Ayer 26 de noviembre, han entrado nuestros hermanos musulmanes en su nuevo año, que hace el año 1433 A.H (anno hegirae) de su era. Un día que a diferencia de los cristianos, se celebra más bien con ayunos que con festines, así como haciendo caridad (sakat) y leyendo el Corán.
 
            El año musulmán comienza con el primer día del mes de muharram, el cual pone fin al vigésimo noveno y último día del mes de du al-hiyya del año que termina. El pasado año 1432 comenzó coincidiendo con nuestro 7 de diciembre de 2010.
 
            El calendario hegiriano es el oficial del mundo islámico, y lo es desde que el segundo califa, Umar, en el año 639, tomara la decisión de convertir la hégira (del árabe hiÿra), o emigración del profeta Mahoma hacia Medina, ocurrida el 16 de julio del 622 de nuestra era, en el día 1 de la era musulmana.
 
            El calendario islámico está fundado sobre un ciclo de 12 meses, algo ordenado nada menos que en el Corán:
 
            “El número de meses para Dios es de doce. Fueron escritos en la Escritura el día que creó los cielos y la tierra” (C. 9, 36)
 
            Meses que son lunares, es decir, se corresponden con el ciclo de la luna. Empiezan, pues, con la luna nueva, y terminan con la luna llena. Y como la luna tarda 29,53 días, -o lo que es lo mismo, 29 días, 12 horas, 43 minutos y 12 segundos-, en completar su ciclo sobre la tierra, el desfase se resuelve en el calendario islámico mediante dos ajustes.
 
            El primero es un ajuste mensual que lleva a alternar seis meses de 30 días, los impares (el primero, muharram; el tercero, rabi´ al-awwal; el quinto, yumada al-wula; el séptimo, rayab; el noveno, ramadán; el undécimo, du al-qa´da), con seis meses de 29 días, los pares (el segundo, safar; el cuarto, rabi´ al-thani; el sexto, yumada al-thania; el octavo, sha´abán; el décimo, shawwal; el duodécimo, du al-hiyya). Todo lo cual completa años de 354 días.
 
            El segundo es un ajuste anual que lleva a alternar diecinueve años de 354 días o años simples, con otros once de 355 días, llamados intercalares o kabisa. Son años intercalares el 2º, el 5º, el 7º, el 10º, el 13º, el 16º, el 18º, el 21º, el 24º, el 26º y el 29º de cada ciclo de treinta años. Ese día suplementario que se produce once años de cada treinta, se añade al último mes del año, du al-hiyya que pasa de tener veintinueve días a tener treinta.

            Todo lo cual configura un año estrictamente lunar, sin ninguna relación con el ciclo solar, cuya primera implicación es que las estaciones caen en diferente fecha cada año.

            La fórmula para pasar del año musulmán al gregoriano es la siguiente:
 
 
G= (32H/33)+622
 

            La fórmula para pasar del año gregoriano al musulmán es ésta:
 
H= 33(G-622)/32
 

            Donde H es el año de la hégira o musulmán, y G el año cristiano o gregoriano.

            El año 1433 que ahora comienza será intercalar, como lo fue el 1431 -no lo ha sido en cambio el 1432 que acaba de finalizar-y terminará el próximo día 14 de noviembre de 2012.
 
            Feliz año pues, sana saiida a nuestros amigos musulmanes, y que el año 1433 A.H. sea un año cargado para ellos de felicidad y prosperidad, en el que los movimientos y revoluciones que asuelan a tantos países árabes y no árabes, culminen con el logro de la libertad y el respeto de los derechos humanos de todos.
 
 
            ©L.A.
           
 
 
 
 
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