Colombia despenaliza el suicidio asistido pese al fracaso de la eutanasia: ni 200 casos en 6 años
Desde el pasado miércoles, los médicos colombianos que contribuyan al suicidio de sus pacientes "en determinadas condiciones" podrán hacerlo legalmente, después de que la Corte Constitucional despenalizase esta práctica.
Algunas de estas condiciones necesarias para el acceso al suicidio asistido serán que el paciente tenga un diagnóstico médico de lesión corporal, enfermedad incurable o de una extrema gravedad o la una fuerte intensidad de dolor. Además, el solicitante deberá manifestar su intención de someterse a este procedimiento.
El fallo se ha aprobado con seis votos a favor y tres en contra, después de que el Laboratorio de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (DescLAB) demandase parte del contenido del artículo 107 del Código Penal, que hasta el momento castigaba con entre 32 meses y 9 años de prisión quien "eficazmente induzca a otro al suicidio, o le preste una ayuda efectiva para su realización".
"Cuando la inducción o ayuda esté dirigida a poner fin a intensos sufrimientos provenientes de lesión corporal o enfermedad grave e incurable, se incurrirá en prisión de 16 a 36 meses", añade el Código Penal colombiano.
La Iglesia muestra su "dolor" y defiende la objeción
La Conferencia Episcopal de Colombia mostró este jueves 12 de mayo "su profundo dolor" frente a la decisión de la Corte Constitucional.
En el comunicado, los obispos colombianos se dirigen a las autoridades del país para que, "siendo consecuentes con el valor inviolable de la vida humana, conforme lo consagra la Constitución colombiana (art. 11), las decisiones que se tomen estén encaminadas a su protección, defensa y cuidado y no a su destrucción".
Igualmente se dirigen a aquellas personas que sufren y a sus familias, exhortándolas a rechazar "la tentación, a veces inducida por los cambios legislativos, de usar la medicina para producir la muerte".
Finalmente, resaltan que se debe garantizar el derecho fundamental a la objeción de conciencia personal, "así como a que sean salvaguardados los principios de la misión y visión de las Instituciones conforme a su naturaleza, que las identifica en favor de la vida". "Ningún agente sanitario puede ser forzado a colaborar en la muerte de otros; su conciencia se lo impide", concluye el comunicado.
Colombia, pionera hispana en la cultura de la muerte
La eutanasia está despenalizada en Colombia desde 1997, siendo el primer país de Hispanoamérica en despenalizarla.
"El rol del médico" es la diferencia fundamental entre la eutanasia y el suicidio asistido, según la organización demandante. Mientras que en la eutanasia es el personal sanitario quien proporciona la dosis letal al paciente que lo solicita, en el suicidio asistido es el propio paciente el que se suministra a sí mismo el fármaco.
Con la aprobación del suicidio asistido, Colombia vuelve a tomar la iniciativa en el continente las prácticas contrarias a la vida, siendo el primer país de la región en despenalizar el suicidio asistido.
El mismo país también legalizó recientemente el aborto hasta la semana 24, momento del embarazo en que el niño mide cerca de 30 centímetros y pesa cerca de medio kilo.
Según informa DW, la eutanasia es una práctica minoritaria: han sido 178 personas las que han solicitado poner fin a su vida entre abril de 2015 y octubre de 2021.