Viernes, 26 de abril de 2024

Religión en Libertad

En entrevistas a ABC y La Razón

El cardenal Cañizares «revela» a la prensa la «hoja de ruta» de la Iglesia a partir de ahora

Cardenal Cañizares
Cardenal Cañizares

ReL

El cardenal Antonio Cañizares, prefecto de la Congregación para el Culto Divino, ha concedido sendas entrevistas a los diarios españoles La Razón y ABC, que en su conjunto complementan la visión que este observador privilegiado de la Iglesia puede dar de los momentos actuales.

Vigor para pilotar la Barca de Pedro
En la entrevista de José Beltrán, de La Razón, el cardenal explica a qué se refería Benedicto XVI al hablar de que quien pilote la barca de Pedro necesita "vigor".

»Benedicto XVI sabe muy bien, por experiencia propia y por clarividencia sobre el hoy que vivimos y el futuro que se avecina, que no son tiempos fáciles y que para afrontarlos se necesita vigor, físico y espiritual. Él ha dado un gran impulso a la nueva evangelización: ha creado un Dicasterio para impulsarla y ha convocado un Sínodo con el mismo propósito. Y es muy consciente de que los trabajos por el Evangelio y por su difusión del Evangelio son duros, como testimonia San Pablo y vemos en el Primer Evangelizador, el Evangelio vivo, que es Jesús. Así ha sido la historia de la Iglesia.

»Los mejores momentos de evangelización siempre han sido tiempos duros en los que se requiere un renovado vigor: ahí tenemos los primeros tiempos, y ahí tenemos la gran gesta evangelizadora de España en América: ¿cuánto vigor fue necesario? Al mismo tiempo, el Papa no olvida que en la barca de Pedro, va siempre el Señor y nunca se baja de ella.

También le esboza la futura "hoja de ruta de la Iglesia".

»Esa ruta está trazada: es la que, en continuidad con toda la tradición de la Iglesia y fiel a su identidad, hace presente a Jesucristo, entrega a Jesucristo. La ruta de Pedro que confiesa la fe verdadera, confirma en ella, y dice al Señor, cuando otros le dejan: «¿A quién vamos a acudir? Sólo Tú tienes palabras de vida eterna». O aquellas otras, dichas al paralítico a la puerta del templo: «No tengo oro ni plata, lo que tengo te doy: en nombre de Jesús Nazareno, ¡levántate y anda!».

»La ruta, pues, de arraigados en la fe, llevar la caridad de Dios y entregarles a Jesucristo para ponerse en camino hacia el futuro grande que nos espera, el de las promesas de Dios. La ruta que marcan la fe, la esperanza, la caridad, la que han seguido los anteriores Papas, la que señala el Concilio que no es otra que intensificar la pastoral de la santidad.

Y confiesa a La Razón que no tiene miedo de ser elegido Papa.

»No hay ningún peligro de que piensen en mí, sencillamente, porque no tengo las capacidades que se necesitan. El único temor al entrar en el Cónclave es que no esté en plena sintonía con lo que el Espíritu Santo diga a la Iglesia hoy o que no haga lo que Dios quiere.

Una renuncia por humildad
A Laura Daniele, desplazada a Roma, que le entrevista para ABC, el cardenal traza un perfil de lo que significa la decisión de Benedicto XVI de renunciar.

»Vemos en este gesto su gran humildad, su coherencia, su amor a la Iglesia, y su gran fe. No ha anunciado su renuncia por huir o para esquivar problemas; no es de esos hombres que se arredre ante los problemas. Pero sí es de los que siempre han actuado con grandísimo sentido de responsabilidad y de servicio.

»Ha visto que no tenía las fuerzas necesarias para llevar a cabo lo que exige hoy el gobierno y la misión evangelizadora de la Iglesia, y, con entera libertad, ha dejado paso a que se elija otro que con el vigor adecuado afronte los cometidos del Sucesor de Pedro en los momentos actuales, que, sin duda, dentro y fuera de la Iglesia reclaman un gran vigor físico y espiritual. Ha dado un verdadero ejemplo de santidad, de humildad, de servicio, de confianza en Dios que es quien lleva a la Iglesia y no la deja en la estacada.

El cardenal explica también cómo fue su último encuentro con Benedicto XVI.

»Fue hace tan sólo quince días; estuve con él en audiencia privada, y lo encontré muy bien, tan lúcido, tan afable, tan acogedor y cercano como siempre; no vi en él ni un asomo de cansancio. Es normal que una persona de 85 años tenga las fuerzas más debilitadas; los años no pasan en balde; pero su lucidez, su sabiduría, su sentido de discernimiento está muy vivo.

Y reconoce que la convivencia de un nuevo Papa con un obispo emérito de Roma será algo novedoso en los muros del Vaticano.

»Es una situación inédita. Pero, sin duda, será, por parte de Benedicto XVI de exquisito respeto, de silencio, de ayuda con su oración, con el sacrificio de una vida oculta, escondida con Cristo en Dios.
Comentarios
5€ Tu donativo es vital para mantener Religión en Libertad
10€ Gracias a tu donativo habrá personas que podrán conocer a Dios
50€ Con tu ayuda podremos llevar esperanza a las periferias digitales
Otra cantidad Tu donativo es vital para mantener Religión en Libertad
Tu donativo es vital para mantener Religión en Libertad
Si prefieres, contacta con nosotros en el 680 30 39 15 de lunes a viernes de 9:00h a 15:30h
Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter

¡No te pierdas las mejores historias de hoy!

Suscríbete GRATIS a nuestra newsletter diaria

REL te recomienda