Juan Pablo no dejó indiferente a nadie durante su vida. Su personalidad y compromiso nos condujeron durante muchos años y su recuerdo permanece en la mente de muchos de nosotros. 
 
Puedo resumir en tres palabras lo que su ejemplo me comunica: compromiso, entrega y autenticidad. Aunque sé que intento el imposible de simplifica un universo de vivencias y recuerdos en tres golpes de voz.
 
Nos dijo que no tuviéramos miedo en encontrarnos con Jesús. Que navegáramos mar adentro. Que la peor prisión es un corazón cerrado. Que amar es lo contrario de utilizar. Sería imposible decir más en tan pocas palabras. El Espíritu lo hizo posible y debemos estar agradecidos.
 
Hoy 1 de mayo podemos ver como su figura sigue guiándonos con maestría y afecto y eso merece que demos gracias a Dios.
 
Gracias Señor por tan buen Papa. Gracias Señor por darnos tan buen ejemplo. Totus Tuus.