Fundadores católicos del Instituto de Investigaciones Pesqueras, en su 70 aniversario
Cuatro científicos católicos españoles que impulsaron la investigación oceanográfica y pesquera
El Instituto de Investigaciones Pesqueras (IIP) del CSIC cumple 70 años. Se trata de un centro científico español pionero en la investigación del océano, la acuicultura, el clima y el aprovechamiento sostenible de los recursos del mar.
A partir de sus laboratorios repartidos por España nacieron cinco nuevos institutos de investigación en ciencias marinas y la Unidad de Tecnología Marina (UTM) del CSIC, de la que depende el buque oceanográfico Sarmiento de Gamboa.
El IIP tuvo en sus inicios su sede central en Barcelona y contó con laboratorios en Blanes, Castellón, Vinaròs y Vigo. Un poco más tarde, en 1955, se creó un quinto laboratorio en Cádiz. Todos ellos adquirieron en 1979 independencia, como institutos autónomos.
Ligados a estos centros y al IPP encontramos los científicos católicos que queremos presentar, empezando por Pedro Sarmiento de Gamboa, el marino del siglo XVI que da nombre al buque oceanográfico.
El Buque Oceanográfico 'Sarmiento de Gamboa' lleva el nombre de un gran explorador y marino católico y devoto de la Virgen
1. Pedro Sarmiento de Gamboa: explorador, marino, cazador de piratas
Sarmiento de Gamboa (n.Alcalá de Henares, hacia 1530; m. 1592) era un explorador, marino, militar y humanista, que participó en el descubrimiento de las Islas Salomón en 1567, recorrió Perú describiendo sus culturas en su Historia Índica, exploró el estrecho de Magallanes, fundó asentamientos en Argentina, persiguió al pirata Drake y fue capturado luego por el pirata Cavendish, que lo llevó a Inglaterra, donde el marino dialogó en latín con la reina inglesa.
Era un hombre sinceramente católico que, entre otras cosas, intentó cambiar el nombre del Estrecho de Magallanes a Estrecho de la Madre de Dios, como expresa su proclamación.
"Yo, Pedro Sarmiento de Gamboa, Gobernador y Capitán General de este Estrecho de la Madre de Dios, antes llamado de Magallanes, y de las poblaciones que en él se han de hacer y de las provincias sus comarcanas, por Su Majestad, a gloria y honra de Nuestro Señor Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, y de la gloriosísima Reina de los Ángeles, siempre Virgen Santa María, abogada y señora nuestra, madre suya, tomo y aprehendo actualmente, y con efecto, posesión pacíficamente y sin contradicción alguna, de esta tierra, a la cual nombro el asiento de la Purificación de nuestra Señora, y de todas las demás tierras comarcanas y con ellas continuas y condignas, y de todo este dicho Estrecho por mí de nuevo nombrado de la Madre de Dios, antes llamado de Magallanes, como digo, desde la boca y archipiélago del Mar del Sur hasta esta boca que sale a la Mar del Norte, que ambos a dos y cada una dellas están en cincuenta y dos grados y medio, y de todas las islas, puertos, bahías, ríos, puntas, cabos, promontorios y costas y poblaciones...".
2. Manuel Gómez Larrañeta, experto en pesquerías, de Adoración Nocturna
Manuel Gómez Larrañeta es uno de los pioneros en investigaciones pesqueras en España y promotores del IPP. En el magnífico blog de Antonio Figueras dice que falleció en Vigo (Pontevedra), a los 88 años de edad, y que nació en Tolosa en 1924. Le dieron la Medalla de Galicia en 1992 y fue un experto de referencia mundial en el estudio de las pesquerías. Formó a gran cantidad de biólogos pesqueros de España y muchas otras naciones.
Manuel Gómez Larrañeta, pionero en biología pesquera y de Adoración Nocturna
Como reza la necrológica escrita por su discípulo Antonio Vázquez en 2012, fue licenciado en Ciencias Naturales (1946) y doctor (1965) por la Universidad de Barcelona, fue miembro fundador del Instituto de Investigaciones Pesqueras en 1949, dirigiendo sus laboratorios de Castellón (1954–1967) y de Vigo (1967–1979), que acabarían siendo centros de investigación del CSIC (Instituto de Investigaciones Marinas de Vigo e Instituto de Acuicultura Torre la Sal de Castellón).
Fue el único español que asistió al curso internacional patrocinado por la FAO en Lowestoft (Inglaterra, 1957) en el que se presentaron los métodos analíticos más avanzados en dinámica de poblaciones de peces, que aplicó en el Plan Experimental de Pesca de Arrastre de Castellón (1961–1967), demostrando que ello permitía ciertamente mejorar los rendimientos pesqueros. Fue por ello un apasionado, un estudioso y, finalmente, un maestro en la ciencia y gestión de las pesquerías, siendo pionero en su aplicación y divulgación en España, también en Hispanoamérica, comenzando por Chile, donde impartió clases durante un curso en la Pontificia Universidad Católica, en Santiago.
Hasta su jubilación en 1989, Larrañeta fue el referente en España para las pesquerías NAFO; un artículo suyo de divulgación fue el detonante para el comienzo de la pesquería española de fletán negro en NAFO. Su teoría de dos estados de equilibrio de la curva de producción fue un noble intento para explicar la evolución de las pesquerías de bacalao. La rutina anual de muestreo y análisis que él creó, hoy consolidada, fue un gran paso adelante para el seguimiento de estas pesquerías; mantenerla exigió librar una batalla cada año, no siempre ganada, que no le hicieron desistir.
Perteneció a la Adoración Nocturna de la parroquia de Bouzas, donde está ubicado el Instituto de Investigaciones Marinas del CSIC, nacido a partir del IPP.
Sobre las creencias de Manuel Gómez Larrañeta nos informa un testigo directo que trabajó con él, el científico Angel Guerra. Manuel Gómez se casó con Maruja Segarra, con la que tuvo cuatro hijos a los que siempre se preocupó de transmitirles la fe. Lector asiduo de la Summa Teológica de Santo Tomás por indicación de su confesor, Enrique Aristoi, decía que se entendía mejor al santo leyéndolo directamente que yendo a las interpretaciones o comentarios sobre su obra.
"Si creces mucho en tu formación de científico pero no haces el esfuerzo de crecer también en conocimientos de filosofía y teología, tienes el peligro de carecer de argumentaciones para defender tu fe; te conviertes en un ser deforme, o como un jugador de tenis, que tienen el brazo con el que pegan a la pelota muy desarrollado pero el otro enclenque. Así ocurre con muchos científicos, que se atreven, pese a su ignorancia en esas disciplinas a pontificar sobre fe y religión”, declaró Gómez Larrañeta.
Enrique Cesar López Veiga, uno de sus pupilos, contaba lo siguiente: “Cuando yo estaba en la Universidad de Santiago de Compostela, mis posturas políticas eran muy de izquierdas y manifiestas. Al terminar biología me planteé trabajar en el Instituto de Investigaciones Marinas. Fui a hacer una entrevista con D. Manuel. Sé que le habían informado de mi manera de pensar y de mi actitud beligerante. Larrañeta no se dejó influir por ello. A quien se lo dijo le comentó: 'pues a mí me parece un chico muy capaz y muy simpático'. Me contrató”. Este López Veiga llegó a ser Conselleiro de Pesca en dos legislaturas y senador.
3. Buenaventura Andreu: sardinas, ostras, mejillones y Opus Dei
Buenaventura Andreu (1920-2001) fue otro de los católicos y científicos pioneros del IPP, miembro del Opus Dei desde 1955.
“¡Quién me iba a decir a mí que llegaría a los 79 años! Doy gracias a Dios por ello”, dijo, recordando que al nacer los médicos le daban poco tiempo de vida. Viviría 81. Huérfano de padre, se licenció en Magisterio y Ciencias Naturales.
El científico católico del CSIC Buenaventura Andreu
José María Albareda, secretario general fundador del CSIC y miembro del Opus Dei, dio relevancia a los estudios de biología en el CSIC. El e Ibáñez-Martín, presidente del CSIC y miembro de la Asociación Católica Nacional de Propagandistas, promovieron el Instituto de Investigaciones Pesqueras del que Buenaventura Andreu sería director muchos años.
Los estudios de Andreu sobre sardinas, ostras y mejillones permitieron importantes avances en el sector. Trabajó con el también científico católico Ramón Margalef, el ecólogo más importante de la historia de España.
Con ocasión de una reunión de la FAO en Roma, a la que Buenaventura Andreu asistía como experto, habló con San José María Escrivá de Balaguer y se reafirmó su vocación matrimonial, su dedicación al trabajo bien hecho, su servicio a los demás, y su visión amplia, positiva y abierta de las personas.
Recibió numerosos reconocimientos y distinciones, entre otras: el premio "Ramón Mourente" de periodismo por un artículo publicado en el Faro de Vigo sobre la crisis de la sardina en Galicia; el premio "Suances" de Investigación Técnica por sus aportaciones científicas; el Premio Nacional de Investigación otorgado por el CSIC, por sus aportaciones al estudio de biología y cultivo del mejillón y la encomienda de Alfonso X el Sabio recibida en 1954.
Su hija Pilar decía de él: “Tuvo siempre una gran preocupación por su familia, y por la formación se sus hijos. Todos hemos obtenidos títulos universitarios, entre otras cosas, gracias al hábito de estudio que nos inculcó desde muy pequeños. Lo recuerdo como una persona muy amigo de sus amigos, generosa y piadosa sin beaterías. En nuestro hogar, por el ejemplo de nuestros padres, aprendimos muchas virtudes humanas y a querer a Dios, a la Virgen María y a la Iglesia”.
4. Antonio Figueras Monfort: estudioso de la marisquería... y de la Biblia
Antonio Figueras Monfort fue director del Instituto de Investigaciones Pesqueras de Vigo, el actual Centro de Investigaciones Marinas.
Cuando murió, el ex alcalde de Vigo, Carlos G. Príncipe, reconoció su figura en una breve semblanza en prensa recogiendo su dimensión de fe. ‘Quiero terminar recordando su compromiso cristiano. Gran conocedor y estudioso de la Biblia, animó y participó activamente en grupos de trabajo y reflexión dependientes de nuestra diócesis, pero siempre abierto al diálogo y respetuoso de las otras creencias y de los otros creyentes y no creyentes. Se nos ha ido una gran persona que supo afrontar siempre las adversidades que el destino le deparó, como la muerte de su hijo y de su mujer. Se nos ha ido un vigués que porque quería a Vigo nos ayudo a ser mejores como personas y como Ciudad. He perdido a uno de los seres humanos que me ayudó a ser hombre libre’".
Libro de Ángel Guerra sobre los 30 primeros años del Instituto de Investigaciones Pesqueras
Figueras fue reclutado a la fuerza en el Frente Popular durante la Guerra Civil, y represaliado después con cárcel. Dicen que siempre que se refería a este episodio con ironía, quitándole hierro al asunto, lo mismo que hicieron combatientes del otro bando.
Figueras Monfort comenzó como becario predoctoral en 1951 y ganó su puesto de científico en plantilla del IPP en 1953. Su trabajo en el Instituto de Investigaciones Pesqueras y su implicación en el Plan Marisquero de Galicia contribuyó a convertir a Vigo en una de las grandes capitales pesqueras de Europa. Terminó su carrera profesional con el rango de 'Profesor de Investigación del CSIC', máximo que se puede alcanzar en dicho organismo.
Estos ejemplos ilustran a España y el CSIC -fundado por católicos convencidos, y el mayor organismo público científico de España- como un modelo exitoso de conciliación ciencia-fe.