Viernes, 26 de abril de 2024

Religión en Libertad

San Francisco de Paula. El milagro andante.

Compasivo con los pobres, recio con los poderosos. Predicación, penitencia y milagros, encarnados.

Ramón Rabre

"Vera Efigie" de San Francisco. Jean Bourdichon. 1519.
"Vera Efigie" de San Francisco. Jean Bourdichon. 1519.
San Francisco de Paula, religioso fundador. 2 de abril.

1416: Nace el 27 de marzo en Terraveccia. Hijo de Santiago y Viena, luego de años de esterilidad y hacer una promesa a San Francisco de Asís (4 de octubre, 17 de septiembre, impresión de las llagas; 25 de mayo, traslación de las reliquias a la basílica de Asís). Unas llamas milagrosas anuncian que será grande el niño que nace.

1428: Por la promesa de sus padres, con doce años entra al convento de los franciscanos conventuales de Argentano, para vestir el hábito votivo por un año. Comienza a ejercitarse en la penitencia. Al cabo de un año le proponen ser franciscano, pero regresa a casa.

14281435: Peregrina con sus padres por Roma, Asís, Loreto. Al regresar se queda a las afueras de Paula para ser ermitaño en una cueva, viviendo en ayunos, oraciones, penitencia y oración. sufre tentaciones, pero las vence con humildad y oración. A los quince años ya tiene algunos discípulos y construyen algunas celdas y una ermita. Se le aparece San Francisco con el plano de la iglesia y convento que ha de construir.

1435: Tiene 19 años. Instituye su Orden de los Mínimos (o sea menos aún que los Menores de San Francisco), cuya distinción principal es la Cuaresma perpetua, o sea, ayuno y abstinencia totales. La construcción del convento y la vida cotidiana de Francisco está llena de portentos: cojos, ciegos, muertos, lisiados, todos recuperan la salud. Brotan las fuentes, se detienen los aludes, las vigas de madera son transportadas por ángeles. Podrían escribirse varios artículos solo con los milagros que se le atribuyen.

1454: Va a Paterno, cerca de Cosenza, a construir el segundo convento de la Orden. Prosiguen los milagros: Divide un árbol que estaba en medio de dos lindes, sana nobles y plebeyos, resucita a un atrapado por las piedras, expulsa demonios, prueba su virtud ante un religioso que lo calumniaba, trasladando fuego con las manos. Conoce al que sería su Vicario, Pablo Rendacio.

1455: Se traslada a a Spezzano Grande a fundar el convento de la Trinidad. Allí convierte y admite como religiosos a los jóvenes Juan Cardurio de Roccabernarda y Bernardino de Cropalati, que le acompañarán siempre.

1464: 4 de abril. Habiendo llegado San Francisco de Paula con dos religiosos suyos a Catona, con rumbo a Messina, le pidió a un barquero, de nombre Pedro Coloso, que le cruzara el estrecho por caridad, pues los religiosos mínimos no llevaban dinero. El barquero se negó a llevarles sin cobrar, entonces Francisco se arrodilló, hizo oración, trazó la cruz sobre el mar y quitándose el manto, lo tendió sobre las aguas. Entonces subió a él junto con sus frailes y con buen viento cruzaron a la otra orilla. Se dice que el barquero, arrepentido, volvía todas las tardes a la orilla, esperando viniera el santo otra vez y tener el privilegio de cruzarle de orilla. Cosa que tampoco extraña, siendo ese su oficio, barquero.

14671473: Regresa a Calabria, a su querido convento de Paterno a continuar su vida austera a rajatabla. Pablo II, temiendo esa vida penitente y pobre de Francisco, envía como legado suyo a Baltasar de Spigno a averiguar si son fieles a la Iglesia, exagerados, herejes o que. Aunque va de incógnito, Francisco le reconoce. El legado, satisfecho, le advierte de que semejante austeridad no debe imponerla a los religiosos como a él mismo. Francisco toma fuego en las manos y dice "para quien ama a Dios, nada es imposible". Tan impresionado quedó, que luego de informar al papa, regresó adonde Francisco para ser religioso mínimo, siendo el primer presbítero que tuvo la Orden.

Como Francisco predicaba contra los poderosos, los malos gobernantes y contra el mismo rey de Nápoles, reino al que pertenecía Calabria. Era Nápoles tierra del reino de Aragón, por lo que Ferrán I de Aragón, molesto con la predicación del santo, manda apresarlo y destruir todos sus conventos. Francisco apela a la autorización de los papas Pablo II y Sixto IV, y de los obispos de donde fundaba. El rey le considera rebelde y manda a su propio hijo a escarmentarle, pero al entrar al convento con los soldados, Francisco se hace invisible y no le ven aunque le pasan por el lado. Ante este portento, el rey reconoce que es hombre de Dios, le deja en paz y aún más, le ayuda a fundar en Nápoles.

1474: 17 de mayo. Sixto IV aprueba la Orden, y, además, le da todos los privilegios de los que gozaban las venerables ordenes de los franciscanos, dominicos, carmelitas y agustinos. Nombra a Francisco como superior General, aunque este intentó negarse. En estas fechas escribe la Regla, ayudado Baltasar de Spigno y Bernardino de Cropalati, ya presbítero. Luego en Francia la retocará hasta cuatro veces. Al ejemplo de las demás órdenes mendicantes, también escribe una Regla para los seglares colaboradores con su obra.

1480: Tiene una apoplejía el despiadado Luis XI de Francia y, aunque mejora, le quedan dolencias que poco a poco le debilitan y le acercan a la muerte. En 1482, conocedor de los milagros de Francisco, ordena traerle para ser curado, sí o sí. Francisco se niega, Luis le presiona por medio del rey de Nápoles y Francisco vuelve a negarse. Entonces le presiona por medio del papa Sixto IV, que le ordena ir a Francia por obediencia, y Francisco accede.

1483: Parte Francisco hacia Nápoles, acompañado de tres religiosos. Desprecia la galera y comitiva reales enviadas por Ferrán, para hacer el camino a Nápoles como un humilde fraile: en burro. Antes de partir ocurre un portento: Su hermana Brígida llora y le pide un recuerdo, el santo, pacientemente y al no tener nada propio, se arranca una muela con los dedos, y se la da. El camino a Nápoles está lleno de prodigios; el más conocido, el de su borrico "Martinello": Lo lleva Francisco a herrar, pero no tenía con que pagar, al pedirlo "por caridad", el herrero se niega y pide su paga, así que el burro mueve las patas y deja caer las herraduras.

La acogida en Nápoles fue apoteósica: Rey, nobles, clero, pueblo, salieron a recibirle y aclamarle. Le escoltaron mientras el santo iba recogido y sin levantar la vista. En el castillo de Nápoles ocurren dos prodigios de los más representados en la iconografía del santo:

1. El rey envía un sirviente con una bandeja de pescados fritos, pero Francisco traza la cruz sobre ellos y los peces recuperan la vida. Francisco manda decir a Ferrán: "Así como yo los he restituido a la vida dígnese él a devolver la libertad a tantos infelices como tiene sepultados en el fondo de las prisiones".

2. El rey Ferrán le otorga una dádiva de monedas de oro para que funde un convento en la ciudad. Francisco las toma y dice: "Esta es, majestad, la sangre de vuestros súdbitos, que clama a Dios (...) si no enmendáis vuestra conducta y no mejoráis vuestro gobierno, no pasará mucho tiempo sin que se derrumbe vuestro trono de desaparezca vuestra estirpe". Y para probar lo dicho, partió una moneda, de la que escurrió sangre. Que Francisco era santo, pero no se callaba nada, eh. Efectivamente, Ferrán moriría sin descendencia y su tío Federico sería derrocado en 1500, aún en vida de Francisco de Paula. El reino de Nápoles fue anexado a Sicilia en 1504.

Partió Francisco a Francia, en una galera, pero antes quiso visitar al Santo Padre en Roma. El recibimiento fue más fastuoso aún, y Sixto IV lo sentó a su lado en el solio pontificio, le trató familiarmente y quedó prendado de su santidad y sabiduría. Le propuso ordenarles de sacerdotes a él y a sus compañeros, pero se negaron rotundamente por caridad (sus palabras preferidas). En contra, Francisco le pidió le concediera el cuarto voto de Cuaresma perpetua que establecía la Regla, a lo que Sixto IV se negó, pareciéndole demasiada austeridad, e inviable de cumplir. Francisco le contestó seriamente: "Padre Santo, lo que vuestra Santidad me niega, me lo concederá otro que está en esta sala", mientras señalaba al cardenal Julián de la Rovere. Pues sí, siendo papa con el nombre de Julio II, concedió a la Orden lo que Francisco quería.

1843: Mayo. Con gran regocijo del rey Luis, Francisco de Paula entró en Francia. De Tours pasó a Bormes, donde sanó a todos los apestados con solo trazar la señal de la cruz, y los mismo hizo en Frejus. Pasando por Lyon, llegó a Amboise, donde le recibió el Delfín, futuro Carlos VIII. Finalmente seencontraron ambos en Plessis, en cuyo castillo Francisco se hospedó en un cuartito junto a la capilla de San Matías. Allí le visitaba todos los días Luis XI, esperando el milagro de su curación que no llegaba. Suponiendo que Francisco esperaba una recompensa le proponía valiosos regalos que el santo despreciaba. Cuando le ofreció una bolsa de modedas de oro, el santo le respondió enojado: "En vez de darme a mi ese dinero, devolvedlo a vuestros súbditos a quienes lo habéis quitado injustamente". Hasta Sixto IV mandó dos breves obligando al santo hacer el milagro, a lo que Francisco simplemente respondió con su oración y paciencia. Y es que Dios quería otra cosa.

Cansado el rey de exigir, suplicó al santo le diese una respuesta sobre su mal, a lo que Francisco le respondió que no sanaría y que debía enmendarse, porque la muerte llegaría pronto. Además, le profetizó la ponta llegada de la herejía que asolaría Francia. Así fue, el rey murió el 30 de agosto, reconciliado con Dios.

1485: Por mediación de Carlos VIII de Francia, el papa Inocencio VIII confirma los privilegios de la Orden Mínima.

1488: El mismo rey acoge bajo su protección, en todas sus posesiones, a los Mínimos. Manda a nobles y prelados que los socorran, protejan y permitan todas sus fundaciones y obras.

1489: 25 de enero. Autoriza mediante una carta la fundación de las primeras monjas mínimas en Andújar, Jaén, por la ¿Beata? Francisca de Lucena y Olid, agregando el beaterio fundado por esta a la Orden.

1492: Los Reyes católicos permiten la primera fundación en España, en Málaga, en acción de gracias por la victoria contra los moros.

1493: Fundan el convento Nuestra Señora de la Victoria de Málaga, por lo que durante siglos, los mínimos serían conocidos como "victorios" en España. Ese mismo año, en Francia, Ana, la primogénita de Luis XI construye el convento de Gien, en agradecimiento a Francisco por alacanzarle de Dios tener una hija, la princesa Claudia. Luego abogaría por la canonización de Francisco.

1495: 11 de junio. Fundación del monasterio de mínimas de Andújar, Jaén.

1497: El santo envía religiosos a fundar en tres ciudades alemanas: Krumau, Vatemburg y Friztriz.

1498: Muere Carlos VIII de Francia en un accidente. Le sucede Luis XII, casado con la hija de Luis XI, Santa Juana de Valois (4 de febrero), con quien el santo tendrá una profunda relación espiritual, a raíz de la disolución del matrimonio, puesto que habían sido casados contra la voluntad de ambos. La princesa profesó como terciaria mínima y acentuó su vida espiritual alentada por Francisco, que la dirigió en su obra de fundación de la Orden de la Anunciación. Moriría el 4 de febrero de 1505 y fue beatificada en 1950.

1506: Envía la Regla para las Monjas de Andújar. Este mismo año quiso el santo regresar a su natal Calabria, pero Luis XII se lo prohibió, interceptándole por el camino, por miedo aperder su valioso consejo de hombre santo. Se tuvo que resignar Francisco, que volvió al convento de Montils, donde se dedicó a retocar la Regla para los frailes, las monjas y los terciarios.

1507: En medio de la Cuaresma cayó enfermo de fiebres, como había predicho. Reunió a sus religiosos, les alentó al cumplimiento de la Regla, específicamente al característico voto mínimo de cuaresma perpetua. El Jueves Santo fue llevado a la iglesia y recibió su última comunión. Por la tarde en el Lavatorio de los Pies (en el siglo XVI era una ceremonia aparte, pues la misa solo podía celebrarse por la mañana) no dejó le lavasen los pies, profetizando: "Esperad hasta mañana, y entonces no me lavarán solo los pies, sino todo el cuerpo y la cabeza". Al día siguiente, Viernes Santo, reunió a la comunidad, nombró sucesor a Bernardino de Otranto, y se preparó a morir. Rezó las oraciones y murió pronunciando los nombres de Jesús y María. Era el 2 de abril.

Los funerales fueron apoteósicos. Desfilaron miles de personas, deseosas de invocar al que ya llamaban santo. Luis XII puso guardias, pero aún así los devotos lograron destrozar la túnica, llevarse el cíngulo , las disciplinas. Todo. Lo menos dos milagros se registraron, un niño curado de ceguera y una dama de una lesión interna.

1512: 13 de mayo. Se abre el proceso de canonización, impulsado por Ana de Bretaña. Los testimonios sobre la santidad de Francisco recogidos en Francia y en Calabria fueron de una cantidad inusitada, tanto que o fue necesario recoger más, quedando muchos en el olvido.

1513: 7 de julio. León X beatifica a Francisco de Paula y fija su memoria litúrgica a 2 de abril.

1519: 1 de mayo. El mismo León X lo canoniza, cumpliéndose la profecía que le había hecho Lorenzo de Médicis, dijo a su hijo de 7 años: "Juan, besa la mano al santo". Francisco se inclinó al niño y le dijo: "yo seré santo cuando tú seas papa", lo que fe tomado como una ironía. Pero no... efectivamente, Juan sería León X. La Bula de canonización lo llama "enviado de Dios parailuminar admirablemente, como mística llama, las tieneblas de su siglo".

Francisco I, yerno de Luis XII proclamó a San Francisco de Paula protector de la casa real francesa y lo llamó "propagador de la estirpe real", puesto que tanto él como Claudia, su mujer, habían nacido gracias a las oraciones del santo a instancias de Ana de Bretaña y Luisa de Saboya, madres de ambos reyes franceses.

1591: Cosenza lo proclama patrón.

1562: 13 de abril. Los herejes hugonotes profanan la tumba del santo, sacan el cuerpo incorrupto arrastrándolo con cuerdas y lo queman en la hospedería del convento. Las cenizas de la hoguera, junto a algunos huesos que se salvaron fueron devueltas al sepulcro cuando llegó la paz.

1935: Se hace una traslación solemne de algunas, pocas, reliquias a Paula, ciudad natal del santo, para el santuario construido en su memoria.

1943: Pío II proclama a San Francisco de Paula patrono de los marineros italianos.

1962: San Juan XIII (11 de octubre) lo nombra patrono de toda la región calabresa. Además, es abogado de los ermitaños y se le invoca contra la infertilidad, las epidemias y plagas.

Fuentes:
-"San Francisco de Paula. Vida Ilustrada". P. ANTONIO CASTIGLIONE O.M Bercelona 1980.
-http://preguntasantoral.blogspot.com.es/
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