El lunes 5 de diciembre de 2011 un fiel muy devoto del Islam se lanzó con su coche bomba contra mujeres y niños que participaban en Irak en la procesión religiosa musulmana chiíta de la Ashura. El islamikaze sunnita consiguió eliminar a 16 conciudadanos y correligionarios musulmanes, dejando 45 heridos en nombre del Islam, pero de distinta confesión, la chiíta.

En otra procesión chiíta de la Ashura, otro musulmán sunnita y ferviente del Islam lanzó dos bombas contra mujeres y niños musulmanes chiítas, en esta caso consiguió eliminar a 6 correligionarios musulmanes y herir a otros 15. En las afueras de Bagdad fueron asesinados otros 11 musulmanes y resultaron heridos otros 38 por el lanzamiento de granadas sobre la multitud. [1]

Estas acciones islamistas se han repetido el 6 de diciembre en Afganistán, por ahora se llevan contabilizadas más de más de una cincuentena de heridos y 53 musulmanes chiítas asesinados por conciudadanos y correligionarios musulmanes sunnitas. [2]

A diario se perpetran atentados entre musulmanes chiítas contra sunnitas y viceversa, también es habitual los asesinatos entre sectores más islamizados contra otros menos islamizados.
El substrato ideológico de todos estos crímenes es el supremacismo islámico que considera que el fin justifica los medios, y que aunque “pueda parecer cruel asesinar correligionarios, la implementación del Islam justifica los atentados”.

Si esto es lo que cometen contra sus propios conciudadanos y correligionarios, separados por algunos insignificantes matices religiosos, ¿qué es lo que harían con aquellos a los que consideran infieles, judíos y cristianos, si pudieran actuar libremente?

NOTAS

[1] http://www.dailytimes.com.pk/default.asp?page=2011%5C12%5C06%5Cstory_612-2011_pg7_1

[2] http://www.libertaddigital.com/mundo/201112-06/dos-atentados-contra-chiis-afganos-dejan-al-menos-34-muertos1276443456/