Los caídos en España en esta tercera guerra mundial

Leo en Internet esta noticia sobre el coronavirus en China. China se detuvo hace unos días en una jornada de duelo nacional en homenaje a las más de 3.300 personas que murieron de COVID-19 desde que el nuevo coronavirus irrumpió en el país ¡en diciembre!

Las sirenas antiaéreas comenzaron a sonar a las 10H00 locales (02H00 GMT) en todo el territorio durante tres minutos. Los trenes, automóviles y navíos hacían sonar sus bocinas en recuerdo de las víctimas.

En la ciudad de Wuhan, de 11 millones de personas, donde el coronavirus fue identificado por primera vez en diciembre, los habitantes se detuvieron en medio de la calle.

El personal del hospital Tongji salió a las puertas del centro. Algunos aún llevaban los trajes protectores que se han convertido en un símbolo de la crisis en todo el mundo.

“Siento mucha pena por nuestros colegas y pacientes que murieron”, dijo a AFP Xu, conteniendo las lágrimas, una enfermera de este centro que trabajaba en primera línea de tratamiento de pacientes con coronavirus.

“Espero que puedan descansar bien en el cielo”, añadió.

 

         Y nosotros en España, con mas de 15.000 muertos ¿qué hacemos? ¿Nos conformamos con las palmas de las 8 de la tarde? Creo que la magnitud de las defunciones, y el heroísmo del mundo de la sanidad, se merecen algo más. Nuestro presidente debería ya dar el pésame, junto con todo su gobierno, a todos los familiares de los que han muerto por la magnitud de la tragedia.

         No entiendo que en China, foco de la pandemia que comenzó ¡en diciembre!, solo hayan muerto 3.300 personas. ¿Qué han hecho ellos bien? ¿Que hemos hecho nosotros mal? Todo esto hay que aclararlo. ¿Hasta cuando vamos a estar encerrados esperando que se arregle la situación?

         Como suele ocurrir, la política de partido se impone sobre el interés general. Y gracias a que el pueblo se ha mantenido encerrado, chupando tele, jugando al parchís, o volviéndose un poco majareta. Pero todo tiene un limite.

         Me duelen los muertos. ¿Qué ha ocurrido con tantos ancianos que han sido “despachados al otro mundo” porque su respirador hacía falta para otros más jóvenes? Antes de que se apruebe la eutanasia parece que ya está funcionando con el aumento de sedantes con carácter casi general, según algunas noticias del personal sanitario. A la mayoría de las enfermeras les duele en el alma esta situación y esta práctica. Muchas están afectadas psicológicamente. ¿Solución? Poner a su disposición equipos de psicólogos/as que las serenen un poco.

         He oído hoy en los medios el llanto de algunos hijos que no saben nada de sus padres. No han podido hacerle duelo y encima no los encuentran. Parece que estamos en un estado de guerra.

         Y hablando de guerra, que los estados vayan archivando las armas convencionales y se dediquen a comprar mascarillas, test, respiradores, etc., que van a hacer más falta que los cañones, porque las nuevas guerras se van a librar a base de virus, con corona o sin ella.

         No olvidemos: China 3.500 muertos, nosotros 15.000. A muertos no nos gana nadie. ¿Qué se piensa hacer en memoria de estos caídos?

 

Juan García Inza

Juan.garciainza@gmail.com