El pianista español Santiago Masarnau Fernández, admirado por Mendelsohn y Chopin, ya es Venerable
Algo tocó el corazón del pianista español Santiago Masarnau en 1838 en París que cambió su vida y la abrió radicalmente a Dios. Él, niño prodigio de la música, amigo de Mendelssohn, Chopin, de Rossini, Bellini y Paganini, volvió a España e implantó en el país las Conferencias de San Vicente de Paúl, que aún hoy ayudan a unos 80.000 necesitados cada año en decenas de centros de toda España (repase aquí las obras sociales de las Conferencias de San Vicente de Paúl hoy en España).
Ahora la Iglesia ha reconocido las virtudes en grado heroico del pianista, con lo cual es reconocido con el título de Venerable y ya sólo se requiere la constatación de un milagro por su intercesión desde el Cielo para que pueda ser venerado como beato.
Un niño prodigio de la música
Santiago Masarnau, nacido en 1805, era un niño prodigio del teclado, que con 10 años ya dio un concierto de órgano en el palacio del Escorial ante Fernando VII, la reina y toda la corte. En 1818, con 13 años, compuso una misa que estrenó la Capilla Real en la parroquia de San Justo y Pastor de Madrid.
En 1823, con los vaivenes políticos, el padre de Santiago tuvo que huir de la corte y su hijo, con 20 años, fue a París a formarse como pianista y compositor.
Con las grandes figuras del romanticismo europeo
Pasó años en la capital francesa y también en Londres y conoció a los maestros del momento en esas ciudades: J. Bautista Cramer, A. Monsigny, Moscheles y el alemán Schlesinger, que fue su verdadero maestro.
También tuvo amistad con Rossini, Bellini, Paganini, Meyerbeer, Mendelssohn, Chopin, el irlandés John Field y el francés Valentín Alkan. Su gran amigo español en París era el compositor valenciano José Melchor Gomis, a quien muchos atribuyen la autoría de la música del Himno de Riego (que fue el himno de España durante el Trienio Liberal y las dos Repúblicas).
Se suele recordar que Masarnau cedió un vals que acababa de escribir a Chopin, quien lo retocó y convirtió en el "Vals brillante en la menor, op. 34". Mendelssohn declaraba que su pieza musical preferida era uno de los nocturnos “Spleen” de Masarnau. La obra musical de Masarnau se guarda en el conservatorio madrileño y el Archivo Histórico Nacional de España.
Boleras: piezas para piano basadas en danzas españolas
Conversión en Cuaresma, a los 33 años
Masarnau experimentó una "conversión" o experiencia espiritual fuerte en Cuaresma de 1838 en París. Acudió a unas Conferencias Cuaresmales en Notre Dame de París, para prepararse para una confesión general. Fue un punto de inflexión que avivó su fe de manera radical.
Poco después, en 1939, conoció al joven profesor de la Sorbona Federico Ozanám, que entonces tenía 26 años y hacía 5 que había fundado las Conferencias de San Vicente de Paul para trabajar con los necesitados. Masarnau se abrió al servicio a los pobres, aumentó su vida espiritual y volcó su creatividad en música sacra.
Implantó las Conferencias de San Vicente de Paúl en España
En 1843 volvió a España como sencillo profesor del colegio de su hermano y dejando los círculos pianísticos para ser organista en el convento de las Calatravas o Salesas. En 1949 creó la filial madrileña de las Conferencias de San Vicente de Paúl, filial de la de París. Desde allí se fueron extendiendo las Conferencias por toda España con su servicio a los pobres.
La persecución del Gobierno anticlerical en España en 1868 suprimió las Conferencias e incautó sus bienes, pero fueron restauradas 6 años después, aún con Masarnau al frente. Moriría en 1882 con 77 años, habiendo creado una gran red de fe y caridad por todo el país a pesar de las persecuciones de los políticos anticlericales.
La causa de canonización de Santiago Masarnau se inició en el arzobispado de Madrid el 5 de junio de 1999
Un Sanctus de Santiago Masarnau por una coral del movimiento de personas mayores Vida Ascendente
Si quiere puede recibir las mejores noticias de ReL directamente en su móvil a través de WhatsApp AQUÍ o de Telegram AQUÍ