Dar clase en Ucrania, con bombas y desplazados: Cáritas busca crear cordura en un contexto de dolor
La guerra se alarga en en Ucrania, los hombres siguen en el frente y los misiles y drones siguen cayendo en la retaguardia, en Odessa y otros lugares lejos de la zona de combates.
Pese a las bombas, mujeres y niños en retaguardia intentan hacer una vida medianamente normal. El curso empezó el 1 de septiembre y el 1 de octubre se celebró el Día del Maestro.
Pero tras 20 meses de guerra, desplazamientos e incertidumbres, niños y maestros están cansados y debilitados. Por eso Cáritas Ucrania lleva meses reforzando sus servicios de apoyo psicológico a niños y maestros, al mismo tiempo que las parroquias en el país siguen abriendo espacios para niños, para estudiar, reforzar idiomas, amistades, catequesis... y mantenerlos distraídos de la guerra.
La guerra lleva la locura a la escuela: hay que rebajarla
Según la ONU, la guerra perjudica educativamente a 4,8 millones de niños y 500.000 docentes y auxiliares en Ucrania, de preescolar a secundaria. Un sondeo de la fundación educativa GoGlobal mostró que el 54% de los docentes encuestados sufren agotamiento profesional y el 75% de los niños en edad escolar muestran signos de estrés.
La guerra aporta mucha locura y dolor, y es necesario frenarlo con paciencia y formación. Hay recursos psicosociales sencillos y eficaces que ayudarán a los niños y mayores, si los maestros los aprenden y aplican. A eso se dedican varios cursos de Cáritas Ucrania. En 2022, los proyectos puramente escolares de Cáritas llegaron a más de 19.500 niños, 1.970 profesores y 3.600 padres.
Ese año se formó también a 55 supervisores del programa "Diálogos abiertos" que ayudaron a 774 profesores a poder enfrentar su estrés, cansancio, angustia y dudas: el maestro debe estar suficientemente fuerte para poder aportar estabilidad a los alumnos. Los profesores se apoyan también unos a otros, a menudo con seres queridos en el frente o ya fallecidos por el horror de la guerra.
"El 85% de los participantes del programa afirman que las actividades propuestas mejoran el ambiente en el equipo y les permiten apoyarse y escucharse mutuamente; ayudar a encontrar soluciones a problemas y conflictos de carácter interno o interprofesional, y para ampliar el concepto de desarrollo y educación de un niño que está experimentando estrés", aseguran los responsables del programa.
También a los niños hay que explicarles que sus sentimientos y heridas son normales en el contexto de la guerra: se les explica con el programa "Salud mental: el camino de los superhéroes", que les ayuda a expresarse y a entender lo que les pasa. Usa dibujos animados y 42 profesores recibieron una formación presencial de tres días de duración sobre este tema. Otros 20 la recibirán en octubre de 2023. Ellos lo comparten con compañeros en sus colegios.
Más centros para niños
Por todo el país, con los padres en la guerra y las madres desplazadas o con trabajos informales, a veces con escuelas destruidas y desplazados a lugares lejanos, los niños necesitan sitios para jugar, estudiar y hacer catequesis. La Iglesia y Cáritas responden abriendo centros adaptados.
Así, la parroquia grecocatólica de San Basilio el Grande en Ternopil acaba de inaugurar una filial de Cáritas con un nuevo centro para niños y jóvenes. Ternopil tenía 200.000 habitantes antes de la guerra, está en el oeste del país, lejos del frente, y ha recibido numerosos desplazados internos. Es una de las zonas con más población católica.
Bendicen los nuevos locales para niños en San Basilio, parroquia grecocatólica de Ternopil, Ucrania.
El párroco, Vasyl Savkiv, explica que enseguida se han puesto a funcionar dos clases de 24 niños cada una para estudiar inglés de manera gratuita, como extraescolar. También hay juegos y carreras de bicicleta. "Hay de todo para que los niños pasen su tiempo de una manera interesante y relevante. Hemos equipado dos aulas, tenemos dos salas para un sacerdote y un psicólogo, donde los niños podrán recibir la ayuda que necesitan", explica el párroco. Se organizarán excursiones, talleres de animación, pases de películas...
Lo que hay que saber
Maestros y catequistas detectan en sí mismos y en los niños actitudes que antes de la guerra no existían. Los padres también arrastran sus heridas. Tras varios meses de experiencia y programas, en Cáritas cada vez afinan más qué es lo que necesitan familias y maestros. Ya coordinaron actividades y programas para 8.500 niños, y grupos de apoyo para 1.600 padres y casi 500 profesores, en el Programa de Apoyo Emocional de la Academia Kiev-Mohyla.
Ahora, Cáritas y la plataforma online Prometheus, forma en "Gestión del estrés para educadores", un curso que empezó el 20 de septiembre, con certificado para participantes.
Cáritas Ucrania forma a maestros y educadores para apoyar a los niños y familias en circunstancias de guerra.
"En tiempos de guerra los educadores enfrentan desafíos aún más nuevos. Superarlos requiere conocimientos y habilidades específicas, particularmente en psicología", declaran la responsable del proyecto en Cáritas, Maryna Martynenko.
Los temas a tratar a veces se parecen a los de un curso para profesores en otro país, pero con el añadido estremecedor de la guerra que lo retuerce todo:
- conciliación Guerra-Trabajo-Vida personal: cómo disfrutar del trabajo en momentos de estrés constante,
- identificar los principales factores de estrés para educadores,
- maestros e "hijos de la guerra", ayudar a los estudiantes;
- estudiantes on line;
- estrés infantil,
- ayudar a compañeros maestros sin ser psicólogo;
- crear ambientes agradables con compañeros;
- escuelas que reconozcan profesionalmente a los docentes;
- expresar gratitud;
- la escuela en guerra: cómo enseñar, aprender y sostener;
- preservar la salud mental de los niños en escuela y familia;
- retos de la educación a distancia en condiciones de guerra;
- la conducta agresiva en los niños como mecanismo básico de defensa.
En buena parte, estos proyectos para proteger y cuidar la cordura de niños, madres y maestros en el marco de locura de la guerra, se financian con ayuda de las Cáritas de otros países, entre ellos Cáritas española y los donativos de católicos españoles generosos.
Para ayudar a las víctimas de la guerra en Ucrania, Cáritas Española ha abierto esta web y la cuenta Caixabank ES31 2100 5731 7502 0026 6218 .
En el vídeo (en ucraniano), los niños en parroquias y centros de Cáritas explican lo que quieren ser de mayores y por qué les gusta ir a clase, aunque sea en otra ciudad.