Massimo Borghesi es profesor ordinario de Filosofía Moral en la Facultad de Letras y Filosofía (Humanidades) de la Universidad de Perugia. 
He querido entrevistarle debido a la gran relevancia de su pensamiento, a mi amistad con él a través de facebook y a que tiene previsto intervenir en el Meeting de Rimini 2011. La conversación se ha desarrollado en italiano, la cual transcribo en español. 

Es autor de las siguientes publicaciones: La figura di Cristo in Hegel (Studium, Roma, 1983); Romano Guardini. Dialettica e antropologia (Studium, Roma, 1990, 2004); L’età dello Spirito in Hegel. Dal Vangelo “storico” al Vangelo “eterno” (Studium, Roma, 1995); Posmodernidad y cristianismo (Encuentro, Madrid, 1997); Il soggetto assente. Educazione e scuola tra memoria e nichilismo (Itaca, Castel Bolognese, 2005 – Ediz. spagnola , El sujeto ausente. Educación y escuela entre el nihilismo y la memoria,Madrid, 2005 – Lima, 2007); Secolarizzazione e nichilismo. Cristianesimo e cultura contemporanea (Cantagalli, Siena, 2005 – Ediz. spagnola, Secularización Y nihilismo. Cristianismo y cultura contemporanea, Encuentro, Madrid, 2007); L’era dello Spirito. Secolarizzazione ed escatologia moderna (Studium, Roma, 2008); Maestri e testimoni. Profili filosofico-teologici del ‘900 (Edizioni Messaggero, Padova, 2009); Augusto Del Noce. La legittimazione critica del moderno, (Marietti, Genova-Milano  2011). 

 

¿Qué significa para usted el lema del Meeting de Rimini 2011, que se va a celebrar entre los próximos 21 y 27 de agosto "Y la existencia se llena de una inmensa certidumbre" ? ¿Qué se pretende comunicar a este mundo con una mentalidad relativista ciertamente alejada de la consideración de una verdad objetiva?

La existencia “puede” llegar a ser “una certeza inmensa” sólo si “se convierte". El don de reconocer a un "Otro", al Misterio presente, puede abrir a una certeza capaz de desafiar la duda y al profundo escepticismo de hoy. La "certeza" de la que habla el Meeting es una propuesta destinada a todos, no una afirmación dialéctica contra el mundo. Por contra tendríamos una respuesta “reaccionaria”,  ideológica. La esperanza cristiana se basa en una positividad gratuitamente encontrada. La "certeza" de la vida es el resultado de un gran amor.

 
¿Cuáles son las contribuciones o propuestas concretas del Meeting de Rimini que desde el punto de vista político, económico y moral se presentan como más decisivas y atrayentes en el momento actual? ¿Puede resumirnos las intervenciones que va a tener usted?

El Meeting de Rimini supone en este momento, en Europa, una de las más grandes manifestaciones de cultura, teatro, música. En un lugar ideal sin precedentes constituido por miles de personas, especialmente jóvenes, una oportunidad única de encuentro, debate y amistad. Lo que en su origen fue una posición humana marcada por el cristianismo se ha vuelto verdaderamente increíble.

En cuanto a mi participación, me invitaron a presentar mi libro de Augusto Del Noce “La legitimación crítica de la modernidad”, dedicada a uno de los más grandes intelectuales católicos del 900, publicado recientemente por Marietti, y el título de Antonio Socci “La guerra contra Jesús” (Ed. Rizzoli) que trata de la crítica anticristiana en el transcurso de los últimos dos siglos. Asistiré, además, a un encuentro sobre "El deseo, el pueblo y los partidos", un tema de candente actualidad en el contexto de la crisis del sistema político en Italia.

 

¿Qué cuestiones más urgentes tiene la educación hoy en día en el mundo, quiénes son los responsables y cómo hemos de afrontarlas los educadores, los padres y todos los agentes implicados? ¿Cómo ve la situación de la educación en España?

La crisis de la educación es hoy sin duda uno de los principales temas en los que se cuestiona la relación universidad-escuela-familia-sociedad. A menudo con resultados modestos. La crisis se duplica. Se trata tanto de la personalidad del educador, que se ha convertido en un maestro de una simple "información técnica", como del contenido del saber que,  en un proceso de formalización, ha perdido la relación con el factor humano, con el nivel existencial de los jóvenes estudiantes. Un tipo de estéril positivismo ha perdido el significado de la educación y la transmisión de saberes. He tratado acerca de este argumento en mi libro “El sujeto ausente. Educación y escuela entre el nihilismo y la memoria” (Encuentro, Madrid 2005). El problema no se da sólo en España sino en todo Occidente. Es a partir de los años 60 cuando la cultura “humanista” padece un proceso de disolución sin precedentes. La crisis en la educación actual es una consecuencia de ese proceso.



Usted está presente en facebook, y tiene más de 700 amigos, ¿piensa que todos los docentes y educadores en general debieran estar más conectados a las redes sociales? ¿por qué?

Facebook es una magnífica oportunidad para establecer contactos, conocimientos y transmitir ideas. Como cualquier oportunidad, puede ser desperdiciada y resolverse solo con una gran pérdida de tiempo en la creación de relaciones ambiguas, no auténticas. Depende del uso y de su propósito. Creo que podría ser interesante sólo si se practica en un ambiente ideal que permita seleccionar los interlocutores ideales.

  

¿Cuál es su opinión acerca del tratamiento de la información religiosa sobre la Iglesia y el Papa? ¿Se puede decir, como afirman ciertos vaticanistas, periodistas y comunicadores cristianos, que estamos asistiendo hoy en díaa una persecución contra los católicos en todo el mundo?

Creo que muchos problemas surgen desde el interior de la Iglesia, por la incapacidad de comunicar adecuadamente la posición cristiana, la del Papa en particular. Dicho esto está claro que se ha de contar con una cierta desconfianza por parte de los medios de comunicación, y contra el catolicismo en general. La cultura secular requiere, por definición, la posición religiosa. Los prejuicios son bien conocidos: la Iglesia es una expresión de autoritarismo, de espíritu antimoderno, de intolerancia, etc. Esto no debe conducir a la autocompasión y a la mera reacción. Los cristianos están llamados a responder con inteligencia a la crítica, dando razón de su postura.

 

¿Va a asistir usted al encuentro de la JMJ 2011 en Madrid? ¿Qué le diría a un joven español para animarle a escuchar y hacer caso al Papa o participar de dicho encuentro como asistente o voluntario?

No tengo previsto ir a Madrid, pero yo le diría a los jóvenes que estén dispuestos para acoger y escuchar con atención a este "viejo" Papa, que tiene el corazón de un joven y la sencillez de un niño. Y una de las últimas grandes figuras espirituales de nuestro tiempo. Un enamorado de Cristo, de su unicidad, de su belleza. Sería un pecado para los jóvenes españoles perder esta ocasión.