¡Ramadan mubarak! oirán Vds. desearse tal día como hoy a los musulmanes, bendito ramadán, feliz tiempo de ayuno, traducido al español, pues tal día como hoy empieza para los musulmanes el tiempo más sagrado de su religión, algo así como para nosotros sería la Navidad o la Semana Santa.
 
            Ramadán sólo es, en realidad, el nombre de un mes más del calendario musulmán, el que hace el número nueve de los doce de los que consta el mismo. Dura ramadan, como todos los meses musulmanes, un ciclo lunar, a saber, veintinueve o treinta días. Pero no es un mes cualquiera, pues es aquél en el que el Corán ordena a los musulmanes cumplir con el que constituye uno de los cinco pilares del islam, el llamado sawm o ayuno, el cuarto detrás de la shahada o profesión de fe, el salat u oración, y el sakat o caridad, y delante del hajj o peregrinación a La Meca.
 
            Durante el mes de ramadán se produjo la primera revelación, -es la festividad llamada del laylat al-qader, que se celebra la noche 26 de las 29 de las que consta ramadán- una revelación que le fue hecha al Profeta por el Arcángel Gabriel, el cual es quien según el islam, recitó a Mahoma el Corán (Corán, de hecho, no significa otra cosa que recitación).

            Durante ese mismo mes, celebran los musulmanes de manera anexa, -algo así como los cristianos los inocentes o los reyes en Navidad-, otras festividades tales como el nacimiento de al-Husayn, nieto del profeta; la muerte de Alí, su yerno; la muerte de su primera esposa, Jadicha; o la toma de La Meca. El final del ramadán se celebra con la aparición de la luna nueva el 1 del mes de sawwal: es la fiesta que se conoce como el id-al-fitr o ruptura del ayuno.
 
            La obligación de realizar el ayuno de ramadán está recogida en muchos lugares del Corán, entre otros donde dice:
 
            “Es el mes de ramadán, en que fue revelado el Corán como dirección para los hombres y como pruebas claras de la Dirección y el Criterio. Y quien de vosotros esté presente ese mes, que ayune en él” (C. 2, 185)
 
            Recoge también el Corán la forma de determinar las horas en las que se ha de practicar el ayuno:
 
            “Comed y bebed hasta que a la alborada, se distinga un hilo blanco de un hilo negro” (C. 2, 187)
 
            Durante el sawm (ayuno) del ramadán, el musulmán no puede comer, beber, fumar, perfumarse o mantener relaciones sexuales durante todas las horas que van de sol a sol. Las relaciones sexuales, sin embargo, tienen un régimen especial:
 
            “Durante el mes de ayuno os es lícito por las noches uniros con vuestras mujeres: son vestiduras para vosotros y vosotros lo sois para ellas” (C. 2, 187).
 
            En cuanto a las comidas, el musulmán realiza una comida nocturna, el fatur, y una comida al alba, el sahur. Durante la noche es potestativo acudir a las plegarias del período, llamadas tarawih.
 
            Y como, según ya hemos dicho, el calendario islámico es lunar y no guarda concordancia con el ciclo solar –el año musulmán dura 354 días-, hay ramadanes que caen en invierno y ramadanes que caen en verano. Los últimos ramadanes vienen siendo veraniegos y, por lo tanto, más fatigosos de cumplir, al ser el día más largo y la noche más corta.
 
            ¡Ramadan mubarak!, pues, para nuestros amigos musulmanes.