Evangelizadores en las redes
Evangelizadores en las redes. Modelo de la gota
Modelos de comunicación para evangelizar en las redes.
Evangelizar es comunicar la Buena Noticia a todas las naciones. Comunicar no conlleva que los receptores del mensaje lo acepten. Pensemos en la parábola del sembrador para darnos cuenta que la semilla puede caer en tierra fértil, en tierra inadecuada y entre piedras. Pensemos en una frase que Cristo utilizaba a menudo: “Quien tenga oídos que oiga”. ¿Qué pasa con quienes no “tienen oídos”? Simplemente no entenderan nada de lo que se les comunica. Dirán que el lenguaje no es adecuado, que todo es demasiado simple/complicado o que no tienen tiempo/interés en pararse a escuchar.
El evangelizador debe lanzar la semilla sin pararse a pensar dónde caerá y si allí tendrá futuro. No es labor del evangelizador encontrar la tierra fértil, sino que toda tierra tenga la oportunidad de transformarse en fértil por medio de la Gracia de Dios. El modelo que les propongo esta vez es el de la gota de agua. Una simple gota de agua nada puede y nos reiremos si nos dice que pretende atravesar una inmensa piedra. Diríamos que es ilusa con una sonrisa en la boca. Pero una gota que cae durante tiempo suficiente, desgasta hasta piedra más dura. La fuerza y el poder de la gota es lo menos importante. Lo esencial es la constancia, paciencia y confianza.
La gota de agua actúa como una herramienta inadecuada que nada parece conseguir. pero esta herramienta en manos del Artista llega a crear la belleza más sorprendente. Nosotros somos el agua, la evangelización es la acción de lanzar la Buena Noticia sin esperar que nada cambie, pero con la confianza en que Dios actuará por medio de nuestras humildes incapacidades. Es evidente que nada cambia por medio de gotas de agua, pero unidas generan torrentes que transforman el paisaje si les damos tiempo suficiente.
¿Qué elementos pueden hacer de gota de agua en nuestra presencia en las redes? Compartir pensamientos, ideas o frases que contengan la semilla. Quizás esa frase o pensamiento mueva el corazón de una persona tras años de lanzar y lanzar la semilla en nuestros caminos virtuales. También podemos comentar pensamientos o frases que publican otras personas. Si comentamos algo, que nuestras palabras contenga siempre la semilla de Dios. Todo y todos tenemos sentido en Cristo. Nada queda sin lugar en el plan de Dios. Cada cual en su medida y de forma particular. Es un profundo misterio que lleva operando desde la creación del universo.
También podemos atender a quienes necesitan de una palabra de consuelo y de apoyo. Palabras que deben ir un paso más allá de sentimientos, acciones o conocimientos humanos. Deben llevar la semilla. La semilla lleva consigo siempre esperanza y profundo sentido trascendente de todo lo que somos y vivimos. Que cada cual utilice el lenguaje que le parezca más adecuado, ya que ese lenguaje es un don particular que Dios le ha dado. No deberíamos de despreciar o minusvalorar otros lenguajes, siempre que comuniquen la Buena Noticia. Dios sabe utilizar la herramienta precisa en el momento preciso y de la forma precisa.
Lo que para unos parece complejo, para otros es demasiado simple y para otros es justamente lo que necesitaban para “sintonizarse” con la Gracia de Dios. Somos herramientas en las hábiles manos de Dios. Por desgracia tendemos a criticar las apariencias y no nos fijamos en lo esencial. ¿Recuerda de lo que Cristo decía a los fariseos? “¡Guías ciegos, que coláis el mosquito y os tragáis el camello!” (Mt 22, 24) Quizás deberíamos señalar más a Cristo y no dedicarnos a criticar tanto las estéticas empleadas por otras personas.
También es cierto que a veces nos olvidamos de lo esencial para centramos en las estéticas que venden y nos hacen relevantes en las redes. El sentido del faro no es atraer los barcos hacia él, porque se estrellarían en las rocas que lo sostienen. El faro señala el camino al puerto seguro donde fondear. Es complicado despreciar la relevancia social, porque es precisamente el “camino estrecho”. El camino estrecho es lanzar la semilla sin poner nada de nosotros en ella. Tenemos que negarnos a nosotros mismos. El camino del éxito es amplio y agradable, pero no lleva a puerto seguro.
“Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella; porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan.” Mateo 7:13-14.