De cada 10 jóvenes, 4 tienen tendencias suicidas, pero muchos otros difunden respuestas y esperanza
Este jueves, la Fundación Mutua Madrileña y la Fundación FAD Juventud (anteriormente Fundación de Ayuda contra la Drogadicción) han presentado el Barómetro Juvenil. Salud y bienestar, un informe conjunto sobre las tendencias sanitarias más extendidas entre los jóvenes y su estilo de vida. Las conclusiones del mismo no son alentadoras: casi la mitad de los jóvenes en España se han planteado el suicidio en el último año, la situación económica "estresa" a uno de cada dos y muchos consumen psicofármacos.
Los síntomas descritos hablan de una juventud mentalmente rota: según el barómetro, el 36,2% de los encuestados declara haber sido diagnosticado alguna vez de un trastorno mental por un profesional sanitario, siendo la depresión, la ansiedad, el pánico y las fobias los más frecuentes.
En este sentido, más de la mitad (el 56%), cree haber sufrido problemas psicológicos, psiquiátricos o de salud mental en los últimos 12 meses, pero el 49% de los mismos no pidió ayuda profesional.
En lo referido a la salud mental, el dato más abrumador es que hasta el 80% de los jóvenes entre 15 y 29 años declaran haber experimentado síntomas de malestar emocional durante el último año. La sensación de tristeza o desesperanza, el poco interés en hacer las cosas o problemas de concentración son los más habituales.
Uno de los datos más preocupantes al respecto son los resultados sobre el suicidio, actualmente la primera causa de mortalidad no natural en España.
Según el informe, más de uno de cada tres jóvenes (35,4%) ha experimentado ideas suicidas al menos una vez o con cierta frecuencia en el último año y un 8,9% las ha experimentado continuamente o con mucha frecuencia. Es decir, un 44,3% de jóvenes ha pensado en ello alguna vez, lo cual supone un aumento significativo respecto de 2019, cuando la cifra se situaba en el 40,1%.
A este respecto, el director general de la Fundación Mutua Madrileña afirmó que "es especialmente preocupante este aumento en adolescentes. Todo indica que la población juvenil es la que más ha padecido el efecto de la pandemia sobre su salud mental".
El informe también alerta sobre el consumo de medicamentos sin receta. Tan solo hablando de psicofármacos -benzodiacepinas, barbitúricos, antidepresivos, antipsicóticos o anticonvulsivos- se desprende que uno de cada cuatro jóvenes los ha consumido con o sin prescripción médica en el último año.
El pesimismo es otro rasgo que comienza a ser predominante entre la juventud española. Al ser preguntados por los problemas que más les preocupan personalmente, destacan la precariedad laboral, el paso y los bajos salarios y además no confían en que dejen de serlo: solo dos de cada diez piensa que estos problemas mejorarán en el futuro, dos de cada tres cree que empeorarán y un 40% que seguirán afectando como hasta ahora. El 71,5% de los encuestados cree que España irá a peor o se mantendrá igual.
De nuevo, el trabajo y la economía son los dos principales desencadenantes de un estrés mayoritariamente difundido entre la juventud: un 63% declara sentirse "muy o bastante estresado" con el trabajo o los estudios y un 51,4 lo afirma en relación a su situación económica.
La fe, fuente de respuestas y esperanza
Pese a los datos, también hay signos esperanzadores entre la juventud. Cada vez son más los jóvenes conscientes de esta grave realidad que se aferran a la fe y la religión como su sustento vital y que ayudan a otros a enfrentar los males descritos por el informe.
Se pudo comprobar hace algunos meses, durante el Rosario por la Juventud de España, que reunió a miles de jóvenes por las calles de Madrid. Para sus organizadores, la juventud española está sufriendo una situación alarmante, especialmente por la elevada tasa de suicidios o intenciones suicidas.
Ricardo Martín de Almagro, uno de los organizadores del Rosario, explicó a Religión en Libertad que esta iniciativa espontánea pretende ofrecer "una alternativa" ante la "pérdida de la razón que sufre esta sociedad secularizada y las desgracias que acompañan los falsos ídolos de la posmodernidad".
"El rosario es una fuente de esperanza para la sociedad actual que se ha entregado a becerros e ídolos que no dan nada. Cada vez más jóvenes abogan por quitarse de en medio [mediante el suicidio] y creemos que solo orientando la brújula ante una sociedad que ha perdido el norte se podrá encontrar el propósito para seguir existiendo. El Sagrado Corazón es quien nos ofrece las respuestas y soluciones ante las complicaciones de la vida", menciona Ricardo.