El Papa se reunió en Castelgandolfo en septiembre de 2009 con los Patriarcas y arzobispos mayores de las Iglesias orientales católicas y aprovechó la ocasión para convocar la Asamblea especial del Sínodo de los obispos para Oriente Medio, del 10 al 24 de octubre de 2010, sobre el tema: "La Iglesia católica en Oriente Medio: comunión y testimonio: ‘La multitud de los creyentes no tenía sino un solo corazón y una sola alma’ (Hch 4, 32)". Para leer más, pinchar aquí.
Entonces se formó un Consejo pre-sinodal compuesto por siete Patriarcas de las seis Iglesias orientales católicas sui iuris* y por el Patriarca latino de Jerusalén, además de cuatro responsables de los dicasterios de la Curia romana y los presidentes de las Conferencias episcopales de Turquía –que era el obispo Luigi Padovese, asesinado el 3 de junio– e Irán.


Dichos miembros del Consejo pre-sinodal redactaron los llamados Lineamenta –primer esbozo sobre el tema–, que incluían un cuestionario general de 32 preguntas relacionadas con los argumentos tratados, con el fin de ayudar a los Sínodos de los obispos de las Iglesias orientales católicas, Conferencias episcopales, dicasterios de la Curia romana, Unión de superiores mayores, etc., a debatir sobre el contenido del documento, y enviar sus respuestas antes del 4 de abril, tras el trabajo con las respectivas comunidades eclesiales.


El 19 de enero, el Secretario del Sínodo, Mons. Nikola Eterović, Arzobispo titular de Cibale (Vaticano), presentó los Lineamenta cuya estructura se dividía en tres capítulos precedidos por una Introducción, con una finalidad eminentemente pastoral.


El primer capítulo trataba de las cinco tradiciones de las Iglesias orientales católicas: alejandrina (coptos y etíopes), antioquena (siro-malankares, maronitas y sirios), armenia, caldea o siro-oriental (caldeos y siro-malabares) y bizantina o constantinopolitana (entre los que se encuentran los greco-melquitas). Se propone la formación y catequesis para superar las dificultades actuales, como los conflictos políticos, la libertad religiosa y de conciencia, el extremismo musulmán, los movimientos migratorios…


En el segundo capítulo se abordaba la comunión eclesial entre las distintas Iglesias orientales católicas, como una riqueza para toda la Iglesia Universal, centrándose en la celebración de la misa y la comunión con el Obispo de Roma, cabeza visible de la Iglesia. Y en aspectos concretos de la comunión entre los fieles, como la educación y obras de caridad (hospitales, asilos, etc.)


El tercer capítulo, el más largo, se centraba en el testimonio de los católicos en el seno de la Iglesia misma y también en el diálogo con las demás Iglesias y comunidades cristianas (principalmente con la Iglesia ortodoxa), en el diálogo con el judaísmo (tan importante para la particularidad de Jerusalén) y en el diálogo con el islam, que no distingue entre religión y política y resta derechos a los ciudadanos cristianos. Su testimonio de vida, por tanto, es esencial en el presente y futuro de Oriente Medio.


En la Conclusión se aludía a las razones de fe para permanecer en Oriente Medio y colaborar en la construcción de una sociedad justa, pacífica y próspera, fundamentados en la fe y esperanza.

La síntesis de esas respuestas se recogieron en el Instrumentum laboris, documento de trabajo de la Asamblea sinodal, de unas cuarenta páginas. Para leer en italiano en PDF.
La Agencia Zenit publicó en su día una síntesis no oficial para uso informativo que se puede leer aquí.
Benedicto XVI entregó personalmente el documento a los representantes de las Iglesias orientales católicas durante su visita apostólica a Chipre, del 4 al 6 de junio, en el Pabellón de Deportes Eleftheria en Nicosia. En el Discurso del Papa para la ocasión, les dijo: “Contribuís de muchas maneras al bien común, por ejemplo con la educación, la atención a los enfermos y la asistencia social, y trabajáis en la construcción de la sociedad. Deseáis vivir en paz y en armonía con vuestros vecinos judíos y musulmanes. A menudo, actuáis como artífices de paz en el difícil proceso de reconciliación. Merecéis el reconocimiento por el papel inestimable que realizáis. Espero firmemente que todos vuestros derechos, incluido el derecho a la libertad religiosa y de culto, sean cada vez más respetados y que nunca más sufráis ninguna clase de discriminación”.

*Las Iglesias Orientales Católicas sui iuris son seis: Iglesia copta, Iglesia siria, Iglesia greco-melquita, Iglesia maronita, Iglesia caldea e Iglesia armenia. Cada una tiene su propio Patriarca pero están presididas por el Papa.