Los medios estaban más atentos a las propuestas del gobierno italiano para afrontar la crisis y reducir el déficit que a lo que ocurría en Madrid. A pesar de esto, el evento fue cubierto ampliamente en los distintos medios informativos.


COLABORADOR  INVITADO:

P. Fernando Pascual Aguirre de Cárcer, L.C.

Nació en Barcelona en 1961. Ha estudiado humanidades en Salamanca, Filosofía, Teología y Bioética en Roma. Recibió el doctorado en Filosofía en 1995,  y la licenciatura en Teología en 1997. Actualmente enseña Filosofía y Bioética en el Ateneo Regina Apostolorum (Roma). Ha publicado, entre otros, los siguientes libros: "Educación y comunicación en Platón" (1996), "Abrir ventanas al amor" (2000), "La vida como don" (2002), "Modelos de bioética" (2005) y "Valores, bioética y vida social" (2009). Es sacerdote de la congregación de los Legionarios de Cristo.



La Jornada Mundial de la Juventud 2011 (Madrid, del 16 al 21 de agosto), encontró buena acogida, aunque no prioritaria, en la prensa italiana. Durante los días del encuentro de los jóvenes con el Papa, los medios estaban más atentos a las propuestas del gobierno italiano para afrontar la crisis y reducir el déficit que a lo que ocurría en Madrid.

A pesar de esto, el evento fue cubierto ampliamente en los distintos medios informativos. El canal 1 de noticias (TG1) prestó atención inicialmente a las protestas contra la Jornada, pero luego se centró en el éxito y la acogida de los jóvenes hacia el Papa Benedicto XVI.

En cuanto a la prensa escrita, veamos algunos medios. “Il Corriere della Sera”, de línea moderadamente progresista (abierto a la voz de la Iglesia y a la de quienes la atacan), publicaba el lunes 22 de agosto, tras la masiva misa del domingo 21, un editorial firmado por Aldo Cazzullo que explicaba cómo la Iglesia, sin someterse a la mentalidad moderna, había sabido atraer hacia sí al mundo.

“La Repubblica”, un diario claramente anticatólico, hablaba, el día 22, del triunfo político y de imagen de Benedicto XVI. Los dos millones de jóvenes (es la cifra recogida por el periódico) habían superado todas las previsiones y supusieron un éxito inesperado de consenso y de participación.

El periódico del que había sido el Partido Comunista Italiano, “L´Unità”, subrayaba, en un servicio publicado el 23 de agosto, el fracaso de la manifestación laicista, a la que daba una cifra de 2000 participantes. Varios días antes, el 18, ofreció un análisis positivo sobre el inicio de la JMJ, mostrando cómo el encuentro de Madrid había convocado a jóvenes de 193 países del mundo, mientras que en la JMJ de Colonia (2005) los jóvenes provenían sólo de 120 países.

“Il Giornale”, periódico favorable a Berlusconi y a su partido, hablaba, el 21 de agosto, de “triunfo diplomático” de Benedicto XVI, y subrayaba cómo los jóvenes se consideraban a sí mismos como la generación de Ratzinger, sin comparar al nuevo Papa con Wojtyla.

El periódico “La Stampa” (de línea liberal-progresista) ofreció el 20 de agosto un artículo para subrayar el hecho de que el Papa hubiera querido escuchar confesiones en Madrid. Dos días antes, el 18, un artículo aludía a la “conversión” de Zapatero, por haber aparecido por sorpresa a saludar al Papa a su llegada a España.

El servicio preparado por “Avvenire” el día 21 de agosto (“Avvenire” es un periódico de inspiración católica promovido por los obispos italianos), se fijaba en “la juventud del Papa” (un grito muy presente en la JMJ) y en el mensaje de la homilía sobre la fe en Cristo. Terminaba el artículo con la mirada puesta en Río de Janeiro, la JMJ que tendrá lugar, Dios mediante, el año 2013.

En general, la valoración ha sido positiva en Italia. Un encuentro de tantos miles y miles de jóvenes suscita la atención de los medios, también en Italia donde la presencia de la Iglesia en la vida pública es muy percibida y apreciada por casi todas las fuerzas sociales.

Pero la prensa, ni en Italia ni en ningún otro lugar, podrá llegar a presentar una realidad más viva y más profunda: la huella que ha quedado en el corazón de los participantes. Algo que sólo conocen, y no del todo bien, los mismos jóvenes...