Vida espiritual. Libro de Mons. Martínez
Vida espiritual. Libro de Mons. Martínez
por Duc in altum!
Encontré en Amazon varios libros (y compendios) que fueron escritos por el Siervo de Dios Mons. Luis María Martínez (1881-1956), quien fue arzobispo primado de México (1937-1956), miembro de las Obras de la Cruz y confesor de la beata Concepción Cabrera de Armida (1862-1937) durante sus últimos 12 años. Sin duda, una figura destacada en todo el sentido de la palabra. Una de sus obras se titula “Vida espiritual” y la recomiendo ampliamente. Tan es así que le he querido dedicar el presente post.
Se trata de una obra que está dividida en tres secciones tituladas:
- Primera parte. Los senderos de la vida espiritual.
- Segunda parte. Los secretos de la vida espiritual.
- Tercera parte. Las cismas de la vida espiritual.
En la primera, aborda las paradojas divinas, el valor de la confianza, el rol de la fortaleza y la suavidad, las tres etapas del dolor, el amor y la fecundidad, entre otros aspectos. En la segunda, aboga por la necesidad de la vida interior y sus claves, además de la fe que descubre a Dios, sus caminos, deteniéndose ampliamente en las ventajas de la desolación y el significado de la fe oscura citando a figuras destacadas como las de Ignacio de Loyola, Teresa de Ávila, Juan de la Cruz o Teresa de Lisieux. En la tercera, explica para qué sirven los contemplativos, el modelo de la vida contemplativa, así como el matrimonio espiritual y la transformación que Dios genera en nosotros. Desarrolla cada tema de forma clara, amena y concreta al poner ejemplos actuales para toda persona que quiera vivir su fe de forma madura.
Necesitamos hacer las cosas desde Jesús. Es decir, trabajar nuestra relación con él para que lo que llevemos a cabo no sea una cuestión activista o ideológica, sino el resultado de la contemplación de Dios como decía Santo Tomás de Aquino. Mons. Martínez nos ofrece un contenido ideal para lograrlo.
Sin duda, Luis María Martínez es un tesoro inexplorado. De ahí que valga la pena conocerlo y difundirlo por todos los medios posibles. Cualquiera que lea algo de sus obras comprenderá por qué se encuentra abierta su causa de canonización. Lo suyo fue la espiritualidad expresada en el ícono de la Cruz del Apostolado. Supo, en todo momento, ejercer la palabra oral y escrita como un medio para comunicar a Jesús. Punto que ahora nos toca a nosotros. El mundo necesita de Dios y sus consejos prácticos nos pueden servir de punto de partida.