Viernes, 29 de marzo de 2024

Religión en Libertad

La experiencia del COF de Lugo con un director a tiempo completo

Retos de los Centros de Orientación Familiar católicos: ser más profesionales y trabajar coordinados

Martiño Rodríguez, director del Centro de Orientación Familiar de Lugo, cree que si los COF se coordinan dan más frutos profamilia
Martiño Rodríguez, director del Centro de Orientación Familiar de Lugo, cree que si los COF se coordinan dan más frutos profamilia

P.J. Ginés / ReL

La Amoris Laetitia del Papa Francisco, recogiendo el sentir de los obispos reunidos en los dos Sínodos sobre la familia, exhorta así:

»La pastoral prematrimonial y la pastoral matrimonial deben ser ante todo una pastoral del vínculo, donde se aporten elementos que ayuden tanto a madurar el amor como a superar los momentos duros. Estos aportes no son únicamente convicciones doctrinales, ni siquiera pueden reducirse a los preciosos recursos espirituales que siempre ofrece la Iglesia, sino que también deben ser caminos prácticos, consejos bien encarnados, tácticas tomadas de la experiencia, orientaciones psicológicas.

» [...] En la preparación de los novios, debe ser posible indicarles lugares y personas, consultorías o familias disponibles, donde puedan acudir en busca de ayuda cuando surjan dificultades.

Esta es la línea de trabajo de los Centros de Orientación Familiar (COF) de la Iglesia, que ofrecen tanto formación y orientación para novios y matrimonios, como apoyo a familias en dificultades. En España hay al menos uno en casi cada diócesis, y en algunas diócesis hay más de uno.

Puntos a mejorar en los COF
Sin embargo, una debilidad de la inmensa mayoría de los COF en España es que funcionan con la aportación casi exclusiva de voluntarios, por lo general con el apoyo de algunos profesionales (terapeuta, psicólogo, mediador) a tiempo parcial.

Además, cada COF tiende a "reinventar" la rueda, trabajar de forma independiente, y a veces con métodos muy artesanales, sin establecer una red eficaz de cooperación con los COF de otras ciudades o provincias.

Una excepción pionera es el COF de Lugo (www.cofdiocesano.org), por dos razones clave:

-cuenta con un director profesional, asalariado dedicado a tiempo completo en el COF y sus proyectos,

- y trabaja en red con los otros COF de Galicia y con profesionales del resto de España.

Es un COF reciente (abrió en 2013), pero ya ha atendido a más de 300 personas y ha impartido unas 1.100 sesiones de terapia. Se constata así que era una necesidad social, las familias y parejas lo demandaban, y hace 3 años nadie respondía a esta necesidad de forma sistemática.



Dedicar recursos: profesionales a tiempo completo
El delegado de Pastoral Familiar de la diócesis de Lugo, Rodrigo Rúa, en declaraciones recogidas en "Alfa y Omega" constata que «si realmente nos importa la familia, debemos dedicar recursos a ofrecer una atención verdaderamente seria y profesional».

«El responsable de nuestro COF, Martiño Rodríguez, es un laico, casado, doctor en Psicología y acreditado como terapeuta familiar por la FEAP, formado en el Instituto Juan Pablo II en Madrid y que colaboró con el COF diocesano de Getafe durante cuatro años», añade.

Martiño Rodríguez anima a que los COF de distintas diócesis trabajen conjuntamente en proyectos más grandes y ambiciosos. El COF de Lugo ha coordinado en 3 años 45 jornadas, colaborando con 30 entidades y con la participación de casi 600 personas. Su curso para formar monitores de educación afectiva y sexual ha contado con la colaboración de las 5 diócesis gallegas.

Otra actividad pionera ha sido un Curso de Formación en Matrimonio y Familia de dos años de duración, el único caso de un curso de temática familiar reglado conjuntamente por todas las diócesis de una provincia eclesiástica.

Martiño Rodríguez afirma que es «un signo de esperanza que cinco diócesis se hayan unido para algo así. El camino para fortalecer la pastoral familiar pasa, entre otras cosas, por generar proyectos interdiocesanos».

"Basta de que cada diócesis sea una isla"
Con su experiencia de 3 años a tiempo completo en la primera línea de defensa de la familia, trabajando con parejas heridas, novios asustados, monitores de familia voluntariosos y adolescentes enganchados a las redes sociales con ganas de amar y ser amados (o al menos de gustar y ser likeados en Facebook), Martiño Rodríguez tiene una propuesta para la Iglesia y su trabajo por la familia: «Tenemos que dejar de actuar como si cada diócesis fuera una isla. Unidos podemos desarrollar proyectos más atractivos, más sólidos y con más recursos».

Más datos, recursos y contactos profamilia en: www.cofdiocesano.org
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