Tom Hilgers, creador de la Naprotecnología, Premio ReL Ciencia y Fe: «Su fundamento ético atrae»

La Naprotecnología está ayudando a miles de familias en todo el mundo que tienen problemas con la fertilidad, y que gracias a este método fundado por Tom Hilgers y Susan Hilgers, han podido tener hijos o resolver problemas de salud ante los que no encontraban respuesta, o la que recibían no era ni ética ni moralmente aceptable para sus convicciones.

Por ello, Religión en Libertad ha concedido el Premio Ciencia y Fe a este matrimonio estadounidense por desarrollar la naprotecnología como método ético para resolver problemas de infertilidad.

En ReL hemos publicado numerosos testimonios de matrimonios a los que los médicos les daban por imposible y que finalmente han podido ser padres de manera natural. Otros matrimonios que llegaban destrozados tras distintos intentos fallidos de fecundación in vitro vieron como finalmente lograron un hijo con este método que respeta las relaciones conyugales.

Desde Estados Unidos, Tom y Susan Hilgers han enviado un mensaje ante este premio de “Ciencia y Fe” y han confesado estar “muy contentos” por el galardón “que nos habéis concedido”.

Su labor comenzó en 1976 desarrollando el método Creighton de fertilidad, un lenguaje clave para luego desarrollar la Naprotecnología, término que utilizaron por primera vez en 1991.

Una respuesta a una situación insostenible para muchas mujeres

“Solo recientemente me he dado cuenta de que en realidad hemos descubierto una nueva sub-especialidad en ginecología y obstetricia específica para mujeres en edad procreativa. Si lo pensáis, a esas mujeres, si padecen dolores menstruales severos se les receta la píldora. Si tienen sangrados irregulares, les recetan la píldora. Si tienen periodos largos e irregulares, les recetan la píldora. Y si padecen infertilidad les recetan la Fecundación In Vitro”, explica el doctor Hilgers.

Poor ello, recuerda que “muchas mujeres durante estos años se han sentido frustradas y disgustadas con este enfoque médico ante este tipo de problemas porque  nunca van a las causas que están en la raíz”.

En su explicación, Hilgers destaca que “conforme empezamos a realizar nuestro trabajo, viendo pacientes, veíamos que a las mujeres les atraía porque llegábamos hasta la causa final”.

“También veíamos que como habíamos llamado a nuestro proyecto, el Instituto Pablo VI (ahora San Pablo VI) alguna gente nos decía: “¿No es ese un nombre demasiado católico?”. Yo les decía que era tan católico como el hospital San José, que era nuestro hospital de formación en aquellos momentos. Pero es impresionante si lo piensas bien. Precisamente porque era católico, porque tenía un fundamento ético y moral, que la gente se sentía atraída por nuestro trabajo y sus aplicaciones médicas para ellas mismas. Si no fuera por aquellas pacientes no podríamos hablar tanto sobre esto ni con la potencia y el fervor con que lo hemos hecho”, añade el fundador de la Naprotecnología.