«La crisis que atraviesa la Iglesia es asombrosa», afirma el purpurado
Benedicto XVI y el cardenal Sarah defienden el celibato en un nuevo libro: «¡No podemos callar!»
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El 15 de enero sale a la venta un libro conjunto escrito por Benedicto XVI y el cardenal Robert Sarah, prefecto de la Congregación para el Culto Divino, en defensa del celibato sacerdotal. Se titula De profondeurs de nos coeurs [Desde lo profundo de nuestros corazones], que tendrá como subtítulo en la edición inglesa El sacerdocio, el celibato y la crisis de la Iglesia.
Fayard es la editorial con la que el cardenal Sarah ha publicado en francés sus tres últimos libros: Dios o nada, La fuerza del silencio y Se hace tarde y anochece.
El diario Le Figaro dio a conocer este domingo por la tarde algunos fragmentos del libro, con el que los autores expresan su determinación de no callar ante el riesgo cierto de que, como pidió el Sínodo para la Amazonia, la Iglesia permita la ordenación de hombres casados.
"Nos hemos encontrado en estos últimos meses, cuando en el mundo resonaba el alboroto creado por un extraño sínodo de los medios que eclipsaba al sínodo real", explican: "Hemos intercambiado ideas y preocupaciones. Hemos rezado y meditando en silencio. Nuestros encuentros nos han confortado y tranquilizado mutuamente. Nuestras reflexiones, conducidas por diferentes vías, nos han llevado a intercambiar unas cartas. La similitud de nuestras inquietudes y la convergencia de nuestras conclusiones nos decidieron a poner el fruto de nuestro trabajo y de nuestra amistad espiritual a disposición de todos los fieles, a imagen de San Agustín. En efecto, al igual que él, nosotros podemos afirmar: Silere non possum! [¡No puedo callar!]".
Actualmente se está a la espera de la tradicional exhortación apostólica postsinodal en la que el Papa Francisco recogerá o no la petición del sínodo.
En una entrevista al cardenal Sarah que completa la información, le preguntan al prelado guineano por qué esta súplica al Papa para que no modifique la norma del celibato: "Si ese libro es un grito, es un grito de amor a la Iglesia, al Papa, a los sacerdotes y a todos los cristianos. Queremos que este libro se lea lo más ampliamente posible. La crisis que atraviesa la Iglesia es asombrosa".
Un "deber sagrado"
Sarah añade que con esta obra "Benedicto XVI no rompe su silencio, sino que ofrece su fruto. Lo que ha escrito en este libro no es teología barata, una teología para encandilar a los medios, sino una lectura contemplativa de las Escrituras. No se trata de polémica, ni siquiera de una disputatio universitaria desligada de la realidad".
"Vivimos con tristeza y sufrimiento estos tiempos difíciles y complicados", afirman ambos en uno de los textos comunes seleccionados por Le Figaro: "Era nuestro deber sagrado recordar la verdad del sacerdocio católico, porque a través suyo resulta cuestionada toda la belleza de la Iglesia. La Iglesia es algo más que una organización humana. Es un misterio. Es la Esposa mística de Cristo. Eso es lo que nuestro celibato sacerdotal recuerda sin cesar al mundo".
Y añaden: "Es urgente y necesario que todos, obispos, sacedotes y laicos, dejen de impresionarse por exigencias malvadas, por puestas en escena teatrales, por mentiras diabólicas, por errores a la moda que quieren devaluar el celibato sacerdotal. Es urgente y necesario que todos, obispos, sacerdotes y laicos, recuperen una mirada de fe sobre la Iglesia y sobre el celibato sacerdotal que protege su misterio".
Sacerdocio y celibato: un "vínculo ontológico"
En Desde lo profundo de nuestros corazones el cardenal Sarah recuerda que "hay un vínculo ontológico-sacramental entre el sacerdocio y el celibato. Toda relajación de este vínculo constituiría un cuestionamiento del magisterio del Concilio y de los Papas Pablo VI, Juan Pablo II y Benedicto XVI. Suplico humildemente al Papa Francisco que nos proteja definitivamente contra esa eventualidad, vetando todo debilitamiento de la ley del celibato sacerdotal, aunque sea limitado a tal o cual región".
Según explica el vaticanista Sandro Magister, el libro consta de 180 páginas y tiene prólogo de Nicolas Diat, con quien ha mantenido el cardenal Sarah las conversaciones que están en el origen de su trilogía. Desde lo profundo de nuestros corazones consta de cuatro capítulos: una introducción firmada por ambos, con fecha de septiembre de 2019; el segundo es de Joseph Ratzinger, de corte bíblico y teológico, en torno al sacerdocio católico, con fecha 17 de septiembre, antes de la iniciación del sínodo; el tercero corresponde al purpurado guineano, y es una reflexión "eclesiológica y pastoral" sobre celibato sacerdotal, con fecha 25 de noviembre, un mes después de la conclusión del sínodo amazónico; y un cuarto capítulo a modo de conclusión conjunta, titulada "A la sombra de la Cruz", de fecha 3 de diciembre.
En el capítulo que firma, el Papa emérito pretende iluminar "la unidad profunda entre los dos Testamentos, al pasar del Templo de piedra al Templo que es el cuerpo de Cristo". Y aplica esta hermenéutica a tres textos bíblicos de donde obtiene la noción cristiana del sacerdocio célibe.
Un derecho de los pueblos amazónicos
Por su parte, en uno de sus textos el cardenal Sarah reclama para los pueblos amazónicos (donde podría estar planteándose suprimir la exigencia del celibato) el derecho a conocer en sus sacerdotes la plenitud y belleza de su ministerio de entrega total a Dios y a los hermanos.
"Bien entendido", explica, "el celibato sacerdotal, aunque en ocasiones es una prueba, es una liberación. Le permita al sacerdote establecerse con total coherencia en su identidad de esposo de la Iglesia. El proyecto de privar a las comunidades y a los sacerdotes de esta alegría no es una obra de misericordia. En conciencia, como hijo de África, no puedo soportar la idea de que los pueblos en vía de evangelización sean privados de este encuentro con un sacerdocio vivido plenamente. Los pueblos de la Amazonia tienen derecho a una experiencia plena del Cristo-Esposo. No se les puede ofrecer sacerdotes 'de segunda categoría'. Por el contrario, cuanto más joven es una Iglesia, más necesidad tiene de encontrarse con la radicalidad del Evangelio".