Lunes, 29 de abril de 2024

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¿Qué es el Movimiento de Santidad?

¿Qué es el Movimiento de Santidad?

por Convertidos Católicos

Una de las corrientes del siglo XIX d.C es el conocido movimiento de Santidad, que salio de los metodistas y pronto fue haciéndose paso dentro de los diversos grupos protestantes de la época. De este movimiento posteriormente saldran grandes grupos religiosos cristianos, el más significativo es el Pentecostalismo.

¿Cuál es la Historia de este movimiento y su influencia dentro del protestantismo?

El anglicano John Wesley además de la justificación por la sola fe para salvarse exigio también la santificación, un proceso realizado mediante vida de piedad y caridad, acompañado de la preocupación social, se ahí surgiría el metodismo.

Será Phoebe Palmer (1807-1874) quien predicaría la tesis de la santificación instantánea como experiencia radical y cosntitutiva del fiel ya justificado por la fe, este seria un estado irreversible o inamisible es decir, que no puede perderse, una vez santos, santos para siempre. Pronto a esta corriente se la conoceri como “Holliness movement” o lo que es lo mismo “Movimiento de Santidad”, se difundiría entre los metodistas, anglicanos y episcopalianos.

Phoebe Palmer nació en una familia metodista, predicadora y escritora, creó la doctrina de la santidad instantánea también conocida la “santidad perfecta “ o “ perfección cristiana”. Su padre era un metodista devoto llamado Henry Worrall. Había experimentado una conversión religiosa durante el avivamiento wesleyano en Inglaterra antes de emigrar a los Estados Unidos.

En 1827, Phoebe Worrall se casó con Walter Palmer, un médico homeópata que también era un devoto metodista. Asistían regularmente a la Iglesia Metodista de Allen Street en la ciudad de Nueva York .  Como metodistas, la pareja se interesó en los escritos del fundador del metodismo, John Wesley . Desarrollaron un interés particular en la doctrina de la perfección cristiana de Wesley , que es la creencia de que un cristiano puede vivir una vida libre de pecado. El 26 de julio de 1837, Phoebe Palmer experimentó lo que John Wesley denominó " total santificación" y a será a partir de entonces cuando se dedique a predicar dicha doctrina.

En 1835, la hermana de Palmer, Sarah Lankford, comenzó a tener reuniones de oración semanales con mujeres metodistas. Dos años más tarde, Phoebe Palmer se convirtió en la líder de las reuniones, a las que se hizo referencia como la Reunión de los Martes para la Promoción de la Santidad, luego se unirían hombres, y se acabaría formando este movimiento.

De este movimiento surgirían ramificaciones, o sea formaciones independientes que tienen como principal doctrina la de la santificación instantánea, entre las mas conocidas están La Iglesia del Nazarenos (1895) , el Ejercito de Salvación (1865) etc. Será poco después con Benjamin Harden (1854-1908) quien también pertenecia a la Iglesia Metodista Wesleyana  cuando se añadirá además de la justificación y la santificación una tercera bendición “el Bautismo del Espíritu Santo”, el cual se manifestaría en la glosalia o don de lenguas, la confirmación sensible de este bautismo.  Esto ocurriría en Kansas en 1890 y a los que aceptaron esto se les empezó a llamar Pentecostales. En la década de los 60-70 se formara en Estados Unidos “el neopentecostalismo” una variante de los Pentecostales.  

 ¿Que enseña la Iglesia y la Escritura sobre esto?

Como católicos siempre debemos conocer la doctrina de la Iglesia y lo que dicen las Escrituras de aquellas doctrinas que han sido "inventadas" por los lideres protestantes. En este caso, la enseñanza de la Iglesia sobre la santidad, se dió a lo largo de la Historia en tres concilios: Cartago, Éfeso y Trento.

Concilio de Cartago 416 d.C:

Dz 103 Can. 3 Quienquiera dijere que la gracia de Dios por la que se justifica el hombre por medio de Nuestro Señor Jesucristo, solamente vale para la remisión de los pecados que ya se han cometido, pero no de ayuda para no cometerlos, sea anatema

El Concilio de Éfeso citando a San Agustin contra los pelagianos dice:

Dz 132 Cap. 3. Nadie, ni aun después de haber sido renovado por la gracia del bautismo, es capaz de superar las asechanzas del diablo y vencer las concupiscencias de la carne, si no recibiera la perseverancia en la buena conducta por la diaria ayuda de Dios. Lo cual está confirmado por la doctrina del mismo obispo en las mismas páginas, cuando dice (3): «Porque si bien El redimió al hombre de los pecados pasados; sabiendo, sin embargo, que podía nuevamente pecar, muchas cosas se reservó para repararle, de modo que aun después de estos pecados pudiera corregirle, dándole diariamente remedios, sin cuya ayuda y apoyo, no podremos en modo alguno vencer los humanos errores. Forzoso es, en efecto, que, si con su auxilio vencemos, si El no nos ayuda, seamos derrotados.»

El problema de la enseñanza " completa santidad" es que si prescindimos de la gracia y solo buscamos ser santos, con obras de caridad, y normas de piedad no vamos a poder lograrlo, ya que sin la gracia no podemos perseverar, la gracia es la ayuda el apoyo y auxilio divino necesario para vencer el pecado y vivir en santidad. El problema es que la gracia la recibimos a través de los sacramentos concretamente de la Eucaristia y confesión, para ello deben existir sacerdotes válidamente ordenados, nada de eso tienen estos grupos protestantes. El no reconocer la mayoria de los sacramentos, hace que les sea dificil por no decir imposible mantenerse en santidad, haciendo de esta doctrina una fábula. La misma Escritura nos recuerda esto en varios textos:

El que comenzó en vosotros la buena obra la llevará a cabo hasta el día de Cristo Jesús  Fil 1,6

Será entonces que la obra buena, que se inicia en nuestra vida, es Dios quien la inicia, y es con su gracia con la que podemos terminarla.

En Trento se enseña sobre la santificación y el pecado:

Dz 132 Cap. 3. Nadie, ni aun después de haber sido renovado por la gracia del bautismo, es capaz de superar las asechanzas del diablo y vencer las concupiscencias de la carne, si no recibiera la perseverancia en la buena conducta por la diaria ayuda de Dios. Lo cual está confirmado por la doctrina del mismo obispo en las mismas páginas, cuando dice (3): «Porque si bien El redimió al hombre de los pecados pasados; sabiendo, sin embargo, que podía nuevamente pecar, muchas cosas se reservó para repararle, de modo que aun después de estos pecados pudiera corregirle, dándole diariamente remedios, sin cuya ayuda y apoyo, no podremos en modo alguno vencer los humanos errores. Forzoso es, en efecto, que, si con su auxilio vencemos, si El no nos ayuda, seamos derrotados.»

Viene a enseñarnos que incluso el justo peca, no podemos eliminar el pecado completamente de nuestras vidas, Dios nos da los medios y la ayuda, pero como hombres pecadores que somos caemos y tenemos que volver a levantarnos y seguir luchando contra el pecado. La propia Escritura y los Santos Padres respaldan esto:

Ciertamente no hay hombre justo en la tierra que haga el bien y nunca peque. Eclesiastes 7:20

Porque todos ofendemos muchas veces Santiago 3,2

Incluso San Pablo menciona un “aguijón” en su carne  (2 Corintios 12:7). Cerca del final de su vida, cuando en todos los sentidos debería haber sido ya completamente santificado, Pablo se llamó a sí mismo el primero de los pecadores (1 Timoteo 1:15) y en otro lugar enseña:  19 Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago Romanos 7:19. Lo que demuestra que hasta el mismo San Pablo pecaba, luego no se dió en San Pablo una santidad completa, dicha santidad solo la tendremos en el cielo. Debemos luchar por la santidad, pero creer que nunca cometeremos ningún pecado ni siquiera un venial, eso es falso.

Tenemos luego a San Agustin que nos enseña: 

Si pudiéramos reunir a todos los santos que hay en la tierra y les preguntáramos si no tenían pecado, todos a una nos responderían con San Juan (1 Ioh 1, 8): «Si dijéramos que no tenemos pecado, nos engañaríamos a nosotros mismos, y la verdad no estaría en nosotros .(De nat. et grat. 36, 42).

 Yasmin Ore &Jesus Urones-Evangelizador Católico.

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