Viernes, 01 de noviembre de 2024

Religión en Libertad

Se casó en el Vaticano y ha escrito contra el aborto

Lord Nicholas Windsor, único «royal» católico, promueve líderes mediante ejercicios ignacianos

Lord Nicholas Windsor, único «royal» católico, promueve líderes mediante ejercicios ignacianos
Lord Nicholas Windsor, junto con su esposa y uno de sus tres hijos.

ReL

Lord Nicholas Windsor, hijo del Duque de Kent, es primo segundo de la Reina Isabel y el primer miembro masculino católico de la familia real británica desde tiempo inmemorial. Un reportaje de Simon Caldwell en el Catholic Herald profundiza en su personalidad, sus creencias y sus actividades, y destaca una de sus frases: "Somos de nuevo tierra de misión"

El miembro de la realeza británica que difunde la fe católica

Con excepción de su fe católica, Lord Nicholas Windsor es, en todo, lo que uno puede esperar de un  miembro de la familia real británica. Brillante y encantador, desprende un interés bondadoso por el mundo y sus asuntos, y se encuentra bien con cualquier tipo de compañía.

Lord Nicholas con su esposa Paola Doimi de Lupis, católica londinense de origen croata, en las carreras de Ascot. Contrajeron matrimonio en 1999. Él fue recibido en la Iglesia católica en 2001, perdiendo su lugar en la sucesión al trono de Inglaterra. 

Ocasionalmente, algunos gestos, como un asentimiento amable e inclinado de la cabeza, hacen que se le compare con el príncipe Carlos, de quien fue paje en su boda con Diana.

Lord Nicholas Windsor, que tenía entonces 11 años, es el niño a la izquierda de la foto, en la boda del Príncipe Carlos con Lady Diana Spencer, el 29 de julio de 1981.

Estos gestos, y su aspecto físico, le delatan como miembro de la Casa de Windsor, un biznieto del rey Jorge V.

Árbol genealógico de los Windsor. Fuente: Daily Mail.

Pero mientras charlamos en un salón cerca de St James's Park en el centro de Londres, descubro con placer lo divertido que es.

Hablando sobre la magnífica colección de objetos históricos y religiosos de Stonyhurst College (tradicional colegio católico en Lancashire), por ejemplo, recuerda el gorro de dormir de Santo Tomás Moro, uno de los dos gorros que se pueden ver y que pertenecieron al antiguo Lord Canciller, y que le permiten imaginárselo, dice Lord Nicholas, "quitándose los zapatos y encendiendo su pipa".

Asimismo, Lord Nicholas dice que él preferiría sentarse con el Papa Francisco "y desayunar con él y charlar", que ir a una audiencia papal.

Sin embargo, su aparente ligereza de corazón esconde apenas el hecho de que es un hombre serio y pensativo que elige sus palabras cuidadosamente, consciente de quién es y el peso que estas pueden tener, aunque esto no le ha disuadido de manifestar su opinión, en el pasado, sobre el aborto, al que definió como una amenaza más grande que al-Qaeda.

Una institución católica para la formación espiritual de líderes

En esta ocasión, Lord Nicholas, un filántropo, desea hablar de Theodore House, de la que son patrones reales su mujer y él, y que ha abierto hace pocos días. Dice que la nueva casa en los alrededores de Stonyhurst College representa "un momento muy emocionante" en la vida de la Iglesia católica de Inglaterra.

Su apertura marca la culminación de un proyecto de cuatro millones de libras esterlinas procedentes del Christian Heritage Centre para convertir un molino abandonado en un centro de retiro, estudio y renovación, además de para la formación de líderes laicos cristianos. El deseo es que sea testimonio en una sociedad cada vez más secular.

El 15 de febrero, Lord Nicholas inauguró el centro de retiro ignaciano en Stonyhurst para la formación de líderes laicos católicos. Foto: Jesuits in Britain.

Dichas actividades estarán basadas en la espiritualidad ignaciana de Stonyhurst, anteriormente universidad jesuita de St Omers, y permitirá a los visitantes ver algunas de las reliquias y objetos más notables del país.

Estos incluyen, por ejemplo, el libro de oración que María, reina de Escocia, sujetaba mientras era conducida al patíbulo en Fotheringhay Castle; la cuerda con la que San Edmundo Campion estaba atado a la tabla con la que fue arrastrado desde la Torre de Londres a Tyburn; una capa pluvial hecha para la coronación de Enrique VII; y una crucifijo cuajado de perlas que Tomás Moro le regaló a su esposa, Lady Alice More.

Así fue llevado al patíbulo San Edmundo Campion para ser martirizado en 1581.

Theodore House está situada en el increíble paisaje de Ribble Valley, lugar frecuentado por figuras católicas como Gerard Manley Hopkins, poeta y jesuita; JRR Tolkien, autor de El Hobbit El Señor de los Anillos; Sir Arthur Conan Doyle, creador de Sherlock Holmes y que, como alumno de Stonyhurst, grabó su nombre en un pupitre del colegio, muy cerca del grabado por un coetáneo suyo llamado Moriarty (el nombre del archienemigo de Holmes).

Ribble Valley, en el condado de Lancashire, al norte de Manchester, en el corazón de Inglaterra.

Lord Nicholas dice que siente una conexión muy personal con esta región porque la familia Worsley de su madre, Katherine, la duquesa de Kent, es originaria de aquí, en lo que ahora es parte del Greater Manchester.

Tiene, es obvio, otros vínculos, entre ellos con los jesuitas. Su madre fue el primer miembro de la familia real en convertirse al catolicismo desde el Acta de Establecimiento de 1701, cuando cruzó el Tíber en 1994, y él es el primer miembro de sangre real en hacer lo mismo. Seguramente es también el primer miembro de la familia real británica en realizar los Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola, fundador de la Compañía de Jesús. Y el primero en casarse en el Vaticano.

Hizo los Ejercicios Espirituales de forma resumida durante un retiro de nueve días en la abadía benedictina de San José de Claraval, cerca de Dijon, en el este de Francia, y los encontró "muy efectivos". Dice que le ayudaron a madurar su fe y a comprender al pontífice jesuita reinante, del que es "un gran fan".

Impactado por Francisco y San Juan Pablo II

Le ha impresionado de manera especial Gaudete et Exsultate, la exhortación apostólica del Papa Francisco de 2018 sobre la llamada a la santidad, que describe como "sumamente impactante".

"Estoy algo sorprendido de que no se haya hablado más de ella, o que no se le haya dado la importancia que tiene para la Iglesia", dice. "No es muy larga, es de fácil lectura y es el manual básico espiritual más bonito que un padre espiritual haya escrito a sus hijos espirituales. Lo leí de un tirón y creo que es el tipo de lectura con el que alguien podría guiar un retiro [en Theodore House]. Dice cosas maravillosas, por ejemplo, sobre las Bienaventuranzas como modelo de vida. Creo que el Papa nos ha dado un material nuevo increíble, un impulso para ayudar a este proyecto... La gente podría ir a Theodore House para esta experiencia de renovación y llevarla de vuelta a sus parroquias".

Una de las enseñanzas más importantes del documento, dice, es el énfasis con el que el Papa afirma que la humanidad debe confiar en Dios, que es una herejía que las personas piensen que pueden conseguir hacer el bien verdadero sin Él, y sin aspirar a la santidad. Francisco, explica, ve las cruzadas morales como tentaciones, e invita a los cristianos a cuestionar sus motivos implacablemente para evitar "una especie de corrupción de la vida espiritual".

"Los jesuitas dedicaban muchísimo tiempo a examinar su conciencia y a erradicar este tipo de cosas", dice, "y creo que nos pide que hagamos lo mismo, y a discernir lo que debemos hacer, no sólo porque soy muy bueno hablando o haciendo campañas contra el aborto, o lo que sea, sino porque debemos discernir que sólo podemos hacer esas cosas por la gracia, y no con nuestro esfuerzo".

Lord Nicholas, miembro de la Pontificia Academia para la Vida, comparte la visión de Francisco de una ética de vida coherente que cuide de todas las personas vulnerables o que sufren: los no nacidos, las personas sin hogar, las personas esclavizadas, los refugiados y los prisioneros, entre otros.

También habla con gran respeto del Papa San Juan Pablo II, al que, junto a Santa Teresa de Calcuta, le han dedicado una capilla en Theodore House: dos luces que nos guían al final de un siglo de oscuridad.

Theodore House, en Stonyhurst: un lugar llamado a facilitar el renacer católico en Inglaterra.

Lord Nicholas, que ahora tiene 48 años, recuerda cuando, con 20 años, "se quedaba absorto" viendo a san Juan Pablo II en una emisora de televisión católica; pensaba que su enseñanza era "sumamente estimulante y atractiva".

"Creo que inspiró muchas conversiones, no sólo la mía, y no sólo en el sentido de ser acogido en la Iglesia católica, sino en el de una fe revivida. Esto es lo que Theodore House espera poder alcanzar. Somos de nuevo territorio de misión, esta es la realidad", añade Lord Nicholas. "El propósito de Theodore House, directa y totalmente, es ser parte de esta nueva evangelización, creo que esta es la misión. Pero hay que recordar que es hija de una institución jesuita. Tenemos el primer Papa jesuita y esto me hace pensar en cuál debe ser la naturaleza de este proyecto y cuál es la naturaleza de este papado".

Traducción de Elena Faccia Serrano.

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