El rector del seminario de Toulon da datos sobre la decisión de Roma de suspender las ordenaciones
La pasada semana se hizo pública la decisión de la Santa Sede de suspender sine die las ordenaciones en el seminario de la conocida y muy viva diócesis francesa de Fréjus-Toulon, dirigida por monseñor Dominique Rey, uno de los obispos que más ha apostado por la nueva evangelización.
La noticia causó una gran conmoción en la Iglesia Católica en Francia, pero también entre numerosos católicos de todo el mundo, puesto que esta diócesis francesa es muy conocida por la gran cantidad de carismas de distinto tipo que alberga: desde distintos grupos carismáticos a tradicionalistas pasando por misiones neocatecumenales y otros movimientos evangelizadores.
Si esta decisión ha dejado descolocados a los numerosos seminaristas de Fréjus-Toulon ha afectado aún más a los seis seminaristas que iban a ser ordenados diáconos y a los cuatro diáconos que iban a ser ordenados presbíteros a finales de este mes de junio.
Fréjus-Toulon es, gracias a monseñor Rey, la diócesis con más ordenaciones sacerdotales por habitante al disponer de 252 sacerdotes ejerciendo en ella y 93 como misioneros más allá de sus fronteras. Actualmente, la diócesis tiene el tercer seminario con más vocaciones de Francia. En 2021 se ordenaron seis sacerdotes, dos menos que el año 2020 marcado por la pandemia. En 2019, el centro tenía 66 seminaristas, cifra solo superada por el seminario de la capital francesa y la comunidad de Saint-Martin.
Sobre esta situación excepcional se ha manifestado el rector del seminario, el padre Benoît Moradei en una entrevista con Famille Chretienne. Confirma que fue el propio obispo quien acudió a anunciarles esta noticia, “primero a los que iban a ser ordenados y luego a toda la comunidad del seminario”.
Monseñor Dominique Rey en una de las ordenaciones realizadas en el pasado en Toulon.
“Este anuncio se hizo en un momento de oración, durante el servicio del mediodía. A continuación, los seminaristas pudieron tener una comida de equipo para hablar entre ellos de esta noticia. Por la tarde me reuní individualmente con cada ordenando y luego, por la noche, tuvo lugar un tiempo de intercambio con el obispo, seguido de una noche de Adoración. Cada primer jueves de mes se organiza en el seminario una noche de Adoración por las vocaciones, por la Iglesia y por el Santo Padre”, explica el rector del seminario de Toulon.
El padre Benoît señala que los seminaristas “acogieron esta noticia en oración con valentía, con muchas preguntas por supuesto, pero también con mucha confianza en la Iglesia y en el Señor”. De hecho, recalca que los jóvenes “no preguntaron por los plazos sino por los motivos. Entendieron que las ordenaciones se posponían sine die”.
La decisión tomada por Roma se produjo tras el encargo que hicieron al arzobispo de Marsella, monseñor Aveline, para que auditara el seminario de Toulon. El rector trabajaba en la “reestructuración del seminario”, que empezó hace tres años, y de la mano del consejo del seminario, los formadores, y en conexión con monseñor Dominique Rey y desde hacía menos tiempo monseñor Jean-Marc Aveline. “Digo esto porque tengo la tristeza de leer aquí o allá que algunos cuestionan la obra del arzobispo de Marsella. Su obra no nos hizo daño. Al contrario. Su apoyo fue verdaderamente paternal y alentador”, informa el rector.
Intentando ir a la fuente de esta situación, Benoît afirma que “la reestructuración del seminario suscitó interrogantes en la diócesis, y en particular entre algunos sacerdotes. Por lo tanto, era necesario calmar la situación. En este punto, las visitas de Monseñor Aveline y Monseñor Sylvain Bataille, obispo de Saint-Etienne, fueron muy positivas y muy alentadoras. Hemos tratado de poner en práctica sus consejos y recomendaciones”.
El rector del seminario prosigue explicando que “sus visitas comenzaron en la primavera de 2021. En general, Monseñor Aveline y Monseñor Bataille destacaron muchos puntos positivos en el funcionamiento general del seminario, pero también algunos puntos de progreso y desafíos que superar. Hicieron, por ejemplo, recomendaciones sobre formación intelectual que les parecieron muy buenas. Por lo tanto, nos pidieron publicar un folleto presentando las enseñanzas, lo cual se hizo, y continuar la afiliación con la Universidad Católica de Lyon. Este trabajo está en curso”.
Uno de los aspectos más llamativos de este seminario y que le hace diferente a oros muchos es que acoge a muchos seminaristas de nuevas comunidades y también de otras diócesis. Este hecho ha sido a veces criticado.
Sobre este aspecto concreto, el rector indica que los dos obispos visitantes “hablaron de un desafío a asumir, aunque pudieron ver que esta diversidad se vivía bien en el seminario. Insistieron en la necesidad de mejorar la integración de estos seminaristas en la diócesis. Eso es lo que trato de hacer. Trabajé mucho en esta cuestión, siendo yo mismo de la diócesis. Puedo decir en todo caso que los muchachos que vienen a este seminario buscan sinceramente encajar y servir a nuestra diócesis”.
Otra particularidad de este seminario es que acoge a un importante número de jóvenes de grupos tradicionalistas. Según explica el padre Benoît, estos seminaristas “representan alrededor de un cuarto o un tercio de nuestra membresía total. Una de las especificidades de nuestro seminario es hacer que las diferentes sensibilidades convivan en una comunión fraterna donde todos se respetan. Personalmente, estoy muy atento a este equilibrio. En lugar de hacer capillas separadas, queremos que nuestros seminaristas oren y trabajen juntos sin importar sus sensibilidades. Esto es parte de la eclesialidad”.
También reconoce que “este aspecto es una de las cosas que destacaron, no como un impedimento sino como un desafío a cumplir”.