Lunes, 29 de abril de 2024

Religión en Libertad

Jim Caviezel y Eduardo Verástegui, en una película contra la trata infantil

Se estrena en España «Sonido de libertad»: cinco razones para aprovechar el puente y no perdérsela

Jim Caviezel abraza a un niño en 'Sonido de libertad'.
Jim Caviezel abraza a un niño en 'Sonido de libertad' (2023) de Alejandro Monteverde: una imagen muy expresiva de la idea de rescate de la inocencia sobre la que descansa la película.

Carmelo López-Arias

Este miércoles 11 de octubre se estrena Sonido de libertad [Sound of freedom]. Es el inicio en España de un fin de semana "largo" que arranca con la Fiesta Nacional del 12 de Octubre y continuará -si no para todos, sí para muchos- con el "puente" del viernes.

No van a faltar, pues, ocasiones para acudir al cine a ver una de las películas más esperadas de los últimos tiempos:

-primero, por los años transcurridos desde que se formuló la idea hasta su rodaje y distribución;

-segundo, por el inesperado y magno éxito en la taquilla estadounidense, luego prolongada en la América de habla española;

-y tercero, por la polémica que ha desatado, que sugiere al espectador averiguar por sí mismo a qué carta quedarse.

Entre los alicientes que presenta el film podemos enumerar algunos de peso:

1) Es el momento cumbre de tres católicos militantes: Caviezel, Verástegui, Monteverde

Desde el punto de vista artístico, decir Sonido de libertad es nombrar tres biografías de católicos que lo han comprometido todo en llevar la fe, cabalgando sobre su talento, a un lugar donde suele ser marginada, como es el mundo del cine.

Eduardo Verástegui y Jim Caviezel, juntos en una película: un aliciente de Sonido de Libertad.

Como director del film, Alejandro firma su obra más importante hasta el momento. Pero en el ámbito de la militancia católica y la lucha cultural, al cineasta mexicano Alejandro Gómez Monteverde (n. 1977) ya se le deben dos obras maestras. Una es Bella (2006), protagonizada por Verástegui, emblemática película provida por su aproximación realista y honesta al aborto, y otra es Little Boy (2015), una historia de imaginación y super-poderes con la que fabrica una emotiva y colorida apología de la familia.

Eduardo y él han sido compañeros de fatigas en la mayoría de sus producciones. De Verástegui, Premio ReL América en 2021 -ya entonces mencionábamos que Sonido de libertad se hallaba en la pista de despegue- es conocida su conversión religiosa, que le llevó a abandonar una carrera ya bien lanzada como actor de telenovelas para centrarse en la evangelización de un mundo que conocía bien, Hollywood, donde tuvo un papel, por ejemplo, en Superpoli en Las Vegas (2015) junto a otro católico, Kevin James. También se recuerda a Eduardo por El circo de la mariposa (2009), de Joshua Weigel, un precioso canto a la dignidad de toda persona incluso en la deformidad. Y, naturalmente, por Cristiada (2012), de Dean Wright, la película que co-protagonizó con Andy García y dio a conocer a todo el mundo la epopeya cristera. Eduardo anunció recientemente, además, su candidatura a la presidencia de México.

En cuanto a Jim Caviezel, quien ya había hecho la excelente Frequency de Gregory Hoblit junto a otro actor que es un cristiano activo, como Dennis Quaid, en 2000 (película que, aunque es un thriller de puro entretenimiento, refleja las virtudes de la vida familiar y el heroísmo del sacrificio), nunca dejará de ser el Jesucristo de La Pasión (2004) de Mel Gibson. Pero su compromiso con la fe ha ido mucho más allá, y milita activamente en la reactivación de un patriotismo en su país que se mantenga anclado a sus tradiciones cristianas: en 2021 ofreció un discurso calificado como "histórico" ante el Double Down Por Dios y por la Patria reunido en Las Vegas, donde evocó la transformación que supusieron en su vida sus semanas de rodaje colgado de la Cruz.

Los tres convergen ahora en Sonido de libertad. No es mal argumento para ir a verla.

2) Un éxito de taquilla de esta magnitud no puede ser casualidad

El lanzamiento de Sonido de libertad la meca del cine descolocó a muchos (los primeros, a sus propios productores y realizadores, que decuplicaron sus expectativas de retorno). Se estrenó el 4 de julio en competencia con cuatro 'monstruos': las nuevas entregas de Misión Imposible e Indiana Jones, la hiper-promocionada Oppenheimer y el fenómeno Barbie. Derrotó con creces a las dos primeras y actualmente se sitúa en el puesto 10 del ranking anual, pero con dos peculiaridades: solo Oppenheimer y Barbie se estrenaron después, y es la única con una distribución independiente.

'Misión imposible', 'Indiana Jones' y 'Transformers': tres sagas míticas que no han podido con 'Sonido de libertad'. Fuente: The Numbers.

'Misión imposible', 'Indiana Jones' y 'Transformers': tres sagas míticas que no han podido con 'Sonido de libertad'. Fuente: The Numbers.

Es más: de las 35 películas más vistas en lo que va de 2023, es la única que no fue llevada a los cines por una de las major de Hollywood. Como es sabido (el propio Verástegui, también productor de Sonido de libertad, ha contado cómo fueron las negociaciones), Disney la rechazó y fue al final una distribuidora cristiana como Angel Studios, que también lleva The Chosen, la que se hizo cargo de lo que resultó para ellos un negocio redondo.

3) No es ficción: detrás hay unos héroes de carne y hueso y una causa que lo merece todo

Como es conocido, Sonido de libertad está basada en una historia real, la de Tim Ballard, un ex agente del gobierno estadounidense destinado a la investigación de la trata de niños para explotación sexual, que en 2013 decidió dedicarse en exclusiva, y por su cuenta y riesgo, a rescatarlos.

Su agencia privada ha logrado salvar a cientos de ellos participando en más de cuatro mil operaciones y colaborando en la detención de más de 6500 pedófilos o involucrados en estos crímenes, que se extienden también a otro tipo de abuso de menores para explotación laboral o implicación en tramas delictivas.

Tim Ballard, durante el preestreno de 'Sonido de libertad' en México.

Tim Ballard, durante el preestreno de 'Sonido de libertad' en México.

Ballard consiguió llamar la atención mundial sobre esta lacra, algo ahora reforzado con su respaldo activo a Sonido de libertad. Según datos de la Unicef, es el segundo negocio criminal más lucrativo, solo por detrás del tráfico de drogas. De los 40 millones de personas que son víctimas de la trata, el 25%, es decir, 10 millones, son niños, que padecen desde matrimonios forzados a trabajos forzados, participación en grupos armados, vinculación a la pornografía, etc.

Y, por supuesto, turismo sexual y abuso sexual. Se calcula que el 78% del material pornográfico de menores intervenido por las fuerzas de seguridad corresponde a niños menores de 12 años. Y el 53% de las víctimas masculinas de trata para explotación sexual son niños.

Estos y otros datos que facilita la asociación de Ballard con datos oficiales reflejan un mundo de extraordinaria sordidez que retrata Sonido de libertad, lo que la hace una película incómoda de ver, pero enormemente motivadora para la acción: "Una película controvertida y audaz que todo el mundo debería ver, porque cerrar los ojos no va a cambiar nada", comenta a ReL, tras verla, el escritor y cineasta José María Zavala, él mismo a punto de estrenar una película, El latido del cielo, sobre una infancia muy distinta, de pureza y santidad, la de Carlo Acutis.

4) Algo en ella ha molestado a los enemigos del cristianismo

¿Cómo es posible que, ya antes de su estreno y de su inesperado y masivo éxito, una película que denuncia la trata de personas y el abuso sexual infantil, con un presupuesto pequeño para las cifras de Hollywood y una distribución independiente, sufriese una campaña de descrédito como pocas se recuerdan por parte de los medios sistémicos?

Oficialmente, la causa es el temor a que esta denuncia refuerce QAnon, una supuesta teoría de la conspiración que vincula esos delitos contra menores con representantes del Deep State, esto es, la máquina de poder progresista instalada en la Administración estadounidense para mantenerla sumisa a los designios ideológicos de sus élites. El caso de Jeffrey Epstein, el multimillonario amigo de los Clinton y del establishment de Hollywood, muerto supuestamente por suicidio cuando cumplía condena en la cárcel por tráfico y prostitución de menores, es uno de los que sostienen esa relación.

Pero, en realidad, lo cierto es que Sonido de libertad llega a los cines de todo el mundo en plena campaña globalista de normalización de la pederastia. En marzo de este año despertó todas las alarmas un documento conjunto del Comité Internacional de Juristas, el Onusida (Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida) y el  Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, donde asentaban los conocidos como "principios del 8 de marzo", que establecen que "el establecimiento de una edad mínima para el consentimiento sexual debe aplicarse de forma no discriminatoria", y de modo que la aplicación del derecho penal refleje los derechos y la capacidad de las personas menores de 18 años para tomar decisiones en cuanto al consentimiento en la conducta sexual".

Si esto se une al creciente adoctrinamiento de menores en ideología de género y las numerosas denuncias contra prácticas abusivas de educación sexual en algunos colegios, parece justificarse la inquietud. En España, no se olvidan las declaraciones de la ministra de Igualdad, Irene Montero, el 21 de septiembre de 2022, cuando en una comisión parlamentaria afirmó que "los niños, las niñas y les niñes [sic]" tienen derecho a a mantener relaciones sexuales "con quien les da la gana" con el único requisito del "consentimiento", abriendo la puerta a la reinterpretación de este concepto.

Por unas razones u otras, el caso es que Sonido de libertad, que defiende una de las causas en principio más transversales y supra-ideológicas que cabría esperar, se ha encontrado con la oposición cerrada del establishment mediático en cuanto correa de transmisión del poder político y económico mundialista. Cabe deducir que acudir a verla es una buena forma de incomodar a esos poderes...

5) Engancha, impacta y emociona desde el primer fotograma hasta el último

Se ha destacado la limpieza con que el film aborda momentos desagradables para el espectador, sugiriendo más que enseñando, y con pleno respeto a los menores implicados en el rodaje, que contaron con la presencia de sus padres y la asistencia de psicólogos para que su involucración en los personajes de las víctimas no afectase a su inocencia infantil.

De ahí que, pese a abordar una temática desasosegante y tener una indisimulada intencionalidad de concienciación del espectador, Sonido de libertad funciona como un thriller con alguna intensa escena de acción.

Pero no solo convence el mensaje, satisface como producto cinematográfico. Según Álex Rosal, director de ReL, en declaraciones al salir de la première, "la película te atrapa de tal manera que te mantiene en tensión hasta el final. Cinematográficamente es impecable: tanto el guion, como la interpretación y la dirección de la cinta. Todo el mundo debería verla”.

Y el muy seguido portal Rotten Tomatoes le otorga un 99% de valoración de la audiencia. En una forma como otra cualquiera de denominar el entusiasmo.

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