He tenido la oportunidad de ver, en una sesión de pre-estreno organizada por la Universidad Católica de Murcia, la película que nos narra la vida heroica del sacerdote polaco Popielusko. Hace tres años tuve la dicha de visitar su sepultura-mausoleo en los jardines de la Parroquia de San Estanislao de Kostka en Varsovia. Puede observar que era venerado como un héroe nacional. El magnífico museo parroquial dedicado a él recoge toda su vida y sus recuerdos personales. Y en la nave central de la iglesia penden las banderas de toda Polonia.

            Me interesé por su vida, que antes de la proyección de la película nos resumió el Cónsul Honorario de Polonia en Murcia. La vida del Padre Jerzy Popieluszko, capellán  del movimiento social "Solidaridad" que se opuso a la dominación soviética en Polonia, es una "historia universal", según el director de "Popieluszko", Rafal Wieczynski, que ha llevado al cine la figura de un hombre que luchó hasta el final "por sus convicciones".
            Wieczynski se interesó por esta historia que ha marcado una época dolorosa, y por otro lado gloriosa, de la Polonia de finales del siglo XX. Y quiso contarla con todo su dramatismo y crudeza. Optó por presentar el realismo de los hechos sin dulcificar nada. Quería mostrar un ejemplo a los jóvenes que no conocieron los hechos directamente. Polonia aparece como el paradigma de lo que se es capaz de hacer cuando nos une la fe y el amor a la verdad.
             El sacerdote diocesano  Popieluszko se muestra voluntario para ser el capellán de un movimiento que iba a movilizar a gran parte de los obreros de una Polonia,  dominada por la dictadura de un comunismo en su más pura esencia. Como capellán les celebra la Misa y les atiende en sus necesidades, incluso materiales.
            La explosión  de este movimiento tuvo lugar con la huelga de los obreros de la fábrica de fundición Huta Warszawa, en el verano de 1980. Con esta huelga nace el célebre sindicato obrero "Solidaridad". Este acontecimiento puso en marcha la maquinaria represiva del gobierno comunista polaco, en su versión más sanguinaria. Los sacerdotes, como Popieluszko, acompañaron siempre a los obreros en sus reivindicaciones. Luchaban por una Polonia libre, y por una Iglesia sin trabas.
            Empezó una larga y penosa persecución contra este sacerdote, que culminó con el secuestro y martirio el 19 de octubre de 1984 por orden del mismo gobierno. Su cuerpo apareció maltratado y maniatado en las aguas del lago que había junto a la carretera por donde circulaba en un coche con un amigo. El siempre había pedido a Dios no morir solo, sino con algún testigo que contara los hechos.
            La película está muy conseguida, y te mantiene atento a la pantalla hasta el final, que realmente es lamentable, pero narrado tal y como ocurrieron los hechos. A raíz de este suceso empezaría a nacer una nueva Polonia, la que desde hace mil años a mantenido la fe en Jesucristo.
            Hay que señalar que los actores, y en especial el que encarna el papel del sacerdote, son una maravilla de interpretación. Con toda naturalidad, y con todo dramatismo, te introducen en esos años de historia que le hizo a Juan Pablo II clamar fuertemente por la libertad de su Patria.
            Desde que estuve en la Parroquia de San Estanislao de Kostka llevo una estampa del sacerdote Popieluszko en mi agenda. Le rezo para que nos de a todos los sacerdotes la valentía de luchar contra la mentira, estando convencidos de que la libertad está en nosotros. Y que a la libertad llegamos por la Verdad.
            Recomiendo vivamente que se vea esta película POPIELUSZKO, que a nadie dejará indiferente.

Trailer de la película:

www.youtube.com/watch
Juan García Inza
Juan.grciainza@gmail.com