El agnóstico Arratibel dirige una película sobre la conversión a la fe de su madre y sus hermanas
“Toda mi familia se ha convertido a la fe católica. La distancia con ellos se hacía cada día más grande, así que me propuse hacer una película para entender cómo el Espíritu Santo había entrado en sus vidas y, de alguna forma, también en la mía. Una película de cariños, ausencias, vacíos y distancias”, afirma David Arratibel, director de Converso. David Arratibel deja claro a Religión Confidencial que “no es una película proselitista. “Mi objetivo ha sido intentar entender a mi familia”, confiesa.
Arratibel, actualmente director creativo de empresas como Kukuxumusu, empezó a barajar la idea de este guion hace tres años, aunque algunos de sus amigos muy contrarios hacia la religión, cuestionaban el proyecto. “Un amigo mío del mundo del cine que es bastante beligerante me dijo que está película la tenía que hacer con dos objetivos: o para llevar a la cárcel a los beligerantes o para dejarles en ridículo. Yo no he hecho la película para perseguir ninguno de los dos objetivos”, explica a Religión Confidencial.
Tras ver la película, el amigo de David definió la cinta como una historia de “ausencias, cariños, vacíos y distancias en una familia”. Y está es la frase que han escogido para la sinopsis de la película.
Converso trata de comprender el proceso de conversión a la fe católica por parte de la familia del director y abordar conversaciones pendientes. Solo uno de los miembros de la familia permanece ateo, y es director de cine.
Tras varios años sin sacar el tema, confuso y algo irritado, Arratibel por fin se decide a preguntar todo lo que nunca comprendió. A tener todas esas conversaciones pendientes con su familia que tanto le duelen.
El título hace referencia tanto a la primera persona del presente de indicativo del verbo conversar como a aquellas personas que abrazan una religión diferente de la que tenían.
Experiencias negativas
Arratibel explica algunas de las experiencias que ha tenido mientras producía la película. “Me encontré con muchas personas críticas y beligerantes hacia la religión, sobre todo mayores de 60 años. Creo que la mayoría de estas personas ha vivido experiencias personales negativas por parte de la Iglesia. A muchos de ellos se les ha impuesto la religión”.
El director de cine considera que el gran problema de la Iglesia Católica es que “se vende mal” y en su opinión, “ha perdido el norte durante muchos años. Necesita un reposicionamiento de marketing”, apunta.
Considera que las personas menores de 45 años, no han vivido la imposición religiosa, pero sus prejudicios les llegan por lo que escuchan de sus padres. “Buena parte de nuestra generación tiene falta de interés hacia la religión. Yo he tenido prejuicios, también una postura beligerante, y por último una falta de interés hacia la religión”, apunta David.
El director de la película continúa siendo agnóstico a pesar de que, a raíz de dirigir este documental, ha ido conociendo un poco más la religión católica, un mundo al que califica de “exótico”. En este tiempo se ha entrevistado con católicos diversos, desde el párroco de la Iglesia del Salvador hasta el capellán de la Universidad de Navarra, algo impensable para él.
Una historia de conversión
La historia de conversión de la familia de David comenzó con Raúl, el profesor de piano de su hermana mayor María y ahora, su marido. “Comenzaron a asistir a unas cenas esporádicas con amigos para hablar de teología. Raúl se convierte y más tarde mi hermana. Después le tocó el turno a mi madre”, explica David.
Paula, su hermana pequeña observó la transformación de su madre y hermana, quienes nunca ejercieron una actitud proselitista hacia ella. Mi hermana pequeña era y es muy inteligente. Pero ella experimentó su propia conversión. Hasta que no les planteé que iba a rodar esta película, ninguna de mis dos hermanas había hablado entre ellas de su conversión. Era un tema tabú”, relata David.
Ni su madre ni sus tres hermanas pertenecen a ningún movimiento o institución de la Iglesia Católica, aunque ahora una de ellas asiste a los grupos de Emaús.
Después de la muerte
David no ha experimentado ninguna conversión, aunque reconoce que, por primera vez, se ha planteado qué hay después de la muerte.
“Un amigo, católico, está batallando un cáncer muy malo. A la orilla de un río hemos hablado sobre la fe. Reconozco que, por primera vez, pienso en el más allá”, confiesa. Aunque no tiene fe, y continúa siendo agnóstico, reconoce que la película le ha transformado. “Ahora puede hablar de religión sin prejuicios y tenía muchos”, declara.
Recorrido de galardones
Converso está teniendo un amplio recorrido por festivales donde ha conseguido el reconocimiento tanto del público como de la crítica especializada. La película se alzó con la Biznaga de Plata al Mejor Director en la Sección Oficial de Documentales del pasado Festival de Málaga, así como con el Premio del Público en el Festival Internacional de Documentales Punto de Vista de Navarra 2017.
La película se estrenará el 29 de septiembre en 10 salas de toda España.
Arratibel, actualmente director creativo de empresas como Kukuxumusu, empezó a barajar la idea de este guion hace tres años, aunque algunos de sus amigos muy contrarios hacia la religión, cuestionaban el proyecto. “Un amigo mío del mundo del cine que es bastante beligerante me dijo que está película la tenía que hacer con dos objetivos: o para llevar a la cárcel a los beligerantes o para dejarles en ridículo. Yo no he hecho la película para perseguir ninguno de los dos objetivos”, explica a Religión Confidencial.
Tras ver la película, el amigo de David definió la cinta como una historia de “ausencias, cariños, vacíos y distancias en una familia”. Y está es la frase que han escogido para la sinopsis de la película.
Converso trata de comprender el proceso de conversión a la fe católica por parte de la familia del director y abordar conversaciones pendientes. Solo uno de los miembros de la familia permanece ateo, y es director de cine.
Tras varios años sin sacar el tema, confuso y algo irritado, Arratibel por fin se decide a preguntar todo lo que nunca comprendió. A tener todas esas conversaciones pendientes con su familia que tanto le duelen.
El título hace referencia tanto a la primera persona del presente de indicativo del verbo conversar como a aquellas personas que abrazan una religión diferente de la que tenían.
Experiencias negativas
Arratibel explica algunas de las experiencias que ha tenido mientras producía la película. “Me encontré con muchas personas críticas y beligerantes hacia la religión, sobre todo mayores de 60 años. Creo que la mayoría de estas personas ha vivido experiencias personales negativas por parte de la Iglesia. A muchos de ellos se les ha impuesto la religión”.
El director de cine considera que el gran problema de la Iglesia Católica es que “se vende mal” y en su opinión, “ha perdido el norte durante muchos años. Necesita un reposicionamiento de marketing”, apunta.
Considera que las personas menores de 45 años, no han vivido la imposición religiosa, pero sus prejudicios les llegan por lo que escuchan de sus padres. “Buena parte de nuestra generación tiene falta de interés hacia la religión. Yo he tenido prejuicios, también una postura beligerante, y por último una falta de interés hacia la religión”, apunta David.
El director de la película continúa siendo agnóstico a pesar de que, a raíz de dirigir este documental, ha ido conociendo un poco más la religión católica, un mundo al que califica de “exótico”. En este tiempo se ha entrevistado con católicos diversos, desde el párroco de la Iglesia del Salvador hasta el capellán de la Universidad de Navarra, algo impensable para él.
Una historia de conversión
La historia de conversión de la familia de David comenzó con Raúl, el profesor de piano de su hermana mayor María y ahora, su marido. “Comenzaron a asistir a unas cenas esporádicas con amigos para hablar de teología. Raúl se convierte y más tarde mi hermana. Después le tocó el turno a mi madre”, explica David.
Paula, su hermana pequeña observó la transformación de su madre y hermana, quienes nunca ejercieron una actitud proselitista hacia ella. Mi hermana pequeña era y es muy inteligente. Pero ella experimentó su propia conversión. Hasta que no les planteé que iba a rodar esta película, ninguna de mis dos hermanas había hablado entre ellas de su conversión. Era un tema tabú”, relata David.
Ni su madre ni sus tres hermanas pertenecen a ningún movimiento o institución de la Iglesia Católica, aunque ahora una de ellas asiste a los grupos de Emaús.
Después de la muerte
David no ha experimentado ninguna conversión, aunque reconoce que, por primera vez, se ha planteado qué hay después de la muerte.
“Un amigo, católico, está batallando un cáncer muy malo. A la orilla de un río hemos hablado sobre la fe. Reconozco que, por primera vez, pienso en el más allá”, confiesa. Aunque no tiene fe, y continúa siendo agnóstico, reconoce que la película le ha transformado. “Ahora puede hablar de religión sin prejuicios y tenía muchos”, declara.
Recorrido de galardones
Converso está teniendo un amplio recorrido por festivales donde ha conseguido el reconocimiento tanto del público como de la crítica especializada. La película se alzó con la Biznaga de Plata al Mejor Director en la Sección Oficial de Documentales del pasado Festival de Málaga, así como con el Premio del Público en el Festival Internacional de Documentales Punto de Vista de Navarra 2017.
La película se estrenará el 29 de septiembre en 10 salas de toda España.
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