Hace unos días tuvimos la oportunidad de viajar a la ciudad de Úbeda. Al que la conozca bien no es necesario que le pondere la belleza y la espiritualidad que se respiran allí. Los naturales dicen que viven en un paraíso. Lo creo.

Nos vimos especialmente conmovidos cuando entramos a rezar al oratorio de la iglesia de San Miguel, de los carmelitas descalzos.

Allí, ante los recuerdos del “senequita” de Santa Teresa, San Juan de la Cruz, pudimos rezar por muchas cosas: por la Iglesia, por España, por tantas peticiones… y por el alma y la obra de otro Miguel, en este caso quien fuera nuestro inspirador y de quien nos consideramos, aunque torpes, esforzados paladines: el Reverendo Padre D. Miguel de Bernabé Ibáñez, a cuya memoria, en este día de su onomástica, ofrecemos este post.

Además, hoy se cumplen nueve años desde que empezó este blog, en el que hemos hablado de la Guía del Hombre, el Semicristianismo (le herejía sin nombre), la praxis seglar, entorno, evangelización, inteligencia... y tantas otras cosas que incluso han dado lugar a un libro. Qué mejor día para, tras unos meses de parón, reanudar las publicaciones. Sólo nos queda animar -y agradecer- a nuestros lectores, a seguirnos nuevamente para contarles cosas que, a pesar de nuestras limitaciones, por la calidad de las ideas estamos seguro que les van a ser de vital interés.

¡Uno para todos y todos para Uno!

 

Los Tres Mosqueteros