Esclarecedor documental
Cabras en las iglesias: lo que está haciendo Turquía con Chipre
Las raíces cristianas del país están siendo extirpadas desde la invasión de 1974, con 720 templos devastados y 85 convertidos en mezquitas.
Chipre es un país miembro de la Unión Europea, y Turquía aspira a serlo. Uno de los obstáculos es precisamente la ocupación a la que somete el 36,2% del territorio chipriota tras la invasión de 1974, y que está sirviendo para una sistemática descristianización cultural e histórica de la zona invadida, denunciada hasta su muerte por el primer presidente de la República independiente, el arzobispo Makarios (19131977).
En los últimos treinta y ocho años, la parte de Chipre bajo el poder de Estambul ha visto cómo 575 iglesias, capillas y monasterios ortodoxos han sido vandalizados, 19 iglesias completamente destruidas, 85 convertidas en mezquitas y 41 utilizadas como establos: en total, 720 lugares de culto cristiano que han desaparecido de una zona del país de extensión similar a la provincia de Álava.
Una sistemática destrucción, pues, destinada a extirpar todo recuerdo de la Cruz, y que está siendo denunciada por el Comité de los Ayuntamientos del Chipre Ocupado a través de un vídeo producido en la capital de la zona libre, Nicosia. En quince minutos se detalla la rica herencia cultural de la isla, cristiana y precristiana, y la forma en que puede desaparecer del todo por la presión de las autoridades turcas, que no reparan ni siquiera en las realización de excavaciones ilegales en lugares de gran valor arqueológico.
Con la voz quebrada
En el documental, Cecilia Wikström, europarlamentaria sueca que es además teóloga luterana, se emociona hasta contener el llanto cuando explica la destrucción de las iglesias y de los restos de civilización europea, incluso los cambios de los nombres de las cosas, a las que se está aplicando el gobierno turco en el Chipre ocupado: "Me rompe el corazón ver que lugares que la gente ha considerado santos son desmantelados y vandalizados de esta forma", dice con la voz quebrada en el interior de un templo destrozado. La imagen de un cementerio profanado con cientos de cruces caídas completa su testimonio.
Por su parte, Francesco Bardarin, director del Centro del Patrimonio Mundial de la Unesco, explica que ante la destrucción masiva de obras de arte y de valor cultural en el Chipre ocupado tienen muchas dificultades para intervenir directamente porque la ONU no puede hacerlo: "Sólo podemos apelar a Turquía y a otras entidades que están allí para que tengan respeto en cuanto miembros de la civilización internacional".
Mercado negro y mezquitas en las iglesias
El vídeo continúa denunciando la destrucción de monumentos cristianos, así como la exportación ilegal de obras de arte y las excavaciones ilegales. A eso se suma el fomento de la inmigración para "alterar la demografía característica de la isla": hasta 160.000 turcos han entrado en el país desde la invasión de 1974. Se han construido además decenas de mezquitas con la finalidad de cambiar la esencia cultural chipriota.
Se muestran entonces las imágenes de un grupo de mahomentanos leyendo el Corán en la iglesia de San Juan Crisóstomo en Akanthou. Y explica cómo los chipriotas tienen que pagar para visitar como turistas las iglesias que como cristianos les pertenecen. Del mismo modo, los nombres tradicionales de ciudades y lugares, precristianos o cristianos, han sido cambiados por nombres turcos. Una bandera turca ondeando en una catedral de estilo gótico medio derruida es la imagen más evidente del drama.
Como también lo es la composición de fotogramas (antes y después) de los mosaicos, plenos de color y vida, que representaban escenas cristianas, y que han sido saqueados para hacer negocio con ellos en los mercados de antigüedades europeos o norteamericanos ante la indiferencia mundial.
Los ojos arrancados
En cuanto a los templos, no hay distinción: ortodoxos, católicos, anglicanos, maronitas, armenios... La mayor parte de los lugares cristianos de oración y culto están en su mayor parte "en condiciones terribles".
Sólo en algunos de ellos, y en algunos días del año y bajo estrictas restricciones, se puede celebrar culto cristiano. Y otros, los que se mantienen cuidados, es porque se han transformado en mezquitas.
El vídeo concluye con las impresionantes imágenes de unos frescos de santas y santos cristianos con los ojos raspados, simbólicamente extraídos por los bárbaros. "Estos monumetos no pertenecen sólo a los chipriotas", resume el documental, "sino a la comunidad internacional. Rescatar estos monumentos debería ser un deber para todos".
Ver abajo el documental completo (en inglés).