-El regalo mejor que Jesús nos dejó a todos los que creemos en él ha sido la Eucaristía.

-Absolutamente nada de todo lo bueno que existe admite comparación con la santa misa

-Ningún santo o cristiano consciente ha prescindido del sacramento del AMOR.

-La obra diaria que más agrada a Dios y aprovecha al hombre es la comunión en la misa

-En cada misa se actualiza el único sacrificio propiciatorio del Hijo agradable al Padre.

-Un cristiano bien formado procurará participar a diario en la eucaristía.

-Para poder acceder con provecho a la comunión: Fe, 1 hora de ayuno y el alma limpia.

-Quien comulga en pecado mortal, “come su propia condenación”= sacrilegio.

-Si fuera la última comunión de mi vida, con qué fe, amor, fervor comulgaríamos todos

-Ni las devociones más santas-peregrinaciones-viacrucis-ayunos-penitencias etc, se pueden comparar con el valor de una sola eucaristía.

-Nada aprovecha más a un difunto que aplicar por él, el santo sacrificio de la misa.

- La misa no es bonita ni feita, ni algo mágico o solo banquete festivo, es ante todo la presencia de Jesucristo que se ofrece en el altar por nuestros pecados.

-Sin fe y sin la gracia de Dios, es imposible comprender el misterio de la fe cristiana.

-Quien comulga en gracia recibe el cuerpo, sangre, alma y divinidad de Jesús.

MIGUEL RIVILLA SAN MARTIN