¿Cuál es la diferencia entre controlar abortos y eutanasias? Responde una doctora relevante
"La eutanasia y el aborto en su ejecución son diferentes. Los abortos tienen en sí mismos un control de calidad, porque hay gestantes que tienen que salir bien; en la eutanasia no tiene que salir bien".
Esta es la inquietante diferencia entre el aborto legal y la eutanasia: en el aborto legal, la mujer suele sobrevivir, puede quedar herida, o arrepentirse, quejarse de lo que ha sucedido, señalar abusos... A veces, estas mujeres heridas logran que se juzgue a alguien.
En cambio, en la eutanasia, el solicitante se muere y ya no se queja. A lo mejor se quejan sus parientes pero prefieren pasar página (en Bélgica sólo llegó a tribunales una queja de parientes, el caso de Tine Nys).
Quien lo señalaba así (en el diario ABC) es la doctora de más alto status jerárquico en Castilla-La Mancha, Natividad Laín Terés, recientemente reelegida como presidenta del Colegio de Médicos de Toledo, y que preside también el Consejo de Colegios de Médicos de Castilla-La Mancha (son cinco colegios).
Hay que tener en cuenta que en toda Castilla-La Mancha (región de 2 millones de habitantes) no se practican abortos en ningún centro público. Todos los abortos se centralizan en 2 clínicas abortistas privadas especializadas, en Albacete y Miguelturra. El aborto cumple casi 40 años despenalizado y no se ha normalizado porque aún repugna a casi toda la clase médica.
¿Y qué pasará con la eutanasia? ¿Habrá muchos eutanasiadores en esta comunidad autónoma?
"No encuentro nadie que diga claramente que hará eutanasias"
Laín, médico de Urgencias del hospital Virgen de la Salud de Toledo, explica la situación: "Yo no he encontrado a nadie todavía que diga claramente que va a practicar eutanasia en un centro público. Y en los privados me parece más complicado realizar el necesario control de calidad".
¿Surgirán clínicas eutanasiadoras como surgieron clínicas abortistas, lejos del resto de los médicos, de los médicos que sí salvan vidas y cuidan a pacientes?
Además de la Comisión que establece la ley, piden otra para más control
Laín pide para evitarlo más y más controles. "El resultado de la eutanasia es la muerte y se tiene que hacer en las condiciones de dignidad y de calidad adecuadas; si no hay un control por un organismo público, eso puede ser un desastre", explica.
Por eso, los colegios de Médicos de Castilla-La Mancha, reunidos el pasado 23 de abril con el Sescam (Servicio de salud autonómico) pidieron que la eutanasia, además de la Comisión de Evaluación, que se pide en la ley de eutanasia, esté controlada por otra comisión adicional llamada "de Seguimiento".
Los Colegios piden que en la Comisión sepan bioética y deontología
Además, «aunque en la Ley no lo pone, nosotros [los colegios médicos castellanomanchegos] hemos pedido que los miembros de la Comisión de Evaluación y Garantía tengan una sólida formación en bioética y deontología. Los médicos que más trabajan con este tipo de pacientes suelen ser paliativistas, que muchos de ellos forman parte de las comisiones de deontología de los hospitales. También en la comisión de deontología de nuestro colegio tenemos varios paliativistas», señaló Natividad Laín.
El objetivo: "que todo el proceso cumpla escrupulosamente la Ley y no sea un coladero, y pasen cosas que no deben pasar, como ha ocurrido en algunos países como Holanda o Bélgica".
Para eso añade que "es muy importante que haya una comisión de seguimiento y que estos procesos se realicen en hospitales públicos".
Pero cuanto más público es el lugar y el proceso, menos opaco, y más gente alrededor (desde celadores a enfermeras pasando por capellanes o colegas) puede hacer preguntas incómodas.
¿Listas de objetores o de eutanasiadores?
La presidenta de los colegios médicos de Castilla-La Mancha también critica la lista de objetores, o, al menos, que la guarden las autoridades sanitarias autonómicas.
Pone un ejemplo de cómo se usará para castigar a los médicos no eutanasiadores. «Se piensa en el Sescam que probablemente los médicos que tendrán que establecer esa prestación en principio podrán ser los médicos de atención primaria, que son los responsables directos del paciente en sus cuidados domiciliarios. O los paliativistas. Y si tienen que garantizar una prestación en un centro de salud donde de los dos médicos que hay solo uno hace eutanasia y a ambos se les acaba el contrato, ¿a quién van a contratar? Puede ser una posición de privilegio, desde nuestro punto de vista», denuncia Laín.
«Yo creo que más que una lista de objeción de conciencia van a tener que hacer una lista de gente que esté dispuesta», afirma Laín.
"He hablado con muchos médicos y en general no quieren hacer eutanasia. Algún médico de Atención Primaria me ha comentado que, aunque no quiera hacerla, si un paciente suyo terminal al que ha acompañado en todo su proceso, ha visto en cuidados paliativos cómo se ha ido deteriorando, y solicita la eutanasia, sí querría estar con él en los últimos momentos». Le acompañaría. Otra cosa es quién le pondría la inyección letal.
"Muchos me han dicho que son objetores de conciencia, alguno me ha dicho que estaría dispuesto a hacerlo si un paciente suyo se lo pidiera, pero no he encontrado a nadie que me haya dicho sí, yo estoy dispuesto», añade.
¿Es más fácil eutanasiar a un paciente que has cuidado meses o años o a un desconocido que te acaban de asignar?
Una ley contra la deontología médica
En el colegio de Toledo se han realizado actos de reflexión sobre la eutanasia, algunos a favor de la ética hipocrática de siempre, la de la deontología médica básica; otros a favor de eliminar al enfermo que lo pida, y en ambos casos ha habido protestas del otro bando.
"Es una ley a destiempo y difícil de encajar en nuestro código deontológico", señala Laín. «Es una ley controvertida porque nosotros, en nuestro código deontológico, se defiende la vida claramente. Este código estaba en revisión cuando llegó la pandemia y es difícil para los médicos entender el acto de provocar la muerte». Es decir, de matar.
Ella declara a ABC que va a ser objetora a todo el proceso de eutanasia, por sus convicciones personales y éticas.
(A partir de las declaraciones de la doctora Laín en ABC aquí y aquí y aquí ).