Lunes, 14 de octubre de 2024

Religión en Libertad

Gary Powell hace dos años aún apoyaba la gestación altruista... pero ya no

Un activista gay explica a Maroto (PP) por qué el vientre de alquiler siempre daña a niños y mujeres

Gary Powell es activista LGTB, pero también activista contra los vientres de alquiler
Gary Powell es activista LGTB, pero también activista contra los vientres de alquiler

Pablo J. Ginés/ReL

Gary Powell es concejal en el Reino Unido, activista homosexual y defensor del matrimonio homosexual y de la entrega de niños en adopción a parejas homosexuales. Pero está completamente en contra de que se legalicen los vientres de alquiler, ni por "altruismo" ni por negocio.
 
Dice que los niños entregados en adopción cuentan con cierta protección: las parejas gays o parejas heterosexuales que solicitan adoptar pasan controles de idoneidad. Por el contrario, los niños adquiridos por vientre de alquiler los puede conseguir cualquiera, simplemente pagando.
 
Hablando con Javier Maroto, del lobby gay del PP
Gary Powell está visitando España invitado por la plataforma internacional Stop Surrogacy Now, que se opone a legalizar cualquier forma de vientre de alquiler. Este miércoles él y sus compañeros de plataforma estuvieron hablando con uno de los homosexuales militantes más influyentes del Partido Popular, Javier Maroto, vicesecretario general, que en noviembre de 2015 escenificó por todo lo alto en su "boda gay" la aceptación de la cúpula del PP de la redefinición del matrimonio impuesta por Zapatero.


  Boda gay de Javier Maroto en 2015, con la cúpula del PP escenificando su aceptación de la redefinición del matrimonio que implantó Zapatero 

Los activistas de Stop Surrogacy Now declararon a la prensa que estuvieron con Maroto unos 40 minutos explicándole por qué el vientre de alquiler daña a las mujeres y a los niños. Maroto, dijeron, les comentó que el PP está dividido: la mitad se opone al vientre de alquiler (hoy por hoy completamente ilegal en España), pero otra mitad del PP aceptaría esta técnica si la gestante es "altruista".
 
Gary Powell, que como Maroto es activista gay y político (en Inglaterra, concejal del Partido Conservador), le explicó que él antes también pensaba así, pero que la realidad constatada en Inglaterra y en todo el mundo es que el vientre de alquiler "altruista" no existe: es un truco y un coladero para una industria mundial que mueve mucho dinero y daña a los más pobres.

Tampoco es un derecho humano ni un derecho LGTB: más bien, es un truco para que homosexuales (o heterosexuales) ricos consigan niños sin pasar los controles de la adopción.
 
Según la delegación de Stop Surrogacy, Maroto parecía pensar que el PP finalmente no tocará la legislación... pero, por supuesto, hay otros partidos que pueden impulsarle a hacerlo. La senadora Gari Durán dejó el PP en febrero porque en el último congreso casi se imponen los vientres de alquiler como ideología del partido (ver aquí).

Los activistas anti-vientre de alquiler de la plataforma Stop Surrogacy Now también visitan estos días a otros partidos españoles, después de haber pasado por Italia.


  Para la industria del vientre de alquiler, el niño es un producto para vender, y para ello usarán publicidad, técnicas de venta, precios de producción baratos, etc...

ReL entrevistó a Gary Powell, que es un "converso" a la causa anti-vientres de alquiler: hace apenas un par de años  pensaba distinto. 
 
- ¿Cuándo empezó usted a interesarse en la ética de los vientres de alquiler?
- En los años 90 mi profesora de filosofía era la Baronesa Mary Warnock, que investigó el tema y fue autora del famoso "informe Warnock" sobre fertilización, embriones y vientres de alquiler de 1984. [El informe es inaceptable desde una ética cristiana o provida: arbitrariamente permitía investigar con embriones humanos, daba paso al concepto no-científico de pre-embrión, etc... Nota de ReL]. Hablé de los vientres de alquiler con ella en 1995, ella defendía que con motivación altruista, sin pagar a la gestante, sin intercambio comercial, deben permitirse. Y esa fue también mi postura durante mucho años. De hecho, es la postura legal hoy en Inglaterra: oficialmente se permite el vientre de alquiler "altruista".
 
- ¿Por qué ahora usted se opone también a la llamada "gestación surrogada altruista"?
- Todo empezó hace un par de años, con un tipo, un homosexual, que me acosaba por las redes sociales, que se inventaba bulos sobre mí, me insultaba en las redes, que también era grosero con las mujeres... Al final la Policía le dijo que parara o sería arrestado. Y entonces descubrí que este hombre tan grosero y desequilibrado era dueño o socio de una empresa de vientres de alquiler. Él era el único que decidía si tal o cual persona o pareja lograba un bebé por vientre de alquiler. El dinero, y la decisión de este señor, serían lo único que dictaminarían quién tiene un niño, de dónde llega, cómo será... Entonces me pregunté cómo funcionaba esta industria, y cómo afecta a las mujeres y a los niños.
 
- ¿Y qué descubrió usted?
- Vi las películas documentales de Jennifer Lahle y de Stop Surrogacy Now. Las películas señalan claramente el daño que causa esta práctica a las madres gestantes. Les causa una daño médico, con las hormonas, con una ligazón al cáncer, con riesgos graves de tipo psíquico, emocional, social. Los documentales son potentes en su análisis médico. [Pueden verse con subtítulos en español aquí en YouTube]
 


- Pero si es una gestación "altruista"...
- No es altruista en realidad... La ley inglesa, por ejemplo, permite pagar una "compensación"; se pagan hasta 15.000 libras por 9 meses, y luego hay más conceptos. Para una mujer pobre eso es mucho, es un sueldo. Hay muchos trucos. Y es un tema internacional: es una industria que se enriquece pagando a mujeres pobres del Tercer Mundo, que en la práctica no podrán defenderse frente a una gran empresa.
 
- Pero usted está a favor de la adopción gay...
- Claro, pero es que la adopción es diferente al vientre de alquiler. En la adopción, el niño ya existe, y necesita ayuda, ser acogido. En cambio, en el vientre de alquiler, el niño se produce por encargo, los engendran para una transacción comercial. Además, en la adopción se supone que unos expertos y controles comprueban que los padres serán adecuados. En cambio, en el vientre de alquiler no hay control: quien paga, por inadecuado que sea, se lleva un niño, por lo general de una gestante pobre. El vientre de alquiler lo usan los ricos para conseguir niños saltándose los controles de adopción.
 
- Las parejas malas o tóxicas también pueden conseguir hijos por vías naturales... aunque los lazos de sangre, según algunos estudios, pueden ayudar a ser mejores padres, ¿no?
- Bueno, como soy educador soy bastante pesimista, he visto demasiados padres malos. Así que prefiero que haya controles. Pero, de hecho, en el vientre de alquiler los controles nunca serán suficientemente buenos. Lo mejor es que no se permita ningún tipo de vientre de alquiler. En Inglaterra, hace años que tenemos vientre "altruista" y no hay control de nada...
 
- ¿Cómo se ve esta cuestión en entornos LGTB?
- La mitad de las personas LGTB que conozco está más bien en contra de legalizar los vientres de alquiler, pero cuando les dicen que es "altruista", voluntaria, cuando se les muestra propaganda de esta industria, titubean. Hay que dejar claro que nadie tiene derecho a tener hijos, que eso no es un derecho humano, ni derecho gay ni de nadie.
 
- ¿Por qué es tan importante el factor gay en este debate?
- Creo que por una cosa muy peligrosa: que a quien critique el vientre de alquiler le pueden acusar de homofobia, de ser "judgemental" [que juzga con crueldad y dureza, nota de ReL], que en inglés es muy grave. Ya ha pasado antes, por ejemplo, con gente cristiana que no era homófoba, que apoya las uniones civiles del mismo sexo, pero no el matrimonio. Sectores agresivos LGTB les acusaban enseguida de "homófobos", con mucho odio, y ahí se acababa el debate.
 
- Pero usted apoya también el matrimonio gay...
- Yo he apoyado el matrimonio gay porque pienso que ayuda a la estabilidad y monogamia en ambientes gays. Pero respeto a quien piense distinto. Lo que no puede ser es que se llame "homófobo" para hacer callar a quien piensa distinto, o a quien critica el vientre de alquiler. Animo a que todo el mundo hable con coraje y no se deje silenciar con insultos.
 
- ¿Qué piensa de esos gays millonarios que tienen hijos de muchas madres y los muestran en la prensa?
- Mira, los tengo aquí, en el Daily Mail, Barry y Tony Drewitt-Barlow, ¿no? [Aquí su historia de frivolidad bioética]. Creo que dan mala reputación al movimiento LGTB. 
 
- ¿Qué le diría usted a los gays o lesbianas que dicen que necesitan un niño y punto?
- No existe un derecho universal a tener hijos y hay gente muy mal preparada para ser padres. Creo que algunas parejas LGTB pueden ser buenos padres. Pero incluso cuando no pueda ser, quien quiera ejercer la paternidad, el cuidado de los niños, puede encontrar muchas vías. Puedes ser un buen vecino, un buen amigo. Si tanto dinero tienes, no te lo gastes en un vientre de alquiler, dónalo a un orfanato en la India y ayudarás a cientos de niños. Y cualquier pareja, del mismo o de otro sexo, puede ofrecerse para adoptar o ser familia de acogida.


 
- La oposición a los vientres de alquiler está haciendo que grupos LGTB, grupos feministas, asociaciones cristianas y asociaciones conservadoras coincidan... ¿cómo pueden cooperar o aliarse mejor?
- Creo que tenemos que centrarnos todos en este tema. Interesa a gente muy diversa: de izquierdas, de derechas, gente religiosa y no religiosa. Estamos unidos con un objetivo: evitar esta explotación que daña a mujeres y niños. Debemos trabajar coordinados, con amistad y armonía, por este fin. Creo que de esta lucha puede salir una alianza fuerte de lo mejor de la humanidad.
 
Los efectos psicológicos en el niño al crecer
Cuando Gary Powell respondió a las preguntas del público el miércoles por la tarde en la presentación del documental Breeders, de Stop Surrogacy Now, Powell planteó también el tema del efecto psicológico en los niños al saber que son hijos por vientre de alquiler.
 
Allí añadió un elemento personal: él supo, al empezar su adolecencia, que sus padres le engendraron al poco de perder ellos a su hermanita, que murió. Un médico les aconsejó tener otro niño para sobreponerse. "Yo vine al mundo como sustituto de mi hermana Susan, fallecida. Saber eso tiene un efecto en un adolescente. Y los hijos de vientre de alquiler pueden preguntarse por su madre gestante, o donante: ¿cómo pudo ella entregarme?; ¿me consideró una carga, o un producto, o un negocio?, ¿estará viva?, ¿tengo hermanos? Siempre habrá un efecto emocional", dijo. Su propuesta es, por lo tanto, una prohibición total internacional de esta práctica.
 
(Nota de ReL: En ReL estamos en contra de la entrega de niños en adopción a parejas del mismo sexo, práctica que creemos injusta; creemos -junto con la Iglesia Católica- que la adopción debe imitar en lo posible a la naturaleza, con un padre y una madre casados, de los que el niño aprende la maternidad y paternidad, la conyugalidad y la complementariedad; publicamos la entrevista con Gary Powell como ejemplo interesante de activista LGBT que ha investigado los vientres de alquiler y ha estudiado sus daños).

 Vídeos como este, Breeders, de la enfermera pediatra y activista Jennifer Lahl, cambiaron la visión que Gary Powell tenía de los vientres de alquiler: ni siquiera los llamados "altruistas" son admisibles
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