El Papa da 3 pasos para ser buenos discípulos y condena la guerra: «Un crimen contra la humanidad»
"¿Qué significa ser discípulos del Señor?": en torno a esta pregunta, el Papa Francisco desarrolló su comentario al Evangelio y oración previa al rezo del Ángelus este 14 de enero, segundo domingo del tiempo ordinario.
Un Evangelio que presenta el encuentro de Jesús con los primeros discípulos y que "invita a hacer memoria del primer encuentro con Jesús de cada uno de nosotros".
Tras hacerse la pregunta de cuándo encontró cada uno a Jesús y de instar a los presentes en San Pedro del Vaticano a recordar ese momento, invitó a "renovar la alegría de seguirlo" y responder a la pregunta de qué significa ser discípulos de Jesús. Especialmente con tres palabras: "Buscar, vivir y anunciar a Jesús".
Buscar: "Un corazón abierto, en búsqueda, no saciado ni conforme"
Para ilustrar la búsqueda de Jesús, Francisco se remonta al "¿qué buscáis?" del Señor a los discípulos, "las primeras palabras que les dirige" cuando gracias al testimonio del bautista comenzaron a seguirle.
Ante todo, subraya Francisco, "les invita a mirar en su interior e interrogarse sobre los deseos que llevan en el corazón. ¿Qué estáis buscando? El Señor no quiere prosélitos, no quiere ‘seguidores’ superficiales, sino personas que se interroguen y se dejen interpelar por su Palabra. Por lo tanto, para ser discípulos de Jesús es necesario ante todo buscarlo, luego tener un corazón abierto, en búsqueda, no un corazón saciado ni conforme".
Vivir: "La fe no es una teoría, es encontrar al Señor y habitar con Él"
El segundo paso para ser discípulo de Jesús es, según Francisco, imitar el deseo de los primeros discípulos, que no eran "noticias, informaciones sobre Dios, señales o milagros", sino "encontrar a Jesús, al mesías, hablar con Él, estar con Él y escucharlo". La primera pregunta que le hicieron a Jesús fue precisamente dónde vivía y de inmediato, "Cristo les invita a estar con Él: `Venid y lo veréis´".
"Estar con Él, quedarse con Él, esto es lo más importante para el discípulo del Señor. La fe, en suma, no es una teoría, no, es un encuentro, es ir a ver dónde vive el Señor y habitar con Él. Encontrar al Señor y habitar con Él", destacó.
Anunciar: "Tan llenos de alegría que sintieron la necesidad de comunicarlo"
En tercer lugar, el hecho de "anunciar" ayuda según Francisco a ver "la fuerte experiencia del primer encuentro con Jesús". Tanto que "los discípulos recordaron para siempre la hora -`la hora décima´- y sus corazones estaban tan llenos de alegría que sintieron inmediatamente la necesidad de comunicar el don recibido. De hecho, uno de los dos, Andrés, se apresura a compartirlo con su hermano Pedro y lo conduce a Jesús. Buscar al Señor, estar con Él".
"Que la Virgen nos conceda el don de buscar, vivir, anunciar a Jesús"
Antes de concluir, el Papa Francisco pidió que, María, "la primera discípula de Jesús, nos conceda el deseo de buscarlo, el deseo de estar con Él y deseo de anunciarlo". Además, invitó nuevamente a los presentes a hacer memoria de su primer encuentro con el Señor y a preguntarnos: “¿Somos todavía discípulos enamorados, buscamos al Señor o nos hemos acomodado en una fe hecha de costumbres? ¿Vivimos con El en la oración, sabemos estar en silencio con Él? Y finalmente, ¿sentimos la necesidad de compartir nuestra alegría del encuentro con Él?”.
Tras la alocución y rezo del Ángelus, Francisco saludó a asistentes y peregrinos a San Pedro, a quienes instó a rezar por las víctimas del aluvión en Colombia así como por quienes sufren "la crueldad de la guerra en tantas partes del mundo", especialmente en Ucrania, Palestina e Israel.
Francisco llamó a rezar para que "cuantos tienen poder sobre estos conflictos" reflexionen sobre el hecho de que "la guerra no es el camino para resolverlos", porque "siembran muerte entre los civiles y destruyen ciudades e infraestructuras".
"Hoy la guerra es en sí misma un crimen contra la humanidad. No lo olvidemos: es un crimen contra la humanidad. Los pueblos necesitan paz", concluyó antes de su habitual petición a los fieles: "No se olviden de rezar por mí".