Multitud con claveles protesta en La Coruña: ven activismo municipal contra la fiesta del Rosario
Los servicios de limpieza municipal de La Coruña retiraron con exquisita eficacia y rapidez la tradicional y compleja alfombra floral en honor a la Virgen del Rosario en la madrugada del domingo 7 de octubre, cuando apenas llevaba un par de horas terminada.
El ayuntamiento (de Podemos) dice que fue un error, una confusión con la fecha. Diez mil claveles se echaron a perder y también las muchas horas de trabajo invertidas: desde las 5 de la tarde hasta las 3 de la madrugada, 14 voluntarios estuvieron realizando la alfombra, que fue eliminada dos horas después, antes de salir el sol, sin que los coruñeses pudieran verla.
Los vecinos sospechan que se trata de acoso laicista deliberado contra una tradición y una devoción popular y cientos de ellos se dirigieron este lunes con claveles blancos al Ayuntamiento a expresar su descontento.
Ya antes el PP quitó el festivo del Rosario
En realidad, el enfado llueve sobre mojado. «Somos la única ciudad, pueblo o aldea de España sin patrona. Nos han quitado el festivo y ahora esto», explicó ante los medios el portavoz del colectivo vecinal y cultural Faro de Monte Alto. El asunto empezó en 2014 con Carlos Negreira, del PP, al frente del Ayuntamiento: la fiesta del Rosario, en octubre, dejó de ser día festivo, sustituido por San Juan y el Martes de Carnaval, más comerciales y turísticos. Los concellos municipales solo pueden designar dos festivos al año.
En La Coruña, la costumbre de hacer alfombras de flores a la Virgen del Rosario no se hunde en la noche de los tiempos, es de 2001, pero está muy arraigada y cuesta mucho esfuerzo a los vecinos que se vieron pisoteados este domingo. Piden al Ayuntamiento que, al menos, pague los costes.
La alfombra floral de la Virgen del Rosario en La Coruña fue retirada dos horas después de terminada, en plena madrugada
Protesta ante el ayuntamiento
«Lo hacemos con tanto cariño, no sé si fue a propósito o no, pero nos hemos quedado sin el día», lamentaba una vecina en La Voz de Galicia. «Al menos, a ver si así conseguimos que el Rosario vuelva a ser festivo», deslizó Antonio Gómez Bellón, portavoz de la asociación Faro de Monte Alto.
Cientos de vecinos con claveles blancos protestaban este lunes ante el ayuntamiento. El alcalde, Xulio Ferreiro, que llegó antes que los manifestantes, no salió a atender a los manifestantes. Sí lo hizo la concejal de Medio Ambiente y Limpeza, María García Gómez.
Repitió la argumentación que dio el domingo a las tres y media de la tarde: que se debió «exclusivamente a una interpretación errónea de la solicitud remitida por la asociación Faro de Monte Alto el pasado 11 de septiembre» y que fue un «error de interpretación exento de toda intencionalidad». El Ayuntamiento añade que sufraga las actividades de la asociación (que todavía no cobró) y pide disculpas por el «lamentable incidente». También la empresa de limpieza, Cespa, indicó que se trató de un «malentendido» a la hora de ejecutar las instrucciones de limpieza.
Lentos con las pintadas, rápidos contra las flores
El PP de la ciudad aprovechó para ironizar sobre que el Ayuntamiento es lento en limpiar pintadas pero rápido en quitar las flores de la Virgen. A la pregunta de si se está politizando la polémica, Gómez Bellón, de la asociación agraviada, respondió: «No somos de ningún partido, estamos aquí por una tradición que se boicoteó». Asunción Ferreiro, una de las creadoras del adorno, insistió: «No quiero que se instrumentalice políticamente, sí coruñesmente. Es algo de todos».
La sesión municipal del lunes tuvo que interrumpirse por el alboroto de la multitud enfadada y sus claveles blancos.