantidad de 2.236 millones de euros los cuales cobran antes de comenzar los cursos (que les pregunten a los empresarios españoles lo que les cuesta la financiación de sus actividades), una actividad a la que sólo UGT destina 167 centros, muchos de los cuales pertenecientes a militantes del sindicato.
 
            El número de liberados sindicales lo estima el citado reportaje en 350.000, 200.000 de los cuales militantes de UGT y de Comisiones Obreras (más de un 1% de los trabajadores españoles son liberados de UGT y de Comisiones Obreras).
 
            Por si todo esto fuera poco, las subvenciones sindicales han crecido de 2006 a 2009, es decir ya en plena crisis, un 50%.
 
            A mi me parece muy bien que los sindicatos existan, como me parece muy bien la función que tienen constitucionalmente encomendada. Lo que no me parece muy bien es que su inmenso coste lo tengamos que pagar todos los españoles, los que trabajan y los que no, los que quieren militar en un sindicato y los que no quieren hacerlo. Los sindicatos han de ser financiados por sus militantes, y sólo por sus militantes. Lo que por otro lado no es ni una quimera ni una excepcionalidad, antes al contrario es el sistema normal de financiación que para los sindicatos rige en muchos de los países de nuestro entorno. Concretamente en Alemania, como manifestó “el presidente de la Confederación de Sindicatos Alemanes (DGB), Michael Sommer a preguntas de esRadio [el cual valoró] esta independencia porque así no dependen de ningún partido político” (Libertad Digital 3 de febrero de 2011).
 
 
            ©L.A.
           
 
 
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