El islam, ¿pacifista o belicoso?

Con ocasión de los salvajes atentados cometidos días atrás en París por islamistas echados al monte, aparecieron en las televisiones españoles jefes de comunidades islámicas de nuestro país proclamando que el islam es una religión de paz.

Bueno, vale, pero… ¿dónde está eso escrito? ¿En qué texto o libro canónico del islam figura algo que se parezca a un atisbo de libertad religiosa o tolerancia hacia los que practican otras religiones, en particular las monoteístas que podrían considerarse más próximas al islamismo o más directamente competidoras con la religión del Profeta?

Al contrario, lo que encontramos en el Corán, el libro sagrado de los seguidores de Mahoma, son no pocas referencias al uso de la violencia contra los “infieles” que no se conviertan al islam. Casi al principio, en la sura 2, aleya 191, puede leerse: “Matadlos donde deis con ellos”, que es lo que vienen haciendo los yihadistas del autodenominado Estado Islámico, es decir, “soldados” de la guerra santa que propugna el Corán.

Es comprensible que los musulmanes que no participan directamente de la barbarie yihadista traten de distanciarse de los autores de tan horrendos crímenes para no parecer cómplices de semejante brutalidad, pero que nos quieran “vender” un falso islam pacifista y tolerante, eso es muy diferente.

¿Tolerante el islam? No se nota en los países donde son hegemónicos, como Arabia Saudí, emiratos del Golfo Pérsico, Irán, Sudán, Pakistán, etc., etc. Los terroristas son, en último término, unos islamistas ultra ortodoxos, fanáticos, intolerantes, totalitarios, como lo fueron en su día los nazis o los soviéticos.

Bien está que los “infieles” no fomentemos la islamofobia, metiendo en el mismo saco a todos los seguidores del islam, pero pedirles una condena más rotunda y enérgica de las acciones de sus bárbaros hermanos en la fe sí sería exigible, y poner en duda las proclamas edulcoradas del islam como si ninguna amenaza a cuantos no compartimos su religión figurase en el Corán. El islam es lo que es y sólo eso. Mientras no se toleren a sí mismos aunque pertenezcan a distintas corrientes islámicas ni permitan cierta libertad religiosa donde gobiernan con mano rigorista, será difícil que los “infieles” no los miremos con algún recelo y prevención. Es que, a poco que nos descuidemos, nos jugamos la existencia en un exceso de confianza.