Chaput, Premio Madre Angelica de EWTN, pide «proseguir su sueño»: el Evangelio en todos los hogares
El arzobispo emérito de Filadelfia, Charles Chaput, fue galardonado este domingo con el primer Premio Madre Angélica, que otorgará anualmente EWTN, fundada en la festividad e la Asunción de hace justo cuarenta años por la Madre María Angélica de la Anunciación (en el siglo, Rita Rizzo), nacida en Ohio en 1923 y fallecida a los 92 años de edad en 2016. En 1981, fiada completamente en la voluntad de Dios porque ella era completamente ajena al mundo mediático, dio los primeros pasos para poner en marcha la que se ha convertido en la mayor cadena católica de televisión del mundo.
"Este premio fue creado como una forma de reconocimiento a la Madre Angélica y a su legado, homenajeando a personas que han entregado sus vidas al servicio de la Iglesia, en particular al servicio de la Nueva Evangelización, como la propia Madre Angélica hizo", dijo Michael P. Warsaw, CEO de EWTN, durante la ceremonia celebrada este 15 de agosto y transmitida por la cadena para 380 millones de espectadores en 150 países: "Cuando se propuo este premio por primera vez, no había nadie en mi mente que lo mereciera más que el arzobispo Chaput", añadió, según recoge Catholic News Agency.
El Premio Madre Angélica es una escultura de bronce obra de Kelly Somey.
Chaput, de 76 años, se retiró por edad en enero de 2020 como arzobispo de Filadelfia (Pennsylvania), tras haberlo sido de Denver (Colorado) y Rapid City (Dakota del Sur). Es religioso capuchino ordenado sacerdote en 1970 y obispo en 1988. Su vinculación con EWTN es muy estrecha, pues ha formado parte durante un cuarto de siglo de su cuadro directivo y fue el oficiante principal en el funeral por Madre Angélica.
Es, además, reconocido como uno de los obispos norteamericanos más firmes en la fe y opuestos a la mundanización de la Iglesia. Así, no tuvo respetos humanos para sostener que debe negársele la comunión al actual ocupante de la Casa Blanca, Joe Biden, por su pública defensa del aborto hasta el momento antes del parto, y por haber convertido la promoción del aborto dentro y fuera del país en uno de los fundamentos de su acción política.
"En muchos sentidos, usted ha sido un modelo de cómo puede trabajar un obispo con líderes laicos para impulsar a la Iglesia y evangelizar", le dijo Warsaw durante la ceremonia. "Los laicos no deben trabajar para el clero", contestó el obispo: "Somos corresponsables. Realmente así lo creo".
Recuerdos de Madre Angélica
También evocó algunos de los momentos vividos en antena con la Madre Angélica, como cuando ella estaba criticando el daño que el feminismo hacía al mundo y a la Iglesia: "Le dije '¡Pero usted es feminista! De otro tipo, tal vez, pero feminista a fin de cuentas'. Recuerdo que rió con ganas. Dudé si decirlo por si se ofendía, pero no se ofendió. Era su carácter feliz, nada podía sorprenderla. Podía responder a cualquier cosa que le dijeses. Considero una bendición los días que viví con ella, y doy gracias a Dios de que su trabajo en EWTN continúe hoy para proseguir con el sueño de Madre Angélica: que el Evangelio fuese importante y estuviese al alcance en todos los hogares".
También recordó su espiritualidad franciscana común, y la confianza en la Providencia que la caracteriza. Pero él no lo llevaba tan lejos como para que la casa provincial de los capuchinos que regentó en tiempos no contase con un presupuesto, y propuso a la Madre Angélica que EWTN lo tuviese también: "Pero ella pensaba que eso era un pecado contra la Providencia de Dios. Discutimos seriamente al respecto, pero nunca logré convencerla".
"Madre Angélica nos demostró con su vida que no hay problema en confiar en Dios porque Dios siempre es fiel a sus promesas", añadió.
Dos consejos para la evangelización
Por último, Chaput ofreció dos consejos a quienes está comprometidos en la Nueva Evangelización.
Primero: "Por mucho que nos hagamos viejos o por mucho que suframos, si miramos las cosas por las que debemos estar agradecidos siempre tendremos el corazón alegre".
Segundo: "El mundo que nos rodea ha cambiado y es mucho más difícil que antes. Existe la tentación de la desesperación, o al menos del desánimo. De dejar de ver la vida como una aventura, sino solo como algo que soportar. Creo que es importante que mantengamos un sentido de aventura en la fe, de que Dios nos ha dado un mundo difícil para que la evangelización sea más atractiva. No podemos hacer lo mismo que antes. Tenemos que ser creativos e intentar responder realmente al mundo al como es, y no como nos gustaría que fuese".
Monseñor Chaput concluyó animando a todos a trabajar con entusiasmo "para hacer que el mundo que Dios nos da sea un lugar conde su Palabra sea proclamada con alegría y confianza".