Con motivo de tan meritorio aniversario del programa de radio en el que participo desde hace más de un año (lo que quiere decir que también yo estoy de aniversario, cumpliendo más o menos mi medio centenar de programas), publico a continuación la entrevista que mi compañero de programa (y habitual comentarista de esta columna; y gran escritor; y uno de los grandes especialistas españoles en la figura del Coronel Casado y en el período final de nuestra Guerra Civil), Luis Español, le realiza al director del mismo, Javier Angel Ramírez (y arquitecto; y doctor ingeniero de minas, y profesor universitario; y gran director de radio, como comprobarán si alguna vez deciden Vds. conectarse con nosotros en Radio María, los jueves en su primera hora, esto es, desde la medianoche a la una de la mañana).
 
            Sin más preámbulos pues, cedo la palabra a mis insignes compañeros de programa:
 
            “Javier Ángel Ramírez Masferrer es doctor ingeniero de minas, arquitecto, profesor en la Universidad Politécnica de Madrid, secretario de una cátedra UNESCO y director de un grupo de innovación educativa. Dirige el prestigioso programa de divulgación científica Diálogos con la Ciencia en Radio María –una emisora con más de un millón de oyentes- y como el próximo miércoles celebra su programa 200, nos concede una entrevista.
 
            Pregunta: Felicidades Sr. Ramírez por el programa y por esa continuidad. ¿Cómo piensan celebrar el acontecimiento?
 
            Respuesta: Trabajando en el próximo programa, ¿cómo si no?
 
            P. Radio María es una radio católica, dirigida por un sacerdote y cuyas emisiones consisten, esencialmente, en oraciones, sermones y la emisión de música religiosa. ¿Cómo encaja un programa de Ciencia en ese marco?
 
            R. Con gran naturalidad. Tenemos un público muy variado al que le interesan y entretienen las cuestiones científicas.
 
            P. Tengo que hacerle una pregunta obligada, por banal que sea: ¿se puede tener fe y ser científico?
 
            R. No sólo se puede, incluso se debe.
 
            P. ¿No se opone el cristianismo a la ciencia?
 
            R. Al contrario. Más del noventa por ciento de los grandes científicos han sido cristianos practicantes. Y no sólo Galileo, Newton o Leibniz, también científicos modernos están impregnados de religiosidad. Yo como católico me encuentro muy cómodo con una fe que aplica el método de estudio científico para realizar sus afirmaciones.
 
            P. ¿Qué formula sigue su programa?
 
            R. Proporcionamos noticias, mantenemos varias secciones, que han ido cambiando con el tiempo igual que los colaboradores. Piense que la filosofía de Radio María consiste en basarlo todo en el voluntariado y, forzosamente, distintos colaboradores vienen y van en función de sus demás obligaciones. El aspecto más interesante es quizá la entrevista que realizamos cada semana a un personaje, generalmente un científico.
 
            P. ¿Recuerda Vd. algunos de los personajes que han pasado por su programa?
 
            R. ¡Son tantos! El padre Manuel Carreira, el biólogo y filósofo Carlos Castrodeza –quizás el mayor experto mundial sobre Darwin y el darwinismo - Pablo Labarga, autoridad internacional sobre el Sida, un prestigioso archivero como Pablo Martín Rodríguez, el economista Ernesto Fernández... De verdad, son muchos. Mire, el pasado jueves 25 cumplía el sistema operativo Linux veinte años, así que invitamos al presidente de Hispalinux, José María Lancho. Siempre procuramos que el invitado responda a un acontecimiento.
 
            P. En su programa se habla mucho de ciencia, pero también hay una constante defensa de la vida. Todos los responsables de las campañas pro-vida en España, desde el doctor Poveda a Gádor Joya pasando por representantes de la Fundación Madrina o Hazteoir han utilizado los micros de Diálogos con la Ciencia. Entiendo la defensa de una línea provida en una emisora católica, pero ¿qué tiene que ver la defensa de la Vida con un programa científico?
 
            R. Tiene que verlo todo. La Ciencia no puede dejar nunca de ser humana, de estar al servicio de las personas. Fíjese en que los peores totalitarismos siempre han pretendido ser científicos: se supone que el comunismo se deriva de una visión científica de la economía, o que el nazismo es consecuencia de un estudio científico de la raza… En nombre de falsas ciencias se han asesinado millones de seres humanos. La falsa ciencia necesita cosificar a los seres humanos, humillarlos, negarles su esencial originalidad, como esas ministras que dicen que el embrión de un ser humano no es humano. Sin embargo sabemos que del embrión humano sale un ser humano y del embrión de un gato, sale un gato, no un ratón. Usted y yo hemos sido embriones, embriones humanos, obviamente. Históricamente, la ciencia siempre ha ido dando la razón a los provida de cada época.
 
            P. Pero muchas personas discrepan con lo que Vd. afirma.
 
            R. Discrepar no es malo, ¡al contrario!, cuando se hace con honestidad, conocimiento y sin servir otros intereses. Lo malo es que muchos olvidan la necesaria humildad que debemos tener ante la Vida y la realidad. La historia es una maestra de modestia. Todas las generaciones han creído que su época era la buena y que quienes les precedieron se equivocaban. A nosotros nos ocurre lo mismo. Nuestros hijos sabrán que hemos cometido errores; las futuras generaciones mirarán con horror algunos de nuestros actos al igual que nosotros miramos con desprecio instituciones del pasado como la esclavitud, con la que convivieron nuestros mayores.
 
            P. Hablando de vida, su tesis doctoral trataba de recuperación de aguas, ¿no?
 
            R. Sí, sobre cómo usar métodos naturales pasivos para limpiar las aguas contaminadas de las minas. Siempre me ha asombrado la capacidad de la naturaleza para regenerarse. Era un tema muy bonito y bastante nuevo para su época. Una tesis ecológica, casi ecologista…
 
            P. Como profesor, ¿en qué cree que debe mejorar nuestro sistema educativo?
 
            R. Para mí un problema importante es la falta de motivación. No sé qué ocurre en Bachillerato que nos llegan chicos que dejan de lado el placer de estudiar, de saber, el placer de descubrir… Además, en Bachillerato te lo enseñan todo muy mascadito, te acostumbras a que los problemas tengan una solución aplicando unas fórmulas, ¡algo totalmente irreal! La mayor parte de las cuestiones, en Ciencia, están sin resolver y a veces ni siquiera correctamente planteadas. En realidad no sabemos nada. Tenemos que aprender a mirarlo todo con ojos nuevos y curiosos, como miran los niños.
 
            P. Ese placer, ¿cómo lo descubrió Vd.?¿A qué atribuye su vocación?
 
            R. Esencialmente a mi entorno familiar. Crecer rodeado de libros es un buen marco para aficionarte a la lectura.
 
            P. ¿En qué cree que debemos mejorar?
 
            R. En rehuir el dogmatismo. Replantearse los temas es muy saludable…
 
            P. ¿Podría darnos algún ejemplo?
 
            R. No sabemos nada, ni siquiera qué es un electrón, ni como sabe el océano que ahí está la luna, para que haya mareas…
 
            P. Felicidades, profesor, por estos cuatro años…
 
            R. Bueno, en realidad son diez. Radio María empezó en un sótano, y yo colaboraba en un programa sobre Vida…
 
            Nada sorprendente, la verdad...”