De querer la eutanasia a único representante de España en los Juegos Paralímpicos de Invierno 2022
La de Víctor González es una historia de superación ante la adversidad y el sufrimiento, pero también una importante lección sobre los males de la eutanasia. Tras una caída en 2015 se rompió dos vértebras y creyó que nunca más podría moverse. Confiesa que quería la eutanasia, y de haberla tenido a mano entonces, quizás ahora España no tendría a su único representante en los Juegos Paralímpicos de Invierno que se celebran en marzo en Pekín, donde competirá en la modalidad de snowboard.
Este asturiano cuenta antes de partir a China en una entrevista con El Comercio que tras el accidente que sufrió sólo quería que le aplicaran la eutanasia. Los médicos le dijeron que quedaría tetrapléjico. “No quería estar el resto de mi vida echado en la cama sin poder mover ni un solo músculo, sin poder hablar, condicionando la vida de mi familia”, comenta Víctor sobre aquel momento.
El atleta paralímpico, que ha anunciado que se retirará tras los Juegos, recuerda que tras la caída quería morirse “por no ser un estorbo para mi familia. Estaba convencido de que quería morirme. Afortunadamente, sigo vivo y disfrutando”.
Víctor González practicando snowboard tras haberse recuperado parcialmente de su grave accidente.
En ese momento la eutanasia no existía en España, no como ahora que sería una posibilidad más para él. Pero tras unas semanas con estos pensamientos su actitud cambió y eso le cambió la vida.
“No quería que mi madre tuviera que estar siempre pendiente de mí. Pero, poco a poco, acepté mi nueva situación y me esforcé por mejorar, hasta el punto de tener cierta movilidad”, explica.
De hecho, lanza una reflexión que ha meditado durante mucho tiempo al defender la importancia de hacer diagnósticos más conservadores, pues “quizás haya gente que nunca se haya logrado mover al rendirse ante un parte médico falto de precisión”.
Finalmente, ha ido recuperando mucha movilidad y muy lejos queda aquel diagnóstico de tetraplejia. Actualmente sufre una invasión medular del 30%, pero este espíritu de lucha en la recuperación también lo aplicó al deporte, por lo que ha podido competir, y no sólo eso, sino representar a España, será el único miembro de la delegación, en los Juegos de Pekín.