Mary Lou Williams evangelizaba con su música, la recibió el Papa y acogió necesitados en su hogar
«Del playing al praying»: la conversión de una estrella de jazz con un ferviente deseo de Dios
Cuando Mary Lou Williams entró al club nocturno de París “Le boeuf sur le toit” una noche cualquiera de 1954, todo daba a entender que el público disfrutaría de otro espectáculo inolvidable junto a una de las más grandes estrellas de jazz del momento. Ella, antes de comenzar, presentía que no sería así. Minutos después, en medio de su actuación, se levantó y abandonó el escenario. Dios la estaba llamando.
Admirada desde que era joven por grandes estrellas del jazz
Mary Elfrieda Scruggs nació el 8 de mayo de 1910, en Atlanta (EEUU). Desde su primera infancia, Mary desarrolló grandes dotes para el piano y con 15 años ya era intérprete profesional. Un año después, las puertas del éxito se abrirían definitivamente para la joven al casarse con el saxofonista de jazz John Williams.
Desde entonces y hasta principios de 1950, la carrera de Mary Lou Williams fue meteórica. A lo largo de estos años, escribió composiciones, dirigió bandas, grabó decenas de discos y fue admirada por estrellas del jazz del momento como Dizzy Gillespie, Thelonious Monk, Charlie Parker, Art Tatum.
"Una señal" le llevó de la crisis a la fe y la oración
National Catholic Register relata que toda esta época de oro terminó en 1940. Años de abusos matrimoniales sufridos en secreto terminaron con un complejo divorcio que marcó el principio de “un colapso emocional”. Durante años, Mary vivió sumida en la depresión, la soledad y la presión de su trabajo, pero de puertas a fuera, hacía lo que mejor sabía: interpretar.
“Sentía que no tenía absolutamente nadie a quien acudir o con quien hablar de mis problemas. Me amargué la vida, caminé como si estuviera en una niebla. Estaba buscando algo que no veía, y no sabía qué era, pero sé que estaba buscando algo”, comentó en 1980 entrevistada en la revista People.
Durante años de depresión, la estrella de jazz Mary Lou Williams afirmó estar buscando algo sin saber qué era, hasta que le invitaron a rezar.
La depresión ocupó toda la vida de la cantante, especialmente los meses anteriores a aquella noche de 1954. Classic Jazz Standards recoge la reflexión de Williams en aquel tiempo. “Hay un momento en el que debes parar y cuidarte a ti mismo. Es la única forma de ayudar a los demás”, dijo.
Sin embargo, aquella noche, recibió en París “una señal de que debía rezar todos los días. Nunca había sentido un deseo consciente de acercarme a Dios”, confesó, “pero esa noche pareció que todo llegó a un punto crítico. No pude soportarlo más. Así que me fui, y dejé el piano, el dinero, todo”.
"Dios es lo que estaba buscando"
“Todos pensaron que me había vuelto loca. Regalé mis vestidos de Dior y vendí mis pieles de miles de dólares. Busqué a personas que vivieran de la beneficencia y cociné para ellos, les lavé y dormí en el suelo para que pudieran vivir en mi apartamento de Harlem”, contó a la revista americana.
Antes de volver a su hogar en Nueva York, su colega Hazel Scott le recomendó leer los salmos durante su crisis. La misma Williams expresa en su diario cuando agradeció ese consejo: “Me enseñó lo que realmente me salvó, Dios, eso es lo que estaba buscando”. Como afirmó en la revista People, pasó del “playing” al “praying”
“Sentí un gran alivio en mis esfuerzos por llegar a Dios. Por primera vez en días, la nube se disipó y comencé a sentir ganas de vivir de nuevo. Le pregunté a Dios qué camino debía tomar”, escribió.
Convirtió su casa en un apartamento para pobres
No tardó en recibir su respuesta. A su regreso a Nueva York, el Padre Anthony Woods le puso en contacto con la comunidad jesuita de la ciudad y tomó una decisión que marcó los siguientes años de su vida: se bautizaría, cantaría para evangelizar y se dedicaría a rehabilitar a sus compañeros de profesión: “Tenía que ofrecer mi trabajo musical como una oración por los demás”. En mayo de 1957, Mary fue recibida formalmente en la Iglesia católica.
El 6 de julio de 1957, una renovada intérprete reapareció en escena y en 1958 creó la fundación Bel Canto Foundation, que durante diez años recaudó fondos para atender a músicos adictos a las drogas y el alcohol, y convirtió su apartamento en una casa para los pobres y sus no pocos compañeros adictos.
En 1962, aconsejada por su directos espiritual, Anthony Woods, dio el salto a la composición de música sacra: en “Black Christ of the Andes” habló sobre San Martín de Porres y posteriormente escribió lo que llamó “música para el alma”: “The Devil” y “Anima Christi”.
Anima Christi, una de las composiciones de Mary Lou Williams tras su conversión a la fe católica.
Recibida en audiencia por el Papa Pablo VI
Poco después, creó su propio sello discográfico, “Mary Records” y fundó la editora “Cecilia Music”, en honor a la patrona de los músicos y comenzó a impartir clases en la universidad. Llegó a componer una Misa de Cuaresma, que no recibió el permiso del Vaticano para ser interpretada por el uso de percusión pero que si se retransmitió por Radio Vaticano.
En 1969 incluso llegó a ser recibida en audiencia por el Papa Pablo VI, y Monseñor Joseph Gremillion le encargó la composición de su “Misa por la paz”.
Mary Lou Williams falleció de cáncer de vejiga el 28 de mayo de 1981 en Durham (Carolina del Norte) a los 71 años de edad. Dizzy Gillespie, Benny Goodman y Andy Kirk, entre otras figuras, asistieron a su funeral en la Iglesia de San Ignacio de Loyola. Está enterrada en el cementerio católico del Calvario en Pittsburgh (Pennsylvania).